jueves, 20 de julio de 2023

¡El liberalismo, una historia tergiversada! - Disertaciones Liberales


20 de julio de 2023. Por Armando Palau Aldana. La historia la escriben los vencedores, frase atribuida al filósofo alemán Walter Benjamin, al escritor británico George Orwell y al político inglés Winston Churchill, pero con el paso del tiempo se descubren las mentiras, como la de historiadores que sostuvieron con ímpetu que el primer grito de independencia fue del Cabildo de Cali el 3 de julio de 1810, hasta que apareció el acta correspondiente y el Presidente de la Academia de Historia del Valle, Luis Antonio Cuéllar develó la falsedad: “No hubo Grito de Independencia; que por el contrario hubo adhesión al bien Amado Rey Fernando VII”.

Esto nos impuso la tarea de escudriñar la historia y la del Partido Liberal en Colombia, sobre todo porque ciertos tipejos que hacen parte de la bandola de Gaviria que desde el 2005 secuestraron a la colectividad roja, vinieron a conmemorar la tergiversada historia sobre los orígenes del Partido en Colombia, rindiéndole culto al boyacacuno Ezequiel Rojas y su escrito “La Razón de mi Voto” (16 julio 1848) como acta fundacional del liberalismo, amén de su confesa participación en la noche septembrina contra Bolívar (1828), conspiración santanderista sofocada por Manuelita “La insepulta de Paica”.

Para estos menesteres, tomo como referencia esencial las investigaciones sobre la prensa de la Biblioteca Virtual Colombiana de la Universidad Nacional, para traer a colación “El Correo del Orinoco” con 133 ediciones (27 junio 1818 a 22 marzo 1822), un periódico creado por orden del Libertador, que constituyó la principal arma retórica de los patriotas en el proceso de Independencia, prensa dirigida por Francisco Antonio Zea. Una de las fuentes preferidas de la “historia patria” colombiana y venezolana, por la gran cantidad de información dada sobre la campaña libertadora.

Este periódico plasmó varias de las ideas liberales, en un momento de convulsión y transformación social en todo el continente. Uno de los lemas propuestos por Bolívar dice: “Un hombre sin estudios es un ser incompleto. La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que siempre está próximo a revolcarse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infatigablemente en las tinieblas de la servidumbre” y su editorial: “El derecho de expresar sus pensamientos, y opiniones de palabra, por escrito, o de cualquier otro modo, es el primero y más estimable bien del hombre en sociedad” (7 agosto 1819).

Traigo a colación otro referente un tanto fugaz, por esas calendas también surgió el periódico El Insurgente con 13 ediciones (5 agosto 1822 a 22 noviembre 1822), donde se ventilaron las discusiones de los conceptos políticos fundamentales al inicio de la República, cuestionándose el halo de perfección que exhibía la prensa del Estado, los funcionarios y en general todo el sistema político instaurado luego de la emancipación. Tuvo como principal propósito resguardar a los ciudadanos de los excesos de los magistrados y la ley, mediante lo que consideraba un uso legítimo de la libertad de imprenta.

Igualmente destaco también el periódico “La Noche” que emergió para refutar la prensa conservadora “El Día” con una estocada lapidaria: “La noche es madre del pensamiento: en medio de la calma majestuosa que ella inspira, callan las pasiones turbulentas, i (sic) ceden su lugar a la razón”. Fue un periódico político, literario y comercial que circuló en Bogotá durante 1845 y 1846, fundado por Juan Nepomuceno Vargas como una fogosa tribuna liberal. No obstante desde alguna esquina del poder se intrigó para mentir que Rojas fue el artífice del acta fundacional del Partido del Pueblo en 1948.

Otto Morales Benítez, este si un historiador y político liberal, en varias de sus obras: Testimonio de un pueblo (1962), Revolución y caudillos (1974), Memorias del mestizaje (1984), Liberalismo: destino de la patria (1985), Bolívar joven: homenaje a la libertad (1986) y Periodismo, Ética y paz (2005); cuestionó la falsa atribución al santanderista Rojas autor de a frase: “Como pudieron ustedes reconocerme si no había luz”, justificando que la estratégica propuesta bolivariana de revocatoria de la institucionalidad como un delito imperdonable hacía posible y legítima cualquier conspiración en su contra.

Esta es la realidad de un liberalismo estático entregado por Samper al neoliberal Gaviria hace 18 años, no obstante que la Declaración Ideológica confeccionada en la Asamblea Liberal Constituyente de Paipa (2001) y aprobada en la Consulta Liberal (2002) por dos millones y medio de militantes y simpatizantes liberales estableció el principio “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario, en contraste con las formulaciones neoliberales que promueve el capitalismo salvaje”. Cali por ejemplo tiene al médico Pinilla Malo como concejal hace 20 años, como copartícipe de la crisis.

Desde el Colectivo Izquierda Liberal tuvimos el 30 de mayo que conminar al Consejo Nacional Electoral para que impusiera al liberalismo el deber de realizar su convención, toda vez que la ponencia fue engavetada por la recusación que hizo Gaviria a la ponente Fabiola Márquez a mediados de mayo. Ante la renuencia del CNE interpusimos Acción de Cumplimiento el 4 de julio ante el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca pero este la peloteo al de Cundinamarca que se la devolvió este 19 de julio, dándoles tiempo al Consejo Electoral para que cumpliera su mandato constitucional el Partido de Gaviria.

Sigo siendo un liberal de izquierda, precisando que la centro izquierda es una ficción que no existe, es decir es una falacia utilitarista. Sigo con la intención de llevar los idearios bolivariano y gaitanista hacia la ecosocialdemocracia como una posibilidad en la que el libre mercado esté limitado por una sustentabilidad que resuelva en primer término las Necesidades Básicas Insatisfechas y el desarrollo humano de las ingentes comunidades pobres, empodere a la juventud y fortalezca al microempresariado, preserve los ecosistemas y garantice el derecho colectivo a gozar de un ambiente sano.

En su espléndida Carta de Jamaica (1815) Bolívar dijo: “Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil, y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio. Luego que seamos fuertes, bajo los auspicios de una nación liberal que nos preste su protección, se nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está destinada la América meridional”.


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