7 de mayo de 2023. Por Armando Palau Aldana. Por estos días, la opinión pública ha sido embolatada con la comidilla de lo absurdo, como el yerro presidencial de considerar que Gaitán murió defendiendo la Revolución en Marcha de López Pumarejo, contrario a los notables y documentados cuestionamientos del Tribuno del Pueblo a las propuestas de El Muelón de López, quien además intrigó la remoción como alcalde de Bogotá del Indio Gaitán y lo enfrentó a Gabriel Turbay, facilitando el triunfo electoral del candidato de la mente gris de Laureano Gómez en 1946.
También se dijo desde el balcón presidencial este 1° de mayo que el General Melo líder de la fugaz Revolución de los Artesanos murió en batalla, mientras que la historia inequívocamente relata que este alto oficial indígena reconocido como tal en su exilio en México por Benito Juárez, fue vilmente asesinado en una emboscada ejecutada en un amanecer de 1860, cuyo abandonado cuerpo fue enterrado por los indios tojolabales en La Trinitaria (Chiapas).
A pesar de los aspavientos que la derecha emitió en otro de sus fugaces incendios, ante la invitación presidencial a ejercer la soberanía popular frente a la oposición de las reformas legislativas, 71 Senadores y 120 Representantes votaron el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida” aprobando el giro directo de recursos de la salud a los hospitales, por la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud sin intermediación de las Entidades Promotoras de Salud.
Fue también paradójica noticia, que a pesar de haber sido expulsado por el Partido de la U el controversial Roy Barreras (quien no es santo de mi devoción), se le hubiere decretado por la Sección Quinta del Consejo de Estado la pérdida de su curul de Senador, porque además de su expulsión debió también renunciar para no incurrir en doble militancia, imponiendo el esclerótico procesalismo sobre la prevalencia del derecho sustancial.
Culminó la semana con la tormenta en un vaso de agua, ante la petición de información del Presidente como Jefe de Estado al Fiscal General sobre investigaciones relevantes relacionadas con las preguntas que el valiente periodista Guillén sobre matanza del Clan del Golfo y la inactividad del ente acusador, cuya cabeza utiliza la institucionalidad de la Fiscalía para pasear con su familia, utilizar como doméstico el personal de aseo contratado en el Bunker y colocarle escolta a sus canes para llevarlos al parque.
En medio de estos rayos y centellas, no declinamos en la labor de abogados de oficio de las Ballenas Yubarta, las Tortugas Verde y Carey, así como los Delfines Moteados desde el Círculo de Pensamiento Ambiental, a la espera de que esta semana el Consejo de Estado nos resuelva la acción de tutela interpuesta contra la Ministra de Ambiente y el Director de la Autoridad de Licencias Ambientales, para que asuman su responsabilidad en la resolución de los recursos de apelación y reposición frente a la Audiencia Pública Ambiental.
Tenemos prevista la realización del Conversatorio Científico “Gorgona Isla Ciencia” en la Universidad del Valle sede San Fernando el viernes 2 de junio, para que la Academia de Ciencias Exactas y la Comisión Científica de Isla Gorgona establezcan un diálogo de saberes que le permita a la Ministra de Ambiente tener claridad sobre las indexadas investigaciones publicadas en revistas internacionales y los impactos de la Mini Base Militar en Gorgona.
Por supuesto que esta dinámica seguirá in crescendo en la medida en que sigan llegando hombres y mujeres desde las diversas comunidades para proponer la alegoría de la vida al fracaso de la muerte y mientras crezca la concurrencia como en el Sueño de las Escalinatas de Zalamea: “¡Oh lancinante algarabía de los humildes menesteres! Y de los bajos oficios. ¡Oh inacabable necesidad de las manos que ofrecen su trabajo! ¡Oh codicia fatal de las manos que reciben el trabajo! Crece, crece la audiencia”.
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