5.1.25

“Wicked”, “El mago de Oz” y el letrista estadounidense Yip Harburg


3 de enero de 2025. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. Gente de todas partes del mundo ha estado viendo la taquillera película musical “Wicked” durante estas fiestas de fin de año. Basada en el musical homónimo de Broadway, “Wicked” actúa como una precuela de la película de 1939 “El mago de Oz” y presenta a la villana de esa obra cinematográfica, la Bruja Mala del Oeste, como una niña incomprendida y acosada que desafía a la autoridad y expone las malas acciones.

Desde mediados de la década de 1950 hasta principios de la de 1990 —mucho antes de que existieran las plataformas de transmisiones por Internet y de videos a demanda— los telespectadores estadounidenses, que solo tenían acceso a unas pocas cadenas importantes de televisión, debían esperar cada año que llegara la oportunidad de ver “El mago de Oz”. La tan esperada transmisión especial de la película solía emitirse entre el Día de Acción de Gracias y el día de Navidad y captaba la atención de millones de televidentes de todo el país. Esta tradición cinematográfica compartida popularizó el fantástico cuento de Dorothy, su perro Toto, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León.

La película también recibió reconocimiento internacional por su banda sonora, con canciones icónicas como “Follow the Yellow Brick Road” (Sigue el camino de ladrillos amarillos); “We’re Off to See the Wizard” (Vamos a ver el mago); “Ding Dong the Witch is Dead” (Ding dong, la bruja ha muerto); y el clásico de renombre mundial “Over the Rainbow” (Sobre el arcoíris). Menos conocido es el autor de las letras de esas canciones: el compositor y guionista E. Y. “Yip” Harburg. En una época de creciente autoritarismo, desigualdades cada vez mayores y una élite multimillonaria en ascenso, las canciones con conciencia social de Yip Harburg, así como su propia lucha por superar la pobreza durante la Gran Depresión y su inclusión en las listas negras durante la era del macartismo, aun cuando “El mago de Oz” ganaba fama, se convierten en una fuente de inspiración y advertencia.

Yip Harburg nació en 1896 en el barrio Lower East Side del distrito de Manhattan, en Nueva York, en el seno de una familia judía pobre cuyos padres huyeron, como tantos otros, de los pogromos antisemitas en Europa del Este.

En la escuela secundaria le tocó sentarse, por orden alfabético, junto a Ira Gershwin y ambos comenzaron una amistad que se mantuvo durante toda su vida y que fue determinante para el desarrollo de la música y la cultura estadounidenses del siglo XX. Ernie Harburg, hijo de Yip y coautor de la biografía titulada '¿Quién puso el arcoíris en el mago de Oz?', dijo en una entrevista que mantuvo con Democracy Now! en 1996: “Yip experimentó de cerca la pobreza […]; eso le permitió comprender la vida como una constante lucha”.

Yip Harburg quedó sumamente endeudado tras la crisis de Wall Street en 1929. Gershwin le sugirió que escribiera letras de canciones. Poco tiempo después, Harburg compuso la canción que encarnó la esencia de la Gran Depresión, “Hermano, ¿me das diez centavos?”, que se convirtió en un éxito a nivel nacional y sigue siendo un himno atemporal sobre los tiempos difíciles, la codicia empresarial y la dignidad de la clase trabajadora.

“Una vez construí un ferrocarril; lo hice correr, lo hice competir contra el tiempo.

Una vez construí un ferrocarril; ahora está terminado. Hermano, ¿me das diez centavos?”.

La película “El mago de Oz” se basó en la novela de 1900 titulada “El maravilloso mago de Oz”, de L. Frank Baum. Antes del éxito comercial que obtuvo con el libro, Baum se desempeñó en diversas actividades. Entre 1890 y 1891, en el estado de Dakota del Sur, dirigió el periódico local Aberdeen Saturday Pioneer. Allí escribió varias editoriales, entre ellas dos que instaban a cometer un genocidio contra los pueblos indígenas. Pocos días después de la masacre de Wounded Knee, ocurrida el 29 de diciembre de 1890 y en la que se estima que unas 300 personas mayores, mujeres y niños de la comunidad Lakota fueron masacrados por el ejército estadounidense en la cercana reserva de Pine Ridge, Baum escribió: “Nuestra seguridad depende del exterminio total de los indígenas […], [hay que] borrar de la faz de la tierra a estas criaturas salvajes e indomables”.

Las letras de Yip Harburg, por el contrario, dignificaban a las personas oprimidas, a la clase trabajadora, a los inmigrantes y a otros grupos marginados. Estos fueron los temas principales de los dos éxitos de Broadway escritos por Yip: la obra “Bloomer Girl” (Chica bloomer), que gira en torno al movimiento por el sufragio de la mujer, y “Finian’s Rainbow” (El arcoíris de Finian), que rinde homenaje a las personas migrantes y a la lucha contra el racismo. Las letras de Yip atrajeron la atención del Comité de Actividades Antiestadounidenses de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y del senador Joseph McCarthy, quien lideró una agresiva “caza” de personas sospechosas de ser comunistas dentro del Gobierno y de las principales instituciones del país, incluidos los estudios de Hollywood. McCarthy contó con la ayuda del abogado “cazacomunistas” Roy Cohn, quien más adelante desempeñaría el papel de mentor de un entonces joven Donald Trump. Yip Harburg estuvo entre los cientos de escritores, actores y otras personas de la industria a quienes se les prohibió trabajar en el cine y la televisión durante la década de 1950. McCarthy y su cruzada anticomunista finalmente acabaron desacreditados, y Harburg continuó con su trabajo creativo en defensa de los derechos humanos hasta su muerte en 1981, cuando tenía 84 años.

La obra más conocida y entrañable de Yip Harburg continúa siendo su colección de canciones para la película “El mago de Oz”, que se estrenó en el tumultuoso año 1939. En ese entonces, el fascismo estaba en pleno auge en Europa y Asia, los impactos económicos de la Gran Depresión todavía causaban estragos en la clase trabajadora y las leyes segregacionistas de la época de Jim Crow oprimían a millones de personas de color.

A escasas semanas de la investidura de Donald Trump para su segundo mandato como presidente, y con el foco puesto en el desafío a la autoridad que introdujo, de manera muy oportuna, la exitosa película “Wicked”, es un buen momento para recordar el extraordinario trabajo y las profundas enseñanzas de las letras de Yip Harburg, el hombre que puso el arcoíris en el mago de Oz.


Tomado de © 2025 Amy Goodman. Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

11.2.24

El apoyo de Biden al ataque de Israel contra Gaza puede costarle la reelección


11 de febrero de 2024. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. Israel sigue bombardeando la Franja de Gaza, al tiempo que los palestinos que se encuentran allí atrapados comparten en tiempo real videos de su propio exterminio. El número estimado de muertes que los bombardeos israelíes han provocado en Gaza desde el 7 de octubre ha superado los 28.000, incluidos 11.500 niños y niñas, y se presume que unas 8.000 personas que han sido reportadas como desaparecidas han fallecido y se encuentran enterradas entre los escombros. Asimismo, el número de heridos asciende a 67.000. A pesar de que la Corte Internacional de Justicia ordenó el 26 de enero a Israel tomar todas las medidas a su alcance para impedir un genocidio en Gaza, los ataques israelíes se han intensificado.

Las gestiones diplomáticas del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para lograr una pausa en las hostilidades a cambio de que se liberen todos los rehenes israelíes retenidos en el enclave palestino recibieron el rechazo del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien prometió luchar hasta alcanzar la “victoria absoluta” sobre Hamás en Gaza. Netanyahu enfrenta una presión cada vez mayor por parte de las familias de los rehenes y de las personas aliadas de su causa, muchos de los cuales están a favor de dicho acuerdo.

Durante una conferencia de prensa que brindaron varios exrehenes israelíes, una mujer de 72 años llamada Adina Moshe se dirigió a Netanyahu y expresó: “Temo que si se sigue por este camino de destruir a Hamás, no habrá más rehenes [israelíes] para liberar”.

Mientras tanto, en Estados Unidos se están viendo las consecuencias políticas del apoyo incondicional del presidente Joe Biden al ataque de Israel contra la Franja de Gaza.

La semana pasada, el secretario de Estado, Antony Blinken, participó en una reunión sobre Gaza que se llevó a cabo en Washington D.C. Entre los invitados se encontraba el Dr. Tariq Haddad, cardiólogo y miembro de la coalición Virginia Coalition for Human Rights. Haddad, quien creció en Gaza, decidió a último momento no asistir a la reunión.

En su lugar, le envió a Blinken una desgarradora carta de doce páginas que comenzaba de la siguiente manera: “Tras haber analizado el asunto muchas veces, he llegado a la conclusión de que, sabiendo que las políticas de este Gobierno han sido responsables de la muerte de más de 80 miembros de mi familia, incluidos decenas de niños y niñas, del sufrimiento de los cientos de miembros de mi familia que aún siguen con vida, de la hambruna a la que está sometida actualmente mi familia y de la destrucción de los hogares de todos los miembros de mi familia, mi conciencia no me permite reunirme hoy con ustedes”.

Cuando Tariq Haddad conversó con Democracy Now! varios días después de haber escrito la carta, el número de sus familiares muertos había aumentado.

Durante dicha conversación, en la que más de una vez tuvo un nudo en la garganta, Haddad dijo: “En este momento unos cien miembros de mi familia han perdido la vida, incluidos médicos, farmacéuticos, abogados, ingenieros, decenas y decenas de niños y niñas, y varios bebés pequeños. […] El 25 de octubre, diez miembros de mi familia, las tres generaciones de un lado de mi familia, murieron. Mi primo Jamal El-Farra; su hijo médico, el Dr. Tawfiq El-Farra; su esposa, que estaba embarazada; dos de sus hermosas hijas, Reem y Hala; el hermano de Jamal, Esam; su esposa Semad y sus hijas, Rusul, Tuqa y Nadian. Todos, varias generaciones murieron en un bombardeo israelí. Tuqa, una de las mujeres más jóvenes de la familia, murió en el día de su boda”.

Esta columna no cuenta con el espacio suficiente para incluir la lista completa de los familiares de Tariq Haddad que han muerto en Gaza desde el 7 de octubre. Su carta estaba ilustrada con las fotografías de muchos de sus familiares muertos, que habían sido tomadas cuando aún estaban con vida. En las fotografías se los puede ver sonriendo, celebrando matrimonios, nacimientos y logros académicos, todo a pesar del brutal asedio que Israel impuso sobre Gaza en 2006.

Sin embargo, Haddad no es el único que sufre angustia. Michigan, un estado que es decisivo para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, alberga una de las comunidades árabe-estadounidenses más grandes del país. Muchos miembros de esta comunidad, que siempre han votado al Partido Demócrata, ahora dicen no poder respaldar a Joe Biden en las elecciones primarias del 27 de febrero. Los asesores de campaña de Biden están cada vez más preocupados por este asunto.

A finales de enero, en el estado de Michigan, el alcalde de la ciudad de Dearborn, Abdullah Hammoud, quien además es el primer musulmán en ser elegido para ocupar dicho cargo, se negó a reunirse con la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez.

Durante una charla con Democracy Now!, el alcalde Hammoud expresó: “La gente se siente traicionada. En 2020 nos prometieron un presidente que devolvería la decencia a la Casa Blanca, que lideraría con humanidad. Y lo que hemos visto desde el 7 de octubre es todo lo contrario. Hemos visto un alineamiento con Benjamín Netanyahu y con el Gobierno más derechista de la historia de Israel. No podemos, por más que lo intentemos, entender el porqué”.

El alcalde Hammoud está liderando una iniciativa que tiene como finalidad presionar a Biden para que exija un alto el fuego inmediato en Gaza. El sitio web de la iniciativa, ListenToMichigan.com, publicó un comunicado que firmaron más de treinta funcionarios demócratas electos, el cual decía: “Los votantes de Michigan le están enviando a Biden un mensaje claro: no cuente con nosotros en las elecciones primarias del Partido Demócrata del 27 de febrero. Seleccionaremos la opción 'NO COMPROMETIDO' porque rechazamos firmemente la financiación de la guerra por parte de Biden y el genocidio en Gaza. […] Biden deberá cambiar drásticamente de política para ganarse nuestro voto”. La opción “NO COMPROMETIDO” indica que los votantes apoyan al partido, pero no están a favor de ninguno de los candidatos que aparecen en la boleta de votación.

El jueves, la Casa Blanca envió a Michigan una delegación encabezada por la directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Samantha Power, para que se reunieran con miembros de la comunidad árabe-estadounidense y musulmana del estado.

Si Biden quiere detener su pérdida de apoyo electoral, todo lo que tiene que hacer es detener la sangrante pérdida de vidas palestinas en Gaza, dejar de armar a Israel y exigir un alto el fuego inmediato en la Franja.

© 2024 Amy Goodman. Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

8.5.20

AUGUSTO CASTRO
Sobre Interceptaciones Ilegales en Colombia
Ensayo

 Augusto Castro, 8-5-2020

Se dice que estamos en manos de narcotráfico, de la minería ilegal, de grupos violentos, de la corrupción político-administrativa, de los empresarios bancarios y de los medios, vivimos en una atmósfera de miedo, con una sensación amarga de vernos espiados, engañados, manipulados. Y con ese resquemor de ser víctimas de las políticas caóticas de los Estados Unidos, que asesoran el “poder” del país. Que determina, quién es terrorista y cuál de los ”embarques” puede pasar.

Porque detrás de las “chuzadas” está también la no tan inocente “inteligencia” de los Estados Unidos, tan especializada en desestabilizar los países y mantener su “américa del norte” por encima de todo y de cualquier ética. A estas relaciones internacionales, a estas “asesorías y tratados”, hay que investigarlas también, ejercer un control político y una veeduría ciudadana, para una convivencia y desarrollo más equitativo, transparente y sano. No se puede seguir encubriendo a la corrupción y a la impunidad, que no están únicamente en los militares, sino en jueces, magistrados, congresistas, ministros, fiscales, gobernadores, alcaldes, empresarios, etc. Estábamos mejor bajo el yugo español que bajo el caciquismo criollo agringado.

Como país e individuos hemos debilitado demasiados de los recursos que nos mantenían sanos, estables. Hemos erodado nuestra cognitividad, ecología, economía, red social, gobernabilidad, salud pública y nuestro personal sistema inmunológico — todos los recursos de resistencia y defensa que necesitamos para sobrepasar la pandemia y la crónica violencia, con un mínimo de daño a las vidas y al bienestar.

Todas estas deficiencias inmunes son la lógica cosecha de cómo hemos manejado nuestras vidas, al país y a nuestras relaciones internacionales. Hemos devaluado las profesiones, nuestros valores, desconociendo nuestras raíces, demeritando a las personas con propósito politiquero, convirtiendo al Estado en un espectáculo mediático y adoptando horribles hábitos alimenticios No hay solidaridad, todo el mundo busca su interés particular, somos más vulnerables al no tener un propósito grande, noble.

Esta erosión de nuestra inmunidad colectiva se ha venido nutriendo por años de los innumerables escándalos de corrupción, impunidad, asesinatos de líderes, lo que se ha acelerado actualmente, a la sombra de la pandemia.

Ahora cuando desesperadamente necesitamos claridad, ser administrados con mucha honestidad; se usa la peor arma, la mentira, la difamación, lo que hace que perdamos nuestra habilidad de distinguir entre verdad y falsedad, entre lo justo y lo criminal, entre la ciencia y la ciencia ficción.

En el momento que necesitamos grandeza, humanismo, una respuesta global a la pandemia, seguimos conspirando contra países hermanos, rompiendo las alianzas fraternas que teníamos, creándose xenofobias vergonzantes.

En tiempos cuando se necesita una alta confianza social para tener una acertada y coordenada respuesta a la pandemia, a la iniquidad, al deterioro de la salud, el medio ambiente, la corrupción, la impunidad, el “gobierno” se empeña en dividirnos, en jugar doble. Es decir todo lo contrario del de hacernos fuertes. Se llega hasta dudar si hay o no cuarentena. Nos embarga la sospecha de que se configura una mala fe salvaje. ¿Están esperando, por ejemplo, que los discriminados adultos pierdan la vida en una espera absurda? En un país acostumbrado a los falsos positivos, se comienza a mostrar el totalitarismo positivo falso, hipócrita. Nos quedará difícil, en este tiempo de pandemia, de gobierno deslegitimado por su elección con dineros de narcotraficantes y por el sistemático asesinato de líderes, el que podamos nosotros como sociedad, reevaluar su funcionamiento, extraer lecciones y discernir mejor.

Pueden tratar de desorientarnos, engañarnos y burlarnos, pero no lo pueden hacer con la Madre Naturaleza — ella no participa en su show de televisión, no pueden jugar con ella porque nos quemará. Nos envía virus, huracanes, terremotos, inundaciones, sequías, olas de calor, hambrunas, malos gobernantes, precisamente para encontrar una solución apropiada, un camino correcto; quien sobreviva sabrá una cosa, que necesita cambiar.

21.1.18

Trump no podrá detener el movimiento por los derechos de los inmigrantes

21 enero 2018. Por Amy Goodman y Denis Moynihan.  
En el aniversario del nacimiento de Martin Luther King Jr., el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó a su club de Golf en West Palm Beach, Florida. Según información, se trata de la 91ª visita de Trump a un club de golf desde que asumió la presidencia. Mientras tanto, en la ciudad de Nueva York, decenas de personas se manifestaron en la iglesia Judson Memorial para exigir la liberación de Jean Montrevil y Ravi Ragbir, recientemente detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). Entre los dos, han estado en Estados Unidos un total de casi 60 años.
Ambos son destacados defensores de los derechos de los inmigrantes. No son los únicos a quien el ICE ha estado persiguiendo últimamente, lo que deja entrever que existe un plan concertado del Gobierno de Trump de perseguir a líderes de la comunidad inmigrante de Estados Unidos.
Jean Montrevil nació en Haití y ha vivido en Estados Unidos durante más de 30 años. Haití es el país más pobre del hemisferio occidental y aún se está recuperando del devastador terremoto de 2010, en el que murieron cientos de miles de personas. Es además uno de los lugares a los que, en una diatriba racista pronunciada hace una semana, Trump calificó de “países de mierda” junto a El Salvador y países de África. El comentario tuvo lugar durante una reunión en la Casa Blanca, en la que Trump estaba discutiendo con senadores acerca de un posible acuerdo legislativo sobre la inmigración. Se informó que Trump preguntó: “¿Por qué tenemos que recibir aquí a todas estas personas de países de mierda?”, y añadió: “¿Para qué queremos más haitianos? Llévenselos”. Trump dijo además que necesitamos más inmigrantes de lugares como Noruega, uno de los países con mayor porcentaje de población blanca en el mundo.
A Jean Montrevil, un conocido líder comunitario de la ciudad de Nueva York, efectivamente se lo llevaron. Hablando desde Haití, Jean nos dijo el miércoles en el programa Democracy Now!,: “Es la primera vez que despierto en Haití después de 32 años”. A continuación nos contó su travesía: “Me deportaron el martes, sin notificar a mi abogado. Simplemente me deportaron. Mi caso aún estaba siendo revisado por la justicia. Fue muy difícil, dos días infernales. …Imagínense estar despierto durante dos días seguidos, sin alimentos, encadenado y sin que me dieran explicación alguna. Y ahora estoy en Haití”.
Durante muchos años Jean ha sido voluntario de New Sanctuary Coalition, un grupo religioso defensor de los derechos de los inmigrantes, que tiene su sede es la iglesia Judson Memorial. Cuando le preguntamos si creía que su trabajo con el grupo había contribuido a su detención y deportación, respondió: “No me arrepiento de la labor que hice con el movimiento Sanctuary, porque nadie sabía lo que el ICEestaba haciendo hasta que lo fundamos.”
Ravi Ragbir es el director ejecutivo de New Sanctuary Coalition. Fue detenido por el ICE el 11 de enero, el mismo día que Trump realizó los comentarios racistas. Ravi está casado con una ciudadana estadounidense y es reconocido a nivel nacional como líder del movimiento por los derechos de los inmigrantes. Al igual que Jean Montrevil, funcionarios del ICE esposaron a Ravi y lo enviaron rápidamente en un avión a una cárcel en Miami.
Desde allí logró dictar su “Carta desde una cárcel de inmigración”, una misiva inspirada en la “Carta desde una cárcel de Birmingham”, escrita por Martin Luther King Jr. en 1963. Uno de los oradores de la manifestación por la liberación de Ravi Ragbir, Rhiya Trivedi, miembro del Comité de Defensa de Ravi, leyó la carta:
“Cada instante fue incierto, excepto por la certeza de que querían que me fuera. En este momento debemos hablar acerca de cambiar el sistema para que nadie tenga que sufrir este tipo de daño, no solo por mí, sino por todas las familias que pueden ser separadas. Hasta que no logremos una reforma debemos derogar la ley que criminaliza a los inmigrantes, que nos trata como menos que seres humanos, solo por un documento”.
Inmediatamente después de su detención, se suscitó una protesta frente al edificio federal del ICE en Manhattan. Mientras se llevaban a Ravi en una ambulancia, 18 personas –entre ellas miembros del ayuntamiento de la ciudad de Nueva York– fueron detenidas mientras intentaban impedir pacíficamente que la ambulancia avanzara. Ravi fue trasladado al Centro de Detención Krome en Florida y podría ser deportado a Trinidad y Tabago, de donde es originario, aunque después de las protestas públicas y una impugnación judicial, el ICE informó a sus abogados que enviarían a Ravi a un centro de detención en la zona de la Ciudad de Nueva York.
Esto está ocurriendo en todo el país. Colorado es el estado que tiene más refugiados internos en el país. Sandra López, una mexicana con tres hijos, ha vivido en Estados Unidos durante 20 años y desde octubre se encuentra en la iglesia Unitaria de Carbondale, Colorado. Ingrid Encalada Latorre volvió a Denver, una ciudad santuario, también en octubre. El día en que Ravi fue detenido, el ICEtambién detuvo al esposo de Ingrid, Eliseo Jurado.
En Seattle, el ICE envió un “aviso de comparecencia” a Maru Mora Villalpando, que ha vivido en Estados Unidos durante 25 años y dirige la organización Northwest Detention Center Resistance.
Maru nos dijo en el programa Democracy Now!: “El ICE realmente nos está enviando el mensaje de que abandonemos toda actividad política, de que abandonemos nuestro activismo”. Sin embargo, como demuestra la gran presión ejercida en el Congreso para proteger a los 800.000 jóvenes inmigrantes conocidos como “soñadores” que viven en Estados Unidos, el movimiento dedicado a defender los derechos de los inmigrantes es cada vez más fuerte y multitudinario; está creciendo y resistiendo ante las deportaciones masivas y el racismo del presidente Trump y sus seguidores.
© 2018 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

14.1.18

El renacer de la Campaña de los pobres de Martin Luther King Jr.

14 enero 2018. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. 
Este 15 de enero Martin Luther King Jr. cumpliría 89 años. Asesinado a los 39 años de edad el 4 de abril de 1968, su vida –lamentablemente demasiado corta– cambió para siempre Estados Unidos. Entre los hitos de su activismo se encuentran el Boycott al Servicio de Autobuses de Montgomery en 1955, que puso fin a la segregación en el transporte público, la organización de la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, en 1963, donde pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño” y la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derechos Electorales de 1965. También fue importante su apoyo a la lucha de los trabajadores de limpieza urbana de Memphis, Tennessee. Fue en el marco de una marcha de los trabajadores barrenderos de Memphis en donde dio su último discurso, la víspera de su muerte, el famoso discurso “He estado en la cima de la montaña”. Con frecuencia se pasan por alto las posturas políticas cada vez más radicales que King adoptó en sus últimos años, tales como oponerse a la Guerra de Vietnam y forjar una alianza multirracial de todos los sectores empobrecidos, a la que llamó Campaña de los pobres, que procuraba, tal como el propio King decía, “una redistribución radical del poder económico y político”. Ahora, medio siglo después, se ha formado nuevamente una coalición para organizar a los pobres de Estados Unidos, inspirada en lo que King llamó “una fuerza nueva y provocadora”, para luchar contra la pobreza y forjar cambios significativos.

Esta renovación, llamada “Campaña de los pobres: llamado nacional para un renacer moral”, presenta una audaz agenda: “Desafiar los males del racismo sistémico, la pobreza, la economía regida por la guerra, la devastación ecológica y la distorsión de los valores de la nación”. Al frente se encuentra el reverendo Dr. William J. Barber II. Nacido solo dos días después de la famosa Marcha sobre Washington, Barber creció en el marco del movimiento por los derechos civiles. Durante más de una década se desempeñó como presidente de la Asociación Nacional por el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés) de Carolina del Norte y renunció al cargo para dirigir esta nueva campaña.
En 1968, King describió la necesidad de la Campaña de los pobres con estas palabras: “Millones de jóvenes crecen bajo la luz de las oportunidades. Pero hay otro Estados Unidos. Y este otro Estados Unidos presenta una fea realidad diaria que transforma la ebullición de la esperanza en la fatiga de la desesperación”.
Hablando esta semana en una entrevista para Democracy Now!, el reverendo Barber reflexionó sobre lo poco que han cambiado las cosas realmente desde la época de King: “Cincuenta años después, tenemos cerca de cien millones de pobres y trabajadores pobres en este país, 14 millones de niños pobres… Cincuenta años después, tenemos menos protecciones contra la restricción del derecho al voto que el 6 de agosto de 1965. En estos últimos cuatro años, más de 1700 días, [los republicanos] vienen realizando un feroz boicot contra la Ley de Derechos Electorales. Y en cada estado donde existen grandes restricciones para ejercer el derecho al voto también existe una gran pobreza, falta de atención médica, negación de salarios dignos, negación de derechos sindicales, ataques contra los inmigrantes, ataques contra las mujeres”.
Barber sostiene que la respuesta es forjar una alianza política que trasvase las identidades: “Tenemos negros, tenemos blancos, tenemos gente de piel morena, jóvenes, viejos, gays, heterosexuales, judíos, musulmanes, cristianos, personas de fe, personas sin fe, que se están uniendo”. El objetivo de esta unión es crear lo que él denomina la “Tercera Reconstrucción”. Esta fusión incluye intentar acercarse a los cristianos tradicionalmente conservadores, como el ministro Jonathan Wilson-Hartgrove. Nacido en una familia evangélica devota y blanca, cuando era adolescente se desempeñó como asistente en el Congreso del senador republicano de Carolina del Sur Strom Thurmond, uno de los segregacionistas más encarnizados de la era moderna.
Wilson-Hartgrove escuchó las prédicas de William Barber y se volvió su seguidor y colega desde entonces. La renovada Campaña de los pobres es una respuesta para los evangélicos blancos empobrecidos, según Wilson-Hartgrove: “Esas personas que dicen: ‘Voten por mí porque soy un buen líder cristiano’ no están atendiendo sus intereses. Ustedes no tienen atención médica, no tienen un salario digno para vivir, porque las mismas personas que afirman defender a Dios y a la justicia, cuando votan, lo hacen en contra de los intereses de la gente pobre, sea gente negra, blanca, morena o lo que sea”.
El reverendo Barber ve la transformación del sur profundo de Estados Unidos en un horizonte cercano, pero no opina que será algo fácil. Las recientes victorias en los tribunales contra la manipulación racial y política de los distritos electorales en Carolina del Norte darán aún más fuerzas a los afroestadounidenses y otros grupos tradicionalmente marginados. Sin embargo, el verdadero trabajo no está en los tribunales, sino en las calles.
Barber y Wilson-Hartgrove, junto con la reverenda Liz Theoharis, codirectora del Centro Kairos para las Religiones, los Derechos y la Justicia Social, cuya sede está en la ciudad de Nueva York, y copresidenta de la Campaña de los pobres, viajaron a 15 estados de Estados Unidos en los últimos meses para reclutar, organizar y capacitar a más de mil personas. Barber anunció: “Nuestra primera acción será el lunes después del Día de la Madre. Vamos a reunir a más de 25.000 personas comprometidas con la desobediencia civil durante seis semanas para lanzar el movimiento”. Su objetivo: el Congreso de Estados Unidos y los parlamentos estatales de todo el país.
La bala de un francotirador le robó la vida a Martin Luther King Jr. hace 50 años. Pero en este aniversario de su nacimiento, el feriado nacional por el que cientos de personas lucharon hace décadas, la llama de su lucha para darle poder a los pobres sigue viva.
© 2018 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org