30.4.23

¡Ser o no ser, esa es la cuestión! - Disertaciones del Crepúsculo


29 de abril de 2023. Por Armando Palau Aldana. Esta frase que el inmortal Shakespeare le asignó a Hamlet en su monólogo, podría ser la brújula de la sociedad; infortunadamente es un debate inexistente en la inmensa mayoría del conglomerado social. Nietzsche, uno de los más grandes pensadores de occidente, consideró que “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”, porque “La independencia no es un derecho, es un privilegio que corresponde a una minoría”, por ello es por lo que “El hombre tiene más carácter cuando persigue su temperamento, su instinto”.

Esta dinámica del pensamiento que se construye a partir del disenso más no del consenso, se torna álgida cuando la versión más civilizada de la guerra consagra una de sus batallas, las justas electorales, en la que en nombre de la participación unas minorías representan a una sociedad de bastardos embromándolos para gobernarlos, construyendo alianzas perversas en la mecánica electoral en la que la estupidez no reside precisamente en los elegidos sino en los electores, quienes descubiertos tempranamente dejan que aquellos salten del trampolín de la ignorancia a la piscina del oportunismo.

Por supuesto que bastante costo implica el carácter cuando se trata de ser autónomos y desplegar el criterio como bitácora, para moverse en las arenas movedizas de la hipocresía que carcome a la masa ni pizca invectiva, que se enlista contra la rebeldía encausada hacia el bienestar general sin réditos personales. Mientras que esta última es la veleidad de los que disfrazan el lobo escondiendo la satisfacción de sus propios anhelos. Desmantelar estos truhanes con una mirada acuciosa requiere el esfuerzo de pensar y de beber del pensamiento para cuestionarles con acierto.

Aquellos que defenestran la credibilidad pública perfilan su egocentrismo en empresas electorales en las que no se les permite a cercanos, cuestionamiento alguno, porque les sobra la arrogancia para bautizar en singular su nicho politiquero y no en plural un proyecto colectivo. Parten de propuestas genéricas sin haber construido la pregunta desde el sentipensamiento (Fals-Borda) de atar la razón y la emoción para interpretar y para vivir (Antropología Simbólica y Literaria), resuelven sobre diagnósticos de cajón lejos de la realidad cotidiana de los barrios y calles con las redes del discurso mediático.

No tienen trayectoria de denuncia o de accionantes judiciales en contra de la corrupción, sus querellas solo navegan en las redes sociales, lo ambiental es asunto de poca monta para estos y estas ególatras que contratan la mejor fotografía de perfil para pescar incautos. Se invierte el orden de las cosas, las problemáticas sociales devienen de encuestas de percepción ciudadana en las que no participa ni la milésima parte de los que serán gobernados, primero procuran ser escogidos como los personajes de la contienda electoral y luego radican los programa que sus asesores les confeccionan.

En medio de una masa electoral que no es crítica, se escoge en las regiones al menos malo, no se repite el antecedente de las presidenciales en que a pesar de algunas contradicciones los sufragantes escogimos al mejor (salvo mejor opinión en contrario). No en vano el reaccionario Conde de Maistre, no obstante oponerse a los pensadores de la Ilustración escribió con acierto “Cada pueblo o nación tiene el gobierno que se merece”, triste realidad para nuestra atribulada colombianeidad, siendo nuestro reto seguir pensando y continuar discrepando para proponer a las gentes a través de la opinión pública.

El sendero es sin duda complejo, particularmente si como los salmones se nada contra corriente, sometidos al dedo perverso que señala a quienes preferimos estas encrucijadas a cambio de la comodidad de no ser para parecer, como en el tango Uno (1943) de Santos Discépolo que musicalizó Marianito Mores y que entre otros interpretó bellamente Libertad Lamarque “Uno, busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias... Sabe que la lucha es cruel y es mucha, pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina”.

https://youtu.be/SwZEQ8CXqwQ


29.4.23

El legendario cantante y activista Harry Belafonte ha muerto, pero las causas por las que luchó siguen vivas


29 de abril de 2023. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. Un gélido 15 de febrero de 2003, el legendario cantante, actor y activista Harry Belafonte se presentó ante una multitud en un escenario ubicado frente a la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Ese día se estaban llevando a cabo manifestaciones en todo el mundo en contra de la inminente invasión estadounidense de Irak, en lo que se cree que fue la mayor protesta en la historia de la humanidad. Belafonte hizo entonces lo que venía haciendo desde hacía más de medio siglo: se enfrentó a los poderosos con la verdad.

“Defendemos la paz. Defendemos la verdad de lo que está en el corazón del pueblo estadounidense”.

Harry Belafonte falleció esta semana a los 96 años. Durante toda su vida luchó por la justicia y utilizó su fama para apoyar diversas causas y movimientos, entre ellos, el movimiento por los derechos civiles, el anticolonialismo, el antibelicismo y los nuevos movimientos por la justicia racial, como Black Lives Matter.

En el discurso que pronunció aquel 15 de febrero de 2003 en Nueva York, ante cientos de miles de personas que se manifestaban contra la guerra, Belafonte continuaba así:

“Nos engañaron quienes inventaron el incidente del golfo de Tonkín, una mentira que nos llevó a la guerra con Vietnam, una guerra que no podíamos ganar y que no ganamos. Se le mintió al pueblo estadounidense sobre Granada, […] sobre Nicaragua, El Salvador, Cuba y muchos otros lugares del mundo. Estamos aquí hoy para hacerles saber a esas personas que Estados Unidos es un país vasto y diverso y que nosotros formamos parte de esa gran verdad que nos define como nación. El doctor [Martin Luther] King dijo una vez que si la humanidad no pone fin a la guerra, la guerra pondrá fin a la humanidad”.

Harry Belafonte fue uno de los consejeros y confidentes más cercanos de Martin Luther King. El artista y activista conoció a King en 1956, en tiempos de la campaña de boicot al sistema de autobuses de Montgomery, una protesta contra la política de segregación racial en el sistema de transporte público de esa ciudad que se prolongó durante más de un año. El encuentro entre Belafonte y King, que inicialmente se planeó como una reunión de 20 minutos, se extendió a lo largo de cuatro horas.

En 2011, en el Festival de Cine de Sundance, Belafonte habló con Democracy Now! sobre ese encuentro: “Al final de esa reunión, supe que estaría a su servicio y que centraría mis esfuerzos en la causa del movimiento contra la segregación [racial], en el derecho al voto y en todo lo que [Martin Luther King] representaba. Aunque comprendíamos lo peligroso que sería ese viaje, no estábamos plenamente preparados para todo lo que tuvimos que enfrentar. Creo que [ese período] fue el momento más importante de mi vida”.

Así comenzó una amistad histórica que dio forma a la lucha contra la segregación y por la igualdad racial. Belafonte conocía a King como pocos. Le fue leal hasta el final y apoyó a King incluso cuando otros lo abandonaron debido a su enérgica oposición a la guerra de Vietnam.

En su autobiografía, titulada “Mi canción”, Belafonte rememora una conversación que mantuvo con King una semana antes de su asesinato en la ciudad de Memphis el 4 de abril de 1968. King se encontraba organizando la Campaña de los Pobres, una iniciativa que tenía como objetivo combatir de manera unificada a los tres males que identificaba en la sociedad estadounidense: el racismo, el militarismo y el materialismo. En un momento de la conversación en el que King estaba describiendo la estrategia de la campaña fue interpelado por Andrew Young, un asesor que más tarde llegaría a ser alcalde de la ciudad de Atlanta y embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.

En su libro, Belafonte recuerda así la respuesta que dio King en aquella ocasión: “Martin le contestó: 'el problema es que vivimos en un sistema fallido. El capitalismo no permite un flujo parejo de recursos económicos. Con este sistema, unos pocos privilegiados acumulan riquezas de manera desmesurada, mientras que la mayoría de la población está condenada a sufrir algún nivel de pobreza… Así es como funciona el sistema. Y como sabemos que el sistema no va a cambiar sus reglas, vamos a tener que cambiar el sistema'”.

Si bien Martin Luther King expresaba a menudo sus críticas hacia el capitalismo, el relato que Harry Belafonte comparte en su libro evidencia la profundidad del cuestionamiento que el líder activista tenía hacia este sistema económico. Belafonte agrega al respecto: “En el fondo, Martin era un socialista y un pensador revolucionario”. Una semana después del episodio descrito por Belafonte, Martin Luther King era asesinado a tiros en el balcón del Motel Lorraine en Memphis.

Pero Harry Belafonte nunca bajó los brazos. Intensificó su lucha contra el apartheid sudafricano y contra los estragos que causaba el imperialismo estadounidense en diversos lugares del mundo. Desafió a quienes ocupaban puestos de poder, sin importar a qué partido político pertenecían, desde George W. Bush hasta Barack Obama, desde Donald Trump hasta Joe Biden.

En 2006, mientras la desastrosa guerra lanzada por el presidente George W. Bush en Irak seguía propagándose con violencia, Belafonte viajó a Venezuela y habló en un multitudinario evento junto al entonces presidente de ese país, Hugo Chávez.

“No importa lo que diga el tirano más grande del mundo, el terrorista más grande del mundo, George W. Bush. Quiero decirle [al pueblo venezolano] que no son cientos ni miles, sino millones de estadounidenses los que apoyamos su revolución, respaldamos sus ideas y les expresamos nuestra solidaridad”.

Poco después de ese discurso, a Belafonte le retiraron la invitación para hablar en el funeral de su querida amiga Coretta Scott King, al que iba a asistir el presidente Bush.

Belafonte solía compartir una anécdota de su mentor, el cantante y activista Paul Robeson, quien le aconsejó: “Haz que canten tu canción y querrán conocerte”. Harry Belafonte ahora descansa en paz, pero su mensaje sigue sonando. En forma de canción, nos recuerda: mientras haya causas por defender, no podemos permitirnos descansar.

Tomado de la traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org 

26.4.23

Principio de Humani_dad


26 de abril de 2023. Por Luis Alberto Díaz Martínez. Relativamente sola en la Tierra, por ser la única en tener una conciencia plena de su existencia, la humanidad con su legado de capacidades creadoras no ha tenido alternativa distinta a la de transformar y usufructuar su entorno.

En cada momento y lugar, desde los tiempos inmemoriales de su origen, nuestra especie no ha cesado de identificar y apropiarse de cuanto le rodea, con el fin de convertirlo de inmediato en motivo de satisfacción para sus necesidades básicas y de toda índole. 

Por eso, a pesar de las circunstancias y las contingencias, cada etnia se ha dedicado a crear una cultura, una manera de asumir al mundo, de interrelacionarse con él, de representárselo para entenderlo, integrarlo y volverlo a crear, para recrearse con él e incluso llegar al extremo indeseable de irrespetarlo, por lo tanto de agredirlo y destruirlo, como no ha dejado de ocurrir en contra del medio ambiente al depredarlo sin medir sus consecuencias irreversibles y fatales.

Y para ello el ser humano se ha valido, por supuesto, de su sensibilidad, instinto, inteligencia, imaginación y espiritualidad, es decir, de cuanto aparentemente lo hace privilegiado, para elaborar sus metas, razones, herramientas, estructuras, sistemas, procesos, artefactos, controles y toda suerte de ayudas para evolucionar en su enfrentamiento con lo desconocido y enigmático, pero sobre todo con el dilema universal de la vida y la muerte junto a sus derivaciones.

De donde, según lo comprueba la memoria y los diversos registros de la historia, inevitablemente se llega a una ejecución, un desempeño y unos resultados que determinan la continuidad o supervivencia, y por lo tanto la proclama de una supuesta superioridad avalada con el poder y la acumulación de riqueza arrogante e inútil. Además, del reclamo a constituirse en patrón o modelo del gregarismo y la novelería, con el presumible menoscabo y detrimento de quienes no han alcanzado sus empeños o acertado todavía en sus esfuerzos, como bien lo comprueban las incontables civilizaciones desaparecidas.

Sin embargo, es preciso reconocer que a pesar de la parafernalia de hallazgos, logros y realizaciones que ha supuesto la cosmología, la mitología, la religión, la ideología, la tecnología, la ciencia, el arte y la cultura, hasta los fetichismos modernistas y excluyentes de la imagen, el éxito y sus liturgias consumistas del «time-is-money», «ricos, bellos y famosos», y «más alto, más rápido y más lejos», la humanidad es mucho menos que eso, pero qué tanto.

Porque detrás de todo ese despliegue de aparato y rutilancia, al final de todas las exhibiciones y galardones en la feria mundial de las vanidades, o a la vuelta de la esquina de la tragedia y el absurdo de la destrucción, siempre nos encontraremos con un sujeto íngrimo, de carne y hueso, de sudor, risa y lágrimas, como usted, yo o cualquiera, el que quiera. Y usted, yo o cualquiera, también somos la humanidad.

Mejor dicho, la humanidad siempre comienza por un individuo desnudo frente al espejo de su conciencia. Es allí, de cara a nuestros hechos vacuos y trascendentes, despojados de los ornamentos y las prótesis de la apariencia, sin pertenencias ni aderezos o distinciones de ninguna laya, apenas dotados con lo que de verdad somos (solo somos lo que sabemos y hacemos), donde nos revelamos de cuerpo entero y se dirime nuestra esencia.

¿Qué sentido, pues, tienen los anhelados, manoseados y trascendentales valores universales del amor, la armonía, la paz, la felicidad, los derechos humanos... si usted, yo o cualquier persona, en su fuero más íntimo tiene que valerse de alguna de la múltiples formas de la mentira, el engaño, el irrespeto, la agresión, el expolio, la malevolencia, la discriminación, el desafuero, la violencia y la destrucción, para sentirse o creerse únicos y más o mejores que los demás, e incluso «los buenos», «las buenas conciencias» o “biempensantes”, «la gente de bien» o «de buena familia», casi que «pueblo escogido» o de «destino manifiesto»?

El Principio de Humani_dad, es solo eso, generosi_dad, a pesar de nuestra marrullería y atorrancia de vivos bobos. Humani_dad es apenas dar lo que eres (sabes y haces), siempre y a quien sea, sin reticencias. Apenas eso. Lo demás es tan solo artificio, sucedáneo y desecho; no vale la pena, ninguna pena.

Así, la evolución equilibrada de la humanidad solo puede darse cuando, tú, yo, quienquiera, nos regimos por el Principio de Humani_dad que es la vida misma, si la asimilamos bien. Con todo.

Adenda: Solo tenemos la Vida y nuestra Consciencia de Humani_dad. Disfrutémoslas al máximo con lo que Somos, o sea con lo que Sabemos y Hacemos, y en continuo aprendizaje de conocimiento, comprensión, convivencia y equi_dad. LADM.

24.4.23

Mundo multipolar ¿o socialista?


24 de abril de 2023. Por Marcelo Colussi. Algunos años atrás se podía creer que el mundo marchaba hacia el socialismo. Para la década de los 70 del pasado siglo, aproximadamente un cuarto de la humanidad vivía en países que, cada uno a su modo, se decían socialistas: desde la Unión Soviética a la República Popular China, desde Vietnam a Cuba, de los socialismos africanos o árabes al este europeo signatario del Pacto de Varsovia, desde Nicaragua a Norcorea. En cuatro de los cinco continentes se intentaban trazar caminos nuevos superadores del capitalismo. Hoy, tercera década del siglo XXI, el socialismo parece estancado. Esas experiencias sufrieron tremendos deterioros, y la construcción de la sociedad nueva debió continuar en espera. ¿Es eso un problema del marxismo? ¿Podríamos quedarnos con la idea que el mismo, como visión global de la historia y las relaciones interhumanas, sigue siendo válido y lo que falló fue su implementación? ¿Tiene vigencia hoy? ¿Es posible un mundo post capitalista?

¡El socialismo no ha muerto! Para expresarlo con la frase de Juan Ruiz de Alarcón: “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”. El marxismo no sólo goza de buena salud sino que, si queremos dar batalla con posibilidades de éxito en la lucha por un mundo con mayor justicia superando al capitalismo, nos sigue siendo imprescindible. El marxismo no es una caprichosa filosofía adecuada a un determinado momento histórico, una moda intelectual pasajera. Es, más allá de las puestas al día que pueda necesitar más de un siglo y medio después de su formulación original, una forma de entender y de actuar sobre la realidad que no caduca con el tiempo. El socialismo no “falló”; dio grandes resultados positivos a quienes lo transitaron. Sin embargo, la dinámica del capitalismo global impidió que siga avanzando.

¡Pero algo sucedió que hoy la derecha capitalista puede mostrar ese “fracaso”. “¡Miren la dictadura de Ortega en Nicaragua! ¡Eso es el socialismo!”, vocifera victoriosa. No olvidar que Nicaragua es un país tan capitalista como Canadá, Bélgica o Qatar (medios de producción en manos privadas con un Estado que defiende esa situación). Hoy, con excepción de Cuba que resiste como puede, al socialismo hay que buscarlo con lupa. China está construyendo algo raro, confuso: “socialismo a la china”. Si ese proyecto sirve a la gran masa de población china, es una cosa. Al resto del mundo, está por verse. Lo cierto es que a partir de la desintegración del campo socialista europeo el capitalismo global se sintió hipertriunfador. Estados Unidos salió como el máximo vencedor, estableciendo un mundo unipolar -manejado por su dólar y sus fuerzas armadas- como no se había dado siquiera durante la Guerra Fría. Algo sucedió, sin embargo, hacia inicios del presente siglo. La Federación Rusa, desintegrada la URSS y convertida al capitalismo, comenzó a renacer como superpotencia militar, y China, contrariamente a lo que esperaba la derecha mundial con su pase a mecanismos de mercado, siguió la senda socialista, convirtiéndose en la segunda economía global, desafiando a Estados Unidos. La arquitectura del mundo está cambiando: el llamado Occidente colectivo (Europa Occidental y su líder: USA, con un 40% del PBI mundial) está comenzando a perder su hegemonía. Quienes lideran las acciones que están precipitando su caída son Rusia y China. 

En el Foro Económico de San Petersburgo, en junio de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin expresó: “Creen que la hegemonía mundial y económica de Occidente es eterna, pero no, nada lo es. Estados Unidos, tras proclamarse victorioso en la Guerra Fría, se ha declarado mensajero de Dios en el mundo. Dice que no tiene obligaciones sino solo intereses, y estos intereses, según ellos, son sagrados. Es como si no se dieran cuenta de que en las últimas décadas se han formado en el planeta nuevos y poderosos centros de poder que cada vez se hacen sentir más fuerte”. En sintonía con esa declaración, Qing Gang, canciller chino, en febrero pasado publicó el documento “La hegemonía de Estados Unidos y sus peligros”, donde afirma: “China se opone a todas las formas de hegemonismo y política de poder, y rechaza la injerencia en los asuntos internos de otros países. Estados Unidos debe efectuar un serio examen de conciencia.

Debe examinar críticamente lo que ha hecho, dejar de lado su arrogancia y prejuicio, y abandonar sus prácticas hegemónicas, dominantes y de intimidación”. Como todos los imperios, también Estados Unidos -y el supremacismo europeo- pasan. El mundo unipolar de hace apenas unos años se está  reemplazando por una multipolaridad, donde el dólar está dejando de ser la moneda fuerte. La Organización de Cooperación de Shangai -OCS-, fundada en 2001 concentrando casi la mitad de la población mundial y el 25% del PIB global, nuclea 8 Estados miembros (China, India, Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán), 4 observadores interesados en adherirse como miembros de pleno derecho (Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia) y 6 “Asociados en el Diálogo” (Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía). Ello se articula con la aparición de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), economías emergentes que igualmente intentan desmarcarse de los capitales occidentales para establecer una nueva área no regida por la divisa estadounidense. De hecho, se ha fundado el Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shangai, organismo crediticio que abre un nuevo capítulo, intentando dejar atrás a los capitales occidentales asentados en Bretton Woods. A los cinco BRICS originales quieren unirse Argentina, Argelia, Egipto, Irán, México, Baréin, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Corea del Sur. Sin dudas, la composición económico-social y política de estos países es muy diversa, pero todos tienen en común dos características: 1) buscan alejarse de la hegemonía de los capitales occidentales liderados por Estados Unidos y vinculados al FMI y Banco Mundial, y 2) son capitalistas. Salvo China, que claramente es dirigida con un ideario socialista y el control férreo del Partido Comunista, todos los otros son economías de mercado, donde conviven “democracias a la occidental”, como México o Argentina, con monarquías patriarcales hereditarias y altamente violadoras de derechos humanos, como Arabia Saudita o Baréin. ¿Qué los une? Solo intereses económicos de las élites, no precisamente para beneficio popular, barnizados con un discurso “progre”.

¿Qué significado tiene este nuevo diseño planetario que se está dando? Alguna gente en la izquierda ve con buenos ojos estos realineamientos. Puede entenderse que después de la gran paliza sufrida con la caída del primer Estado obrero-campesino y las políticas neoliberales que detuvieron tanto el avance popular, cualquier atisbo de “cambio” puede saludarse jubilosamente. Los progresismos de Latinoamérica, en esa óptica, son vistos casi como triunfos. Pero ¡cuidado! Si el capitalismo no se deja atrás, sigue siendo lo de siempre, aunque se lo disfrace con planes asistenciales con “rostro humano”, y no se termine con la explotación.

Se dice que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Con esta nueva recomposición no-occidental liderada por China y Rusia, seguramente mucha gente puede celebrar contenta, porque el imperialismo yanki está encontrando una contención. Pero nada indica que el mundo multipolar que está despertando sea, necesariamente, el “amigo” del campo popular global. Rusia es un país tan capitalista como Canadá, Bélgica o Qatar; o también Nicaragua, donde una clase dominante usufructúa (se apropia, roba) la riqueza producida por la gran masa trabajadora. China, que se abrió a elementos capitalistas con Deng Xiaoping, explota trabajo asalariado y tiene un amplio sector de economía privada, aunque el Partido Comunista dirige los destinos del país, con proyectos supuestamente socialistas. Si ese proyecto es un paso adelante para la revolución mundial, si eso contribuye a la liberación de los pueblos y nos marca un camino, aún no está claro.

Que el “enemigo” del feroz y deleznable imperio yanki sean estas dos superpotencias puede ser una relativa buena noticia: el Tío Sam (más exactamente: el proyecto geohegemónico de su clase  ominante) también puede vérselas mal, acorralado por nuevos poderes, en decadencia. Pero eso no significa un verdadero avance para el socialismo. Con un mundo multipolar la lucha de clases sigue presente (¿por qué habría de desaparecer?) Es decir: las injusticias estructurales del sistema, el choque entre los que poseen los medios de producción y entre quienes trabajan para acrecentar esas fortunas. No queda claro en absoluto por qué un mundo ya no unipolar sino multipolar, pero siempre capitalista, sería deseable para el campo popular, para quienes vivimos de nuestro trabajo: asalariados varios, obreros industriales, campesinos, sub-ocupados, amas de casa, empleados, trabajadores independientes, trabajadoras sexuales.

¿Importa mucho, decide nuestras vidas si quien nos explota es rubio de ojos celestes, o negro, de ojos rasgados, con turbante, con falda y tacones o con saco y corbata, bisexual, heterosexual, con alto grado académico o semianalfabeto, de Qatar, Bélgica, Rusia, de Nicaragua, de Myanmar, Escocia o de Estados Unidos? Debemos tener cuidado con el engaño de la multipolaridad como avance social. El socialismo es otra cosa.


Marcelo Colussi: mmcolussi@gmail.com,

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22.4.23

Boletín de Prensa de la Audiencia Ambiental Gorgona de la Sociedad Civil en Cali


22 de abril de 2023. Por Armando Palau, David Gómez y Rubén Chávez. Este viernes 21 de abril se realizó en la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali, la primera Audiencia Ambiental de la Sociedad Civil en defensa del Parque Nacional Natural Gorgona, conocida como la Isla Ciencia por sus endemismos y por la rica biodiversidad, siendo parte de la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza,El evento convocado por el Círculo de Pensamiento Ambiental (Cirpa) que congrega a las Fundaciones Biodiversidad, Nueva Luz, Huella de Agua y Pamgea, la Veeduría Santiago de Cali, la Corporación Ekoinc, la Casa Ideó y la Asociación de Museos Populares de Colombia. Al evento concurrieron los científicos Diego Amorocho de Cigma experto investigador en Tortugas Marinas y Laura Benítez de Unidos por Gorgona investigadora de Ballenas Yubarta, así como el Maestro de Buzos Gonzalo Concha. Se demostraron los múltiples impactos sobre esa fauna marina y se expresó el malestar por la puesta en duda por parte de la Ministra de Ambiente Susana Muhamad de las labores y resultados de investigación y ciencia que realiza el Comité Científico de Gorgona. Igualmente intervinieron los abogados Andrés Pachón del Colectivo Salvemos Gorgona refiriéndose a la violación a la soberanía nacional y Armando Palau Aldana del Círculo de Pensamiento Ambiental quien disertó sobre las tragsresiones de la licencia al ordenamiento ambiental. También expuso la jóven estudiante de derecho Susana Claus en representación de la Comunidad de Pescadores de Bazán, sobre las nulidades originadas por la no realización de la Consulta Previa para el otorgamiento de la licencia ambiental. El acto se inició con la presentación de reportaje hecho en Guapi al Capitán de Navío de la Armada Nacional Jorge Bermudez, quien lleva la vocería en la presentación del proyecto en distintos escenarios. Después del Panel de Expertos, se aperturó un Foro entre la ciudadanía que asistió quienes colmaron el Salón del Piano, quienes ratificaron las objeciones científicas, jurídicas y etno culturales. Al cierre de la Audiencia el Senador Alexander López en la actualidad Presidente del Polo Democrático Alternativo quien aceptó la invitación del Cirpa, comprometiéndose a entregar personalmente al Presidente Petro las conclusiones de esta Audiencia de la Sociedad Civil. El Senador Alexander López expresó su determinación de respaldar y unirse a las objeciones de la ciudadanía, al igual que lo han expresado la Senadora Andrea Padilla, y los Representantes a la Cámara Jennifer Pedraza y Juan Carlos Lozada, en el propósito de lograr la suspensión y revocatoria de la Licencia Ambiental para la construcción de la Estación de Guardacostas financiada por el Fondo Antinarcóticos de los Estados Unidos, considerada por la Sociedad Civil asistente como una Mini Base Militar. Todos al unísono reclaman una determinación de fondo del Presidente Gustavo Petro y su correspondiente pronunciamiento a la opinión pública.

20.4.23

¡Democracia Radical! - Disertaciones del Crepúsculo

20 de abril de 2023. Por Armando Palau Aldana. En estos tiempos de elecciones locales empiezan a escucharse propuestas de las y los candidatos que giran alrededor de temas comunes que se direccionan en la opinión pública, tramas que desde generadores temáticos se localizan en imaginarios colectivos, como la inseguridad que se torna sensible para las gentes que caen en el espectro de cultivar artículos personales de lujo en medio de tantas necesidades básicas insatisfechas.

Lo colectivo es rebasado por lo individual, no alcanza a sensibilizar a las comunidades pequeño burguesas de urbes medianas como Cali, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla o Cartagena comparadas con una ciudad metropolitana como Bogotá en la que municipios limítrofes fueron absorbidos en localidades. Sin embargo, en las poblaciones pequeñas o intermedias el reflejo de esta conurbación desde las capitales departamentales afecta la vecindad que entraña mutualidad.

El afianzamiento de esta cómoda y egoísta actitud está ligada al culto a la propiedad privada desde tiempos de Roma en los inicios de la civilización occidental, llegando a la forzosa construcción de intereses difusos hace apenas medio siglo, cuando el mundo de la mano de las modernas canciones y el arte superó la decadencia de la posguerra permitiendo a las nuevas generaciones consolidar modernas comunidades.

Sin embargo, por esas mismas calendas de los años setenta se avizoraron los límites del crecimiento en instancias como las Naciones Unidas o la Organización de Estados Americanos que a duras penas ondeaban un poco más de veinte años, desde donde se ocuparon de los intereses ambientales arribando la tercera generación de derechos humanos, solo reconocidos como fundamentales hace un par de años, desempolvando y validando el ejercicio de veteranas acciones constitucionales.

Ciertamente este contexto nos lleva a preguntar porque el ejercicio de la soberanía popular se torna paquidérmico, estando la respuesta localizada en el espectro del egoísmo y el antropocentrismo que refuerzan la representación democrática, enquistando la intriga en el sumun de los partidos y movimientos, en las corporaciones públicas y en los establecimientos comerciales.

Si retomamos nuestra historia política, ese país nacional referido por Gaitán hace 75 años que no se materializó es hoy en día la visión alternativa de la gobernanza ambiental, entendida como la coordinación que tiene lugar en espacios no jerárquicos (redes), que promueven la participación de la sociedad civil en la deliberación de los asuntos públicos y ambientales, mediante sistemas de gobierno gestados por las propias comunidades, que muestran una nueva visión de la democracia (Montoya y Rojas, 2016).

Eso es precisamente el ejercicio que proponemos desde el Círculo de Pensamiento Ambiental a la sociedad civil de Cali, desde la óptica de la ecología política de André Gorz, ejercicios autónomos de democracia radical en la que se discuta abiertamente la suerte ambiental de biomas de alta importancia estratégica como el Parque Nacional Natural Gorgona, para estructurar desde la cartografía social y el sentipensamiento sugeridos por Fals-Borda la problemática ambiental.

Nos vemos este mañanero viernes 21 de abril en la Sociedad de Mejoras Públicas para celebrar la Primera Audiencia Ambiental de la Sociedad Civil sobre este Mundo Marino en un ejercicio de Democracia Radical, evocando el Humano Litoral del Poeta del Mar, Helcías Martan Góngora: “Vuelto al agreste mediodía/ardo en la hoguera tropical/entre el rumor de los tambores/que agita un viento secular/y en la liturgia del ancestro/soy el varón elemental/en cópula con la selva/y en guerra con la ciudad”.


9.4.23

Primera audiencia ambiental de la sociedad civil - Disertaciones del Crepúsculo


9 de abril de 2023. Por Armando Palau Aldana. Definitivamente quien desconoce la historia está condenado a repetirla y la de Colombia ha estado marcada por el sometimiento y la manipulación del pueblo por parte de sus gobernantes a través de: la usurpación de los colonizadores españoles, de la dirigencia emancipadora, así como de la dirigencia partidista. En varios episodios notables poblaciones colombianas han reclamado el respeto por su dignidad, como la lucha emancipadora de Benkos Biohó, líder de la lucha antiesclavista en Cartagena de Indias y precursor de Palenque de San Basilio (1599 a 1621), la población pionera de la libertad en América.

Recordemos también la valiosa incursión libertaria de José Antonio Galán de la mano de la heroína Manuela Beltrán en la Insurrección en Socorro, quien en su exitosa campaña del Ejército Comunero por el río Magdalena declaró libres de tributos a los pueblos indígenas y proclamó la libertad de los negros esclavos (1780 a 1781) enfrentado por el plan pacificador del arzobispo Antonio Caballero y Góngora y sus misioneros capuchinos en su misión de salvar a la región de la ‘infidelidad’ de Galán en nombre de la fe católica.

Evoquemos al general tolimense José María Melo (1854) y su insubordinada gesta logrando la reconfiguración temporal del poder en la vida republicana de Colombia, en la que con el apoyo de los artesanos intentó un gobierno sin la pequeña burguesía criolla que desfiguró el legado libertario de Bolívar. Melo fue sometido a tres falsos juicios y luego deportado, pasando por Costa Rica, El Salvador, Guatemala llegando a México donde le fue reconocido su grado militar por Benito Juárez y reposan sus restos mortales luego de defender a las comunidades indígenas mexicanas y caer en una emboscada.

De la Patria Boba de principios del Siglo XIX en la que se elegía el gobierno mediante colegios electorales conformados por terratenientes letrados (requisito habilitante para elegir y ser electo), pasando por el nacimiento de los partidos liberal y conservador a mediados de esa centuria, arribando por la institucionalización del centralismo donde la soberanía residía en el abstracto concepto de la Nación (1886), hasta llegar al reconocimiento del pueblo como soberano desde donde emanan las ramas del poder y la función pública (1991) hemos girado alrededor de la democracia representativa y machista.

Prohombres del presidencialismo dirigiendo nuestra atribulada patria durante dos siglos. Con el sofisma de distracción de la participación democrática como remedo de la democracia directa ya cumplimos veinte y tres años de la Carta Política del 91. Ya pasó un lustro de la ciudadanía de su primera generación y desde las barriadas nos recordaron por un instante la Comuna de París (1871) ese movimiento social revolucionario obrero que gobernó la capital francesa durante 60 días como rechazo a las marcadas desigualdades sociales y que finalizó con ingentes muertos y apresamientos, como los estudiantes y obreros parisinos del “Mayo del 68”, aunque aquí faltó “La imaginación al poder”.

En la evolución internacional de los derechos fundamentales (individuales) solo llevamos un año de reconocer el medio ambiente saludable como derecho humano desde el Consejo de Derechos Humanos y Asamblea General de Naciones Unidas, al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque Ciro Angarita desde la Corte Constitucional así lo justipreció en 1992, el establecimiento se niega a implementarlo, incluso desde el gobierno del Pacto Histórico, no permiten que la ciudadanía participe en la toma de decisiones ambientales como la base Mini Base Militar Gorgona.

Para superar esa esclerótica representatividad no podemos quedarnos sentados esperando que nos abran el espacio, porque los Congresistas de la nueva alianza nacional no le contestan a la ciudadanía (ni una simple llamada) siguen aferrados al viejo esquema de la politiquería y nunca tienen tiempo para atender las causas ambientales, salvo contadas excepciones en otras bancadas. Tenemos la oportunidad de ejercer nuestra soberanía popular en espacios de deliberación y acción, sabiendo que lo más importante es la identificación de los problemas para proponer sus consensuadas soluciones.

En la poética sugerencia de Benedetti “Y en la calle codo a codo somos muchos más que dos”, sabemos que muchas causas ambientales de multitudes tienen trasfondo protagónico, partidista, electoral o comercial. Preferimos enarbolar el pensamiento de Gaitán inmolado hoy hace 75 años: “'No creo que por grandes que sean las cualidades individuales, haya nadie capaz de lograr que sus pasiones, sus pensamientos o sus determinaciones sean la pasión, la determinación y el pensamiento del alma colectiva”, por ello les convocamos y esperamos en la Primera Audiencia Ambiental sobre Gorgona en Cali en la mañana del venidero viernes 21 de abril en la Sociedad de Mejoras Públicas.