jueves, 29 de enero de 2015

¿Que es CIRPA?






Desde hace algunos años un grupo de ciudadanos caleños, vallecaucanos y colombianos se han dado a la tarea de reflexionar sobre las dinámicas medioambientales que afectan a la población caleña y al entorno medio-ambiental. Esta reflexiones parten desde concepción holística donde el ser humano no es ajeno al entorno natural, sino parte integral de este, pues sin duda alguna el accionar humano es el de mayor afectación para el ecosistema del Valle del Cauca y la ciudad de Cali.

En esta medida CIRPA es una apuesta por generar no solo reflexiones sino también procesos participativos que conlleven a acciones concretas para la recuperación y el saneamiento ambiental.

Invitamos a todos los interesados en participar en reflexiones o acciones ambientales en contactarnos por medio de nuestra web:

www.cirpa.co



Este círculo no es propiamente el plano euclidiano definido por una circunferencia, es un lugar de encuentro o de convergencia donde diferentes organizaciones ambientalistas con sus distintas percepciones se aproximan en el sendero del disenso creador, para reflexionar sobre las problemáticas ambientales con el propósito de asumir posiciones, generando opinión pública y masa crítica.

Su redondez se fue conformando a mediados de los años noventa y hasta la mitad de la primera década del año dos mil, a partir del Cabildo Interdisciplinario del Medio Ambiente (Calima), luego mutó hasta el año dos mil catorce hacia el Centro de Pensamiento Ambiental (Cepa), en la mitad de la segunda década del año dos mil, se tornó en el Círculo de Pensamiento Ambiental (Cirpa).

Hoy en día concurren las Fundaciones Biodiversidad, Nueva Luz, Monaya, Solar de Celina, Huella de Agua y Parhe, así como la Veeduría Ciudadana Santiago de Cali y el Instituto para la Igualdad de Oportunidades.

El Círculo de Pensamiento Ambiental no es una red ni una organización de segundo nivel, ni tiene una jerarquía organizacional ni administrativa. Su vocería se conforma en forma tripartita. Con ocasión de los consensos que se construyan, respetando el derecho de las minorías a disentir sin ser absorbidas por la mayoría en las declaraciones que se emitan.

martes, 27 de enero de 2015

Disertaciones del Crepúsculo – ¡Las Comunidades Afrocolombianas sin Plan de Desarrollo!




Por: Armando Palau Aldana En el noventa y uno, la Asamblea Nacional Constituyente reconoció la diversidad étnica y cultural de Colombia, así como la propiedad colectiva de las Comunidades Negras que han ocupado tierras baldías en zonas ribereñas con sus prácticas tradicionales de producción, imponiéndole a legislador la obligación de establecer mecanismos para la protección de su identidad cultural y sus derechos, como para el fomento de su desarrollo económico y social, lo que en efecto se consagró en la ley setenta de mil novecientos noventa y tres. Esta pieza legal impuso al gobierno nacional la obligación de crear una Comisión de Estudios para la formulación de un plan de desarrollo de estas comunidades negras, la cual comienza a operar una vez sea elegido el Presidente y hasta la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo en el Consejo de Política Económica y Social y su presentación ante el legislativo, es decir después del siete de Agosto y por seis meses más. En este plan se propondrán las políticas de largo plazo para las y los afrocolombianos y será el marco de referencia para que las políticas del Plan Nacional de Desarrollo promuevan el desarrollo sostenible de este componente de la nacionalidad de acuerdo a su propia visión.

Indica la norma que esta será una comisión técnica con amplio conocimiento de las realidades de las negritudes y para su conformación se tendrá en cuenta las propuestas de los consejos comunitarios y las organizaciones sociales de las mismas, siendo la responsabilidad de la designación y apoyo logístico del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio del Interior.

En estas dinámicas, la otrora Consultiva de Alto Nivel Afrocolombiana jugaba un rol importante y casi que definía la composición de dicha delegación; pero a partir del fallo de la Corte Constitucional (proferido en agosto pasado), que precisó que la consultiva no podía excluir a las organizaciones sociales urbanas dejando solo a los consejos comunitarios rurales, tardíamente el alto gobierno -solo a finales de septiembre- hizo la convocatoria para la Comisión de Estudios, para que organizaciones afines se postularan y aforó dicho gasto con un poco más de quinientos millones de pesos, precisando que tendría que incluirse entre los siete comisionados de alto perfil académico sendos raizales de San Andrés y Providencia y de Palenque de San Basilio, dos de los consejos comunitarios y dos de las organizaciones sociales. Este rubro comprendía el pago de los honorarios profesionales, los viáticos y los gastos para la realización de asambleas consultivas nacionales por los territorios de comunidades negras. El cierre de la convocatoria se prorrogó por una semana, porque lo solicitaron algunos consejos comunitarios, simultáneamente once voceros que se arrogaron la vocería de la Autoridad Nacional Afrocolombiana conformada por ciento nueve delegados, rechazaron la invitación pública y le exigieron al gobierno que en concurso con ellos conformaran la Comisión de Estudios, frente a lo cual sucumbió el Ministro del Interior (veterano político norte santandereano Juan Fernando Cristo), quien convenció al Director Nacional de Planeación (Simón Gaviria) y abortaron la convocatoria después de recepcionar cinco propuestas.

Luego se fraguó la intriga, el Ministerio del Interior por intermedio de la Viceministra para la Participación e Igualdad de Oportunidades y la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras, con quienes rechazaron la invitación pública y otro puñado de líderes afrocolombianos (desde distintos ligares del país convocados, transportados en avión, hospedados y alimentados por esa cartera ministerial en Bogotá), desconociendo las propuestas radicadas se han estado reuniendo para tratar de amar la Comisión de Estudios. Entre tanto se agotaba el tiempo para que la misma se hubiera conformado, elaborando y consultando el Plan de Desarrollo entre los distintos miembros de organizaciones y consejos. Ahora solo quedan doce días mientras el gobierno reúne al Conpes y radica ante el Congreso de la República el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo, mientras que el Plan de las Comunidades Afrocolombianas sigue sin tener siquiera un borrador o una propuesta de hoja de ruta, siendo una vez más víctima de la discriminación estatal.

Inaceptable es que este ocurra desde el ministerio responsable de interlocutar y gestionar el desarrollo de las negritudes, quien cuenta demás con la asesoría de Pastor Murillo, un veterano trabajador de la temática y quien se desempeñó como uno de los primeros Directores de Comunidades Negras en esa cartera ministerial. A estas alturas se viola la Constitución y se trasgreden los derechos colectivos, culturales, económicos y sociales de las comunidades afrocolombianas en un momento en que se despejan los diálogos de paz de La Habana y bajo el “Todos por un nuevo país” del Plan Nacional de Desarrollo, sin lenguaje incluyente y sacando en medio de las intrigas y las conjeturas a un pueblo que representa por lo menos la novena parte de esta atribulada patria, que colonizó el Pacífico conservando la mega biodiversidad y le apostó a la gesta libertadora, sin que se redima la deuda social que tiene el establecimiento con este componente de la nacionalidad colombiana. Entre tanto los voraces apetitos que se pelean las cuestionadas curules no dicen ni pio de esta terrible y excluyente realidad. ¿Le seguirán apostando el gobierno nacional y el congreso de la república a ahondar esta brecha étnica?

Cali, veinticinco de enero del dos mil quince.

viernes, 23 de enero de 2015

El 1% de los más ricos será dueño de la mitad de la riqueza del mundo



Tomado de las 2 Orillas.

Luis Carlos Sarmiento hace parte de los 80 individuos que tienen tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo.

Que el planeta es desigual lo sabe cualquiera. Pero que en 2016 llegará a unos niveles aterradores, lo acaba de revelar Oxfam. Si toda la riqueza del mundo se repartiera en dos tajadas iguales, una sería para el 1% más rico del planeta y la otra, para el resto de los mortales.

La concentración de la riqueza en pocas manos es un fenómeno que viene de tiempo atrás, pero que en los últimos años se ha acelerado. Es así que en el año 2009, este selecto grupo del 1% más rico, tenía el 44% de la riqueza. En 2014, concentró el 48%. Y como van las cosas, el año entrante tendrá la mitad.

Esta riqueza se traduce en una altísima influencia en los espacios de decisión internacionales de los sectores que a los milmillonarios les interesan, especialmente el financiero, de seguros y el farmacéutico. El primero y el último, cada uno, se gastó en lobby alrededor de 500 millones de dólares en 2013 en Washington y Bruselas. Pero hay otra vía para lograr normas favorables para ellos: financiar campañas electorales. El sector financiero, por ejemplo, destinó 571 millones de dólares en ese rubro a lo largo de 2012 en Estados Unidos.

La asimetría de riqueza y de poder tiene repercusiones contundentes en el resto de la población. Algunas de las normas farmacéuticas que benefician a los milimillonarios impiden la producción de genéricos y encarecen los medicamentos por encima de lo que muchas personas y gobiernos necesitados pueden pagar.

Aun hoy, cuando creemos que la calidad de vida de la edad media es cosa del pasado, una de cada nueve personas en el mundo no tiene suficiente comida. Y más de mil millones de personas tienen que hacer rendir como sea los 1,25 dólares a los que pueden aspirar cada día; 3000 pesos. Y esto, porque la mitad de la riqueza que no está acaparada por el 1% más rico también está distribuida de forma poco equitativa. El 80% de toda la población del mundo vive con menos del 5,5% de la riqueza mundial.Lo más sorprendente es que también hay inequidad dentro de ese 1% más rico, que son alrededor de 73 millones de personas. Pero de ellas, solo 1646 son milmillonarias (que tienen miles de millones de dólares). Casi una tercera parte son estadounidenses y el 90% son hombres. Y apenas 80 individuos tienen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población del globo. La fortuna de estos “top 80” se duplicó entre 2009 y 2014. Luis Carlos Sarmiento está en el puesto 79.

jueves, 22 de enero de 2015

Disertaciones del Crepúsculo - Una mirada a la problemática de la comunidad afrocolombiana.



 Armando Palau Aldana.

Este fin de semana se realizó en la Sucursal del Cielo, una asamblea de las distintas expresiones de las comunidades afrocolombianas del Valle del Cauca, en el recinto del auditorio principal de la Usaca (con mucha pena reconocerlo, una especie de colcha de retazos de albañilería), en donde se albergaron algo así como mil doscientos ciudadanos de este pueblo que reafirma la condición pluriétnica y multicultural de nuestra nación colombiana. El evento obedeció a las órdenes emanadas por la Corte Constitucional, mediante el cual se resolvió la revisión de los fallos de tutela proferidos por los Consejos de la Judicatura (Seccional de Bolívar y Sala Superior Disciplinaria), que se originaron con la acción interpuesta por Moisés Pérez para que se le ampararan los derechos fundamentales a la consulta y el consentimiento previo libre e informado, a la participación, a la igualdad y al debido proceso, los cuales resultaban vulnerados por la resolución ciento veintiuno de dos mil doce proferida por el Ministerio del Interior, mediante la cual se conformaba la Consultiva de Alto Nivel, con solo aquellos voceros de los Consejos Comunitarios de Territorios Colectivos de Comunidades Negras, lo cual generó una exclusión de las comunidades afrocolombianas urbanas, así como el decreto reglamentario veintiuno sesenta y tres del mismo año.

En efecto, el alto tribunal dejó sin efecto los mentados actos administrativos, ordenándole al Ministerio del Interior como garantía de transparencia, poner a discusión la propuesta del “Protocolo de Consulta Previa Libre e Informada para las Comunidades Afrocolombianas Urbanas y Rurales”, que se acogió en Quibdó en Agosto del año dos mil trece, en donde se celebró la asamblea nacional de las comunidades negras, con ocasión de los veinte años de expedición de la ley setenta, mediante la cual se reglamentó el artículo cincuenta y cinco transitorio de la Carta Fundamental, que reconoció la propiedad colectiva de las Comunidades Negras ancestrales que han ocupado tierras baldías en zonas ribereñas con sus prácticas tradicionales de producción, así como el establecimiento de mecanismos para la protección de su identidad cultural y sus derechos, y para el fomento de su desarrollo económico y social. En dicho evento, se conformó la Autoridad Nacional Afrocolombiana con ciento nueve delegados, la cual fue reconocida como instancia transitoria para el proceso de consulta previa por la cartera ministerial de gobierno.

La asamblea de este fin de semana, originó una fuerte puja en donde distintos sectores provenientes de los veintiun municipios con presencia de afrovallecaucanos, construyeron alianzas para designar a treinta y nueve delegados a un espacio nacional, que venía siendo cooptado mayoritariamente por Rosita Solís, vocera de los consejos comunales de negritudes rurales de Buenaventura, cuestionada en la prensa nacional por oneroso manejo de las consultas previas en las obras de infraestructura que tocan territorios de comunidades negras, quien a su turno usurpó la curul de Liomedes Mosquera ante el Consejo Directivo de la C.V.C., quien fuera elegido por la respectiva asamblea de organizaciones afrocolombianas, una maniobra que se discute en los estrados del Consejo de Estado en un proceso electoral, quien como Consejera defendió a codo partido la ilegal permanencia de Oscar Campo como Director de la C.V.C. y hoy está vinculada por la Procuraduría para la función pública al proceso disciplinario correspondiente y a la espera que la Fiscalía defina si su conducta la hace merecedora de formular cargos por eventuales punibles. En la mentada reunión de los pasados sábado y domingo, fue notorio el caos y el desorden, ocasionados como tácticas para mitigar la desventaja de la presencia minoritaria del sector que acompaña a la Solís.

El tema está conectado con el deber del Director de Planeación y del Ministro del Interior, de conformar una Comisión de Estudios para la elaboración del Plan de Desarrollo de las Comunidades Negras, un componente del Plan Nacional de Desarrollo, lo cual hicieron mediante convocatoria de finales de Septiembre pasado para que una organización social afrocolombiana propusiera dicha delegación con siete consultivos de alto nivel académico y experticia en el conocimiento de la realidad afrocolombiana y prestara el apoyo logístico. Por petición de voceros de varios consejos comunitarios la convocatoria fue ampliada por los altos funcionarios una semana más, simultáneamente once líderes que se arrogaron la vocería de la Autoridad Nacional Afrocolombianas, exigieron que se abortara la convocatoria pública, a la que acudieron cinco propuestas organizacionales. Dicha exigencia fue acogida por el Ministro del Interior Juan Fernando Cristo quien así lo solicitó al Director Nacional de Planeación Simón Gaviria, quienes en efecto mediante un confuso comunicado reversaron el proceso.

Más cuestionable aún, fue que bajo el pretexto de búsqueda de mecanismos para conformar la Asamblea Nacional de Delegados de Consejos Comunitarios y Organizaciones Afrocolombianas, manipulando la última sentencia constitucional (que fue ignorada desde agosto hasta finales de octubre por el Ministro del Interior), la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras del mismo Ministerio haya escogido a un puñado de líderes para discutir la forma de conformar a dedo la aludida Comisión de Estudios con los mismos personajes, desconociendo las cinco propuestas que se presentaron oportunamente. Es decir se continuó con la trasgresión al derecho a la igualdad de trato, así como al debido proceso imparcial y transparente, generando otra exclusión más del pueblo afrocolombiano de las sendas de la planificación del desarrollo nacional, razones por las cuales como Director del Observatorio de Discriminación del Instituto para la Igualdad de Oportunidades que conformó en mil novecientos noventa y ocho el negro Agustín H. Valencia, y cofundador del Movimiento Nacional de Comunidades Negras en mil novecientos noventa y cuatro estoy tramitando sendas acciones de cumplimiento y de tutela contra Cristo y Gaviria, porque la socarronería sigue siendo una de las vedadas estrategias del gobierno nacional con las comunidades del Muntu, Changó, Yemayá, Eleguá, el Panteón Yoruba y la cultura Bantú.

Paralelo a estas tramoyas, el afán por ocupar las dos curules de los cuestionados elegidos a la Cámara de Representantes por la circunscripción electoral de las comunidades negras, ha tenido un despliegue periodístico dirigido o patrocinado, pues en virtud del vacío que se produjo en el trámite legislativo de la ley seiscientos cuarenta y nueve en el dos mil uno, que congregó las distintas circunscripciones especiales para la cámara baja, en la que se determinó que para representar a los pueblos indígenas sería menester haber sido autoridad tradicional, mientras que para las comunidades negras solo bastaba con pertenecer a una organización reconocida por el Ministerio del Interior, lo cual dejó un enorme boquete que hoy permite precisamente que se genere el debate y la incertidumbre.

No voy a fungir de abogado de oficio de los cuestionados amigos de Yair Acuña que fueron elegidos con una abrumadora mayoría que le permitió a su lista alcanzar el umbral con sus casi sesenta mil votos, pero lo cierto es que en el proceso electoral ante el Consejo de Estado como órgano competente, han sido negadas las peticiones de suspensión en tres procesos que se adelantan contra aquellos. A cambio se alegan falsedades del orden penal que no han sido declaradas por ningún juez de la república. Los impugnados por su parte, alegan por ejemplo que Diego Angulo, el candidato de la lista del movimiento Poder Ciudadano de la negra Piedad Córdoba, emerge de un movimiento inscrito ante la Dirección de Comunidades Negras tan solo seis meses antes de las elecciones de Marzo, cuando la legislación electoral dice que se requiere por lo menos un año de pertenencia al movimiento o partido debidamente reconocido con anterioridad. De declararse una nulidad a eventuales inhabilidades de los elegidos, sus votos seguirían incólumes. La negra ha puesto un gran esfuerzo en cabeza de su pupilo político que alcanzó un casi cinco mil votos, para hacerse a una personería jurídica que le permitiría expedir avales para la venidera contienda electoral, después de la derrota electoral ocasionada por el error de promover a su delfín al Senado, repitiendo la práctica monárquica de imponer a sus vástagos, una inveterada costumbre manzanilla. Diego Angulo dijo a El Espectador –fuera de contexto- que no debía permitirse la posesión de los inculpados porque no eran negros, lo cual se sale del contexto de la reciente sentencia constitucional, que reafirma que el color de la piel no puede ser el determinante, basta con auto-reconocerse como afrodescendiente, ha dicho la alta corte. Por cierto, el abuelo de uno de los elegidos, es de esos negros veteranos de Puerto Tejada. Es decir, no podemos anhelar a pertenecer a la rama legislativa desconociendo la presunción constitucional de inocencia, un principio legal de aceptación en el mundo entero, pues esto es precisamente lo que nos aplican a quienes cuestionamos al establecimiento, meras conjeturas como las que tienen al compañero Hoobert Ballesteros de Marcha Patriótica en la cárcel. Esto me recuerda el poema del pastor luterano Martin Niemoller (aludido erradamente a Bertol Brecht): “Primero vinieron a buscar a los comunistas pero como yo no era comunista no dije nada, después vinieron a buscar a los judíos pero como yo no era comunista no dije nada, ahora vienen por mí pero es demasiado tarde porque no hay nadie que hable por ello“. Este es el panorama actual de las comunidades afrocolombianas, cuyos esfuerzos para mejorar y propiciar un mejor futuro y el pago del saldo de la deuda histórica del gobierno nacional, debe ser un propósito de quienes estamos inexorablemente vinculados a esta dinámica histórica del país nacional.

Cali, veinte de Enero de dos mil quince.

miércoles, 21 de enero de 2015

¡To be or not to be!

 


William Shakespeare.

Ser o no ser,
esa es la cuestión.
Para dormir, quizás para soñar; Sí, ahí está el problema,
Porque en aquel sueño de la muerte, ¿qué sueños pueden venir,
Cuando hemos barajado de este cuerpo mortal,
Debe darnos pausa. Ahí está el respeto
Eso hace que la calamidad de tan larga vida:
Porque, ¿quién soportaría los ultrajes y desdenes del tiempo,
Mal, la afrenta del soberbio del opresor,
Los dolores del amor despreciado, el retraso de la Ley,
La insolencia de la Oficina, y la rechaza
Ese paciente mérito de los indignos toma,
Cuando él mismo podría hacer su Quietus
Una punta de acero? Quién soportarían estos Fardels,
Para gruñir y sudar bajo una vida cansada,
Pero que el temor de algo después de la muerte,
El país sin descubrir, de cuya frontera
No se aceptan devoluciones de viajero, rompecabezas de la voluntad,
Y nos hace bien soportar los males que tenemos,
Que volar a otras que conocemos no de.
De este modo la conciencia hace cobardes de todos nosotros,
Y así el matiz nativo de la Resolución.

lunes, 19 de enero de 2015

Condensación de los Procesos de Sistematización de la Memoria.


Por Luís Fernando Tasceche.


La Sistematización de las Experiencias del Proyecto de Habilidades para la Vida Comunitaria de las Mujeres de los Asentamientos Afros, es un proceso social que empodera y produce saber y conocimiento de las prácticas porque ayuda a facilitar otros procesos en otras comunidades donde necesiten replicar los modos particulares de las experiencias exitosas.


La sistematización de la Memoria es una práctica estratégica de la investigación social que permite delimitar los campos de acción en los contextos en los que se producen las prácticas de las habilidades para la vida comunitaria en los territorios. Sobre todo son procesos que se hacen para replicar las metodologías de sistematización de los instrumentos que se requieren para hacer posible la recolección de la información que se necesita para hacer efectiva la producción de saberes.

Desde algunas perspectivas es realmente un método de construcción de conocimientos y de saberes prácticos que nos permite la Investigación Social Cualitativa. Es prácticamente, hacer efectiva la relación simbólica con las prácticas que se desarrollan en las Habilidades para la Vida Comunitaria.

Se hace necesario entonces, disponer de unos instrumentos que son manejados por quienes deben desarrollar el proceso sistematizador y de su uso cualificado es que va a depender que muchos aprendizajes queden en la Memoria del trabajo desarrollado.

Son enfoques de investigación social muy específicos y particulares y están circunscritos en las disciplinas científicas de la Etnografía, la Investigación-Acción Participante, IAP, en cierta hermenéutica experimental, en Etnometodologías diferenciales que nos acercan a las comunidades para que apliquemos ciertas concepciones de la sistematización en que se están moviendo los procesos de construcción de las Memorias Colectivas e Individuales.

Son estos procesos diferenciales los que nos ayudan a mover el enfoque conceptual en donde se inscriben las actividades que se desarrollan y que son las que se van a sistematizar.

Se puede decir que estas herramientas son dispositivos culturales de saber práctico y de poder, ya que éstos están implícitos en su acción restauradora de las Habilidades para la Vida Comunitaria en los territorios. Siempre que existe un proceso de sistematización hay una concepción explícita e implícita. Las herramientas son predeterminadas y debemos reconocer que condicionan el tipo de producto que analizamos y los resultados que queremos conseguir efectivamente.

Hoy necesitamos que nuestras sistematizaciones sean un relato descriptivo y analítico de las experiencias y desde luego pasen a ser un ejercicio de producción de saber que sea capaz de dialogar con lo constituido y de cuenta en muchas ocasiones nos puede delimitar y traspasar ciertos umbrales que por su novedad inauguran nuevos espacios en las áreas del saber y del conocimiento popular.

Por eso es tan importante tener en cuenta, los principios de la sistematización como de su implementación para que no sean las prácticas interpretadas, sino que se respeten sus claves y sus principios dentro de las lógicas de las concepciones en que ajustamos nuestros propios procesos de construcción de la Memoria.

Lo decimos porque hay que descubrir los otros elementos que componen la acción para que el impacto social sea observado, de igual manera también se vea el impacto de la concepción de la sistematización, del tipo de acción del proyecto de habilidades para vida comunitaria, los logros sociales, los desarrollos humanos y que los tipos de focalización en la producción del empoderamiento de los saberes-haceres se repliquen en favor de las comunidades objetos de los proyectos, de los sub-procesos de lo que mueven las acciones públicas de la política en Soberanía Alimentaria, en fortalecimiento Cultural y fortalecimiento Socio-organizativo de las comunidades en sus territorios.

Es mantener la vista abierta al universo complejo que se mueve en el desarrollo de las prácticas culturales que van a ser sistematizadas.

Debemos tener en claro que las herramientas son el Diario Personal o Cuaderno de Notas; la Memoria de las Relatorías; los Archivos y el Diario de Campo. La construcción del Relato donde se cuenta la historia de los hechos o situaciones ocurridas que son muy significativas donde se colocan las experiencias, anécdotas, interacciones, actuaciones, sensaciones.

Este relato es la primera unidad viva del texto de sistematización de las experiencias donde se nos muestran a los actores del proceso en sus relaciones e interrelaciones efectivas, de acuerdo con los escenarios donde se desarrollan los procesos con los tiempos en los que acontecen.

En el relato se le dan unidad y movimiento a las diferentes formas de registro de las experiencias y las prácticas de los saberes-haceres culturales de las habilidades para la vida comunitaria en los territorios. El relato da cuenta de la complejidad de la construcción de la Memoria de las experiencias porque nos muestra los nudos que le dan unidad al proceso en que se está trabajando y permite a los participantes tener una visión global del camino por recorrer y los caminos recorridos del Proyecto.

Da cuenta de la manera como se han ido organizando y los resultados que se van dando. El relato nos exige construir la trama social del tejido comunitario que va a desarrollar el proyecto. En la trama del relato se ve el proceso de lo realizado. Ahí es visible toda la información relevante del proyecto y de su Memoria.

Lo mismo hay que destacar que debemos aprovechar para hacer unas Guías de Observación que nos orienten porque nos dotan de preguntas, saber descubrir cómo vamos a observar los elementos pertinentes de los procesos adelantados, saber tomar la decisión de qué debemos sistematizar, cómo construimos en conjunto a unas miradas más elaboradas, y sabemos cómo nos debemos orientar qué mirar, qué observar, es decir: mirar las interacciones que se dan en las prácticas pedagógicas y cómo se dan esos modos del lenguaje donde es visible el discurso cultural de las etnias y lo que es de género, lo femenino y lo masculino; son tantos los perfiles de la construcción de la Memoria que estas maneras tan especiales de las narratividades, son las que muestran realmente las dinámicas y las formas de los ejercicios colectivos e individuales que se hacen dentro de los procesos que construyen las comunidades de aprendizaje.

miércoles, 14 de enero de 2015

Fuerte reclamación al Ministro de Ambiente





Abogado

Gabriel Vallejo López
Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible
Despacho
Distinguido Señor Ministro;
En el decurso del proceso que inicié en Noviembre del año 2013, para que el Consejo Directivo de la C.V.C. cumpliera el ordenamiento jurídico colombiano y removiera al Director General de la Corporación, se pudo evidenciar que su desacato fue patrocinado por más de un año -entre otros- por la Delegada del Ministro, abogada Silvia Pombo.
Los elementos para hacer dicha afirmación, tienen que ver con que dicha funcionaria lideró en su momento la reforma de los Estatutos de esta C.A.R. lo cual se hizo mediante Acuerdo CD 03 del 26 de Marzo de 2010, reglamento que incorporó en su artículo 50 el deber de remover al Director que cumpliera los sesenta y cinco (65) años como edad de retiro forzoso, en los términos de los Decretos 1200 de 1968 y 1754 de 1994.
No obstante dicha consagración, la misma Delegada del Ministro de Ambiente, sugirió a la entonces encargada de esta cartera ministerial, la geóloga Luz Helena Sarmiento, se acudiera a la Sala de Consulta para que ilustrara sobre la aplicabilidad de las mentadas disposiciones al ingeniero Oscar Libardo Campo, en virtud de invocada autonomía de estas entidades.
Dicho concepto fue emitido el 8 de Febrero de 2014, corroborando que en efecto debía removerse al Director por cumplimiento de edad de retiro forzoso, coincidiendo con la sentencia que obtuve del Juzgado 17 Administrativo de Cali en la Acción de Cumplimiento que interpuse contra el Consejo Directivo en el mes de Enero del año pasado.
Si bien es cierto el Gobierno Nacional tiene la facultad discrecional de mantener la reserva de los conceptos emitidos por la Sala de Consulta del Consejo de Estado o levantarla, no tenía sentido lógico conservar dicha reserva por espacio de los seis (6) meses siguientes a no ser que se concertara la estrategia de mantener al funcionario de marras en el cargo en contravención de la ley, como en efecto se logró durante diez (10) meses, después de alcanzar por mis propios argumentos jurídicos que el Consejo de Estado revocara en Octubre pasado la absurda sentencia del Tribunal Administrativo del Valle del Cauca que predicada que no existía norma aplicable, acogiendo también la solicitud de denegación de la petición de aclaración que formule ante el alto estrado.
En virtud de las anticipadas opiniones y conceptos de la abogada Pombo al periódico El País, para que Campo Velasco siguiera como Director, formulé recusación ante el Despacho del Ministro, quien no solo trasgredió el Código de Procedimiento Administrativo con la estrategia de emitir documentos con fechas en las que aparentemente se cumplen los términos legales para resolver, pero se remiten realmente en términos bastante morosos, pues aparentemente se resolvió la recusación el 20 de Octubre pero solo el 5 de Diciembre se remitió a mi despacho.
La determinación del Ministro de Ambiente, fue inhibirse de emitir pronunciamiento alguno toda vez que la togada Pombo no ostentaría en adelante la calidad de Delegada del Ministro ante el Consejo Directivo.
Pero la realidad nos muestra otra verdad, pues la abogada Pombo ha sido designada nuevamente como Delegada por el Señor Ministro ante el Consejo Directivo, es decir, que aquel adagio que dice hecha la norma creada la trampa se materializa, pues lo que se deduce es que el derecho que me asiste para que se recriminara la ambigua actitud de la funcionaria de marras, fue sencillamente burlado.
Le cuento, que cuando me desempeñé como Consejero Directivo de la C.V.C. hace diez (10) años, tuve la oportunidad de conocer los alcances de la señora Pombo, quien fue capaz de afirmar por fuera de la realidad que la en la cartera ministerial que ella representaba, la Oficina Jurídica dependía de la Secretaría General, afirmación cuya falsedad demostré en sesión de dicha instancia colegiada. El tema está debidamente documentado.
De tal suerte, que usted me obliga a acudir en Acción Popular contra los siete (7) Consejeros Directivos que sostuvieron ilegalmente al tristemente célebre señor Campo como Director de la C.V.C. por espacio de más de un (1) año, por flagrante violación al derecho colectivo a la moralidad administrativa, que la jurisprudencia califica como aquella trasgresión grosera a la ley y a la función pública. Pero el tema es que usted hace evidente su solidaridad con el comportamiento de su Delegada y por tanto deberá concurrir al estrado judicial, pues lo sensato y razonable es que mantenga su determinación de tener desvinculada como su Delegada ante el Consejo Directivo a la profesional del derecho.
Agradezco su fina comprensión,
Armando Palau Aldana – abogado ambientalista

martes, 13 de enero de 2015

Charlie Hebdo: la infamia


Michael Löwy · · · · ·
11/01/15
 

Infamia.  Es la única palabra que puede resumir lo que sentimos ante el asesinato de los compañeros de Charlie Hebdo. Un crimen tanto más odioso, cuanto que estos camaradas artistas eran gentes de izquierda, antirracistas, antifascistas, anticolonialistas, simpatizantes del comunismo o del anarquismo. Hace poco, habían participado en un álbum de homenaje a la memoria de los centenares de argelinos asesinados por la policía francesa en París el 17 de octubre de 1961. Su única arma era la pluma, el humor, la irreverencia, la insolencia. También contra las religiones, según la inveterada tradición anticlerical de la izquierda francesa. Pero en el último número de la revista, la portada ofrecía una caricatura contra la islamofobia de Houllebeck,  y dentro, una página de caricaturas contra la religión… católica. Vale la pena recordar que Chab, el redactor jefe, era un dibujante de sensibilidad revolucionaria que llegó a ilustrar el libro de Daniel Bensaïd Marx,  mode d’emploi. Y que estaba presente en el acto de homenaje a Bensaïd, en donde esbozó unos dibujos tiernos e irónicos que se iban proyectando en pantalla.

La acción de estos fanáticos e intolerantes jihadistas es un crimen contra la libertad de prensa, contra la libertad de pensamiento, contra la libertad artística. Pero es también un crimen contra el Islam, y contra los musulmanes de Francia, que ahora corren el riesgo de pagar la factura de una infamia de la que no son en absoluto responsables.

La ola de islamofobia que ha venido creciendo en la Francia de estos últimos años con el apoyo de periodistas racistas como Eric Zemour o de escritores “consagrados” como Houellebeck,  confunde musulmanes con integristas e integristas con jihadistas, en una amalgama tan pérfida como manipuladora. Ese clima deletéreo favorece a las corrientes racistas, “identitarias” y fascistas, sobre todo a la empresa de la familia Le Pen, que ha hecho del racismo y de la islamofobia su fondo de comercio. Huelga decir que procurarán servirse del crimen de los jihadistas para esparcir su veneno.

Unos y otros buscan instaurar un clima de “guerra de civilizaciones”, según la siniestra fórmula acuñada por Samuel Huntington (uno de los arquitectos de la Guerra del Vietnam). Urge recordar que el verdadero conflicto de nuestro tiempo no se da entre “el Islam” y “Occidente”, sino entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos. Y a fin de cuentas, entre los intereses del capitalismo y los de la Humanidad.

Michael Löwy es un reconocido filósofo e historiador marxista del pensamiento contemporáneo.
Traducción para www.sinpermiso.info: Mínima Estrella
Sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores

lunes, 12 de enero de 2015

Civilización y barbarie


Francia participa en la guerra contra el Estado Islámico y no ha dejado de intervenir en el África negra musulmana con el único resultado de que se fortalece el fundamentalismo islámico.


Civilización y Barbarie


Civilización y barbarie
El sangriento atentado cometido por yihadistas islámicos contra el semanario satírico Charlie Hebdo, en París, puede verse de dos maneras diferentes y contrapuestas. Una, desde la tolerancia y el relativismo de la civilización liberal y democrática hoy imperante en el Occidente laico, a la cual se ha llegado tras siglos de barbarie, a partir del impulso de la Ilustración dieciochesca y no sin retrocesos frecuentes. La otra, desde la barbarie misma.

De la primera manera la interpretó el presidente de Francia François Hollande cuando decretó el duelo nacional por la masacre, diciendo que la agredida había sido “la República, que es la libertad de expresión, la cultura, la creación, el pluralismo, la democracia”. Contra todo eso, dijo Hollande, “apuntaban los asesinos”. Y esa era también, sin duda, la postura de los caricaturistas asesinados, que llevaban hasta el extremo del anarquismo libertario su concepción de la libertad de prensa. Una libertad por encima de la corrección política y del buen gusto, que no se detenía ante la ofensa o el insulto sino que los reclamaba como un derecho natural, y no respetaba lo que para otros es sagrado: las patrias, las religiones, la autoridad, la vejez, la infancia. Su humor, tal como lo definían ellos mismos, era —sigue siendo, pues la revista sigue después de la tragedia— bête et méchant: estúpido y malvado. Provocador y subversivo.

Pero la provocación, la subversión, el libertinaje, son actitudes que desde hace tiempo la civilización occidental tolera sin pestañear. El Estado francés que hoy representa Hollande nunca les puso a las audacias y excesos de Charlie Hebdo más trabas que alguna multa o un cierre temporal cuando pisaban demasiado los bordes del código penal republicano. Al contrario: daba protección policial al semanario contra posibles ofendidos menos permisivos (dos policías murieron en el asalto), y llegó al extremo de distinguir con la roseta de la Legión de Honor a Wolinski, uno de sus más feroces colaboradores. Igualmente curioso es que Wolinski hubiera aceptado la condecoración: también él se movía en el ámbito de la tolerancia mutua.

La otra manera de considerar el asunto es la de los propios asesinos, fundamentalistas religiosos que ejecutaron la bárbara matanza al grito de “¡Alá es grande!”. Consiste en verlo como un episodio de violencia legítima dentro de un conflicto de gigantescas proporciones: la guerra casi universal, religiosa y política, espiritual y territorial, que libran la Cristiandad y el Islam desde hace catorce siglos. Así lo ve el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) que al parecer domina ya buena parte de Siria y el noroeste de Irak, y que calificó a los terroristas de París de “combatientes heroicos en defensa del profeta Mahoma”. Y así lo entienden también, desde el otro lado, sectores europeos de extrema derecha y creciente peso político, como el UKip inglés (partido por la independencia del Reino Unido) o el Front National francés. Así, la presidenta hereditaria  de este último, Marine Le Pen, dice que con el atentado “el Islam le ha declarado la guerra a Francia”; y Nigel Farage, líder del UKip, llama “quinta columna” islamista infiltrada en Europa a los millones de inmigrantes venidos de las antiguas colonias.

Y si bien se mira, tampoco el presidente Hollande está tan alejado de esa postura belicista como podrían darlo a entender sus bellas palabras. Porque bajo su dirección Francia participa en la guerra aérea (por ahora) que en Siria y en Irak adelantan dos docenas de países encabezados por los Estados Unidos contra el EIIL. Y bajo la dirección de su antecesor Sarkozy participó en la guerra contra los talibanes (estudiantes islámicos) de Afganistán, y en el aplastamiento del régimen, laico pero musulmán, de Gadafi en Libia. Y desde hace decenios, desde la descolonización oficial, las fuerzas militares francesas no han dejado de intervenir en el África negra musulmana. Otro tanto han hecho, al menos desde el atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Manhattan ejecutado por Al Qaeda y atribuido sucesivamente a los talibanes afganos y al dictador iraquí Sadam Hussein, todas las demás potencias occidentales. Con el único resultado, por lo que se ha ido viendo, de que se fortalece el fundamentalismo islámico y aumenta en medio planeta, desde Mauritania hasta Indonesia pasando por Irán, el odio hacia Occidente.

Y en el otro medio, la paranoia antiislámica. El uno y la otra contribuyen a que se cumpla el vaticinio sobre el “choque de civilizaciones” formulado hace veinte años por el asesor  de la Casa Blanca Samuel Huntington. Solo que se trata en realidad de un choque de barbaries.

Terroristas de Corbata




Los fundamentalistas colombianos no usan armas de largo ni de corto alcance: ni revólveres ni pistolas ni subametralladoras ni fusiles; no cargan reatas cargadas con munición: ni granadas ni bazukas ni misiles tierra-aire. Sin embargo poseen un arma de destrucción masiva tan compleja como la de los terroristas en Francia: su terca intolerancia. Estos terroristas criollos defienden a ultranza su posición y cuando sienten que ideas opuestas husmean sus principios disparan ráfagas de verborrea hiriente: ultrajan, desprecian, subestiman, señalan, mancillan. Sus frases atraviesan chalecos anti-calumnias y cualquier tipo de protección hace agua ante su actuar. Sus posturas vuelan con el viento mediático que se presta para tal fin y que a manera de sutil plataforma
lanza-cohetes les abren sus micrófonos con la pueril justificación que eso es “libertad de expresión”. Fungen de estadistas, de políticos, de funcionarios, de senadores, de analistas, de defensores de las libertades individuales y colectivas, de la vida misma. Al igual que los extremistas islámicos se piensan dueños de la verdad y la razón, padecen el síndrome de Adán y creen que antes de ellos la humanidad era un hueco negro, frío, desolado y que, gracias a los hados que conspiraron a su favor, son ellos los elegidos que nos redimirán de la injusticia y nos salvarán de la barbarie. No solo están en el congreso vistiendo traje y presumiendo de palomas, los hay también y muchos que con igual ahínco y ceguera defienden sus verdades, éstos últimos -tan peligrosos como los primeros- lucen trajes sencillos pretendiendo emular a sus “defendidos”… todo el ajuar lo encuentran en su clóset de ONG. Unos y otros, los de Adidas y los de cotiza, estigmatizan a quien se atreva a cuestionarlos, no se prestan para consensos y tan solo se reafirman en sus posiciones y pensares. Se sienten dueños de la verdad y todo aquel que piense lo contrario es un declarado enemigo. Su lenguaje es elaborado y acude a los sentimientos básicos del individuo: rabia, indignación, desprecio; sus palabras no son constructivas, sus razonamientos no son incluyentes. Al hablar ametrallan ráfagas de injurias y calumnias respaldadas en cifras y sesudos estudios. Si bien se presentan como defensores de la diferencia cuando alguien piensa contrario lo atacan cual fundamentalista islámico. En medio de ellos está el pueblo sencillo a quien nadie le pregunta “qué piensa” sino “está con nosotros o contra nosotros”. Por lo visto, no hay mucho del ISIS a los radicales criollos.
EDITORIAL PIRATA

domingo, 11 de enero de 2015

Tres lustros del Periódico La Ciudad







Con El Aviso del Terremoto irrumpió hace doscientos treinta años el periodismo colombiano, pasando en el mismo Siglo XVIII por La Gaceta de Santafé y el Papel Periódico, sin salvarse de las restricciones y censuras que imponían el poder y que le costaron al prócer Antonio Nariño el primer exilio de nuestra atribulada patria.




Cuenta en este acumulado la ingente cantidad de expresiones periodísticas que permearon ideologías y pensamientos políticos, así como las voces radiales próximas a cumplir su primera centuria en Colombia, al igual que las siete décadas de nuestra televisión.
Remontando antecedentes históricos en la contada historia de Occidente, se registra el Acta Diurna que el emperador Julio Cesar ordenó colgar en el Foro Romano al inicio de nuestra era cristiana.




Resulta importante destacar también la protección mundial al periodismo alcanzado en mil novecientos cuarenta y ocho con la Declaración de los Derechos Humanos, que consagró la libertad de expresión y de prensa como derechos fundamentales.




En nuestra comarca se avizora en mil novecientos tres El Correo del Cauca impulsado por el pariente Ignacio Palau (médico, filántropo y humanista liberal), quien agitaría la creación de nuestro departamento desmembrándose del Gran Cauca, por ello censurado por el dictador Rafael Reyes, quien luego lo desterraría a Mocoa hasta su retorno triunfal para la constitución del Valle del Cauca en la primera década del siglo pasado, después de que los estudiantes lograran la declinación del mandatario.




Esa enorme posibilidad del periodismo en sus distintas expresiones como los blog y las redes sociales alternativas y ese rico legado histórico, contribuyeron a la irrupción del Periódico La Ciudad en Enero del año dos mil, como órgano de difusión del propósito de promoción de los derechos ambientales establecido por la Fundación Biodiversidad desde Enero de mil novecientos noventa y uno, contribuyendo a la lucha de los pueblos contra la contaminación.




Con ocasión del día de la educación ambiental que cumple el venidero veintiséis de Enero cuatro décadas de promulgación de la Carta de Belgrado después de la realización del primer seminario internacional sobre la materia, bajo el propósito de superar las barreras que impone el principio "la ignorancia de la ley no sirve de excusa" en el que hemos persistido como una forma de educar ambientalmente a las comunidades, queremos celebrar los primeros tres lustros del Periódico La Ciudad. Como dijera Carlos Arango Vélez, por pequeño que sea, es un faro que ilumina la sociedad. Están todas y todos cordialmente invitados.




Jamundí, cuatro de enero del año nuevo.

sábado, 10 de enero de 2015

Solar de Celina

La Fundación El Solar de Celina se conformó en Abril de 2002 con el concurso de Alirio Ibañez, Berta Gil, Gloria Ramírez y Jhon Jairo Benavides, con el propósito de propender por el desarrollo integral de las comunidades urbanas y rurales, generando y apoyando procesos educativos, culturales, recreativos y científicos para aportar al mejoramiento de la calidad de vida y la conservación del ambiente. El Solar de Celina funcionó en la Carrera 10 # 3-28 del barrio San Antonio en Cali, y se constituyó en el 2004 un solar destacado con Concepto de Viabilidad Ambiental expedido por el Departamento de Gestión del Medio Ambiente de Cali en los términos del Acuerdo Municipal 069 de 2000 y la Resolución 658 de 2003. El Solar de Celina tenía un área de 800 metros cuadrados contando con 36 especies de diferentes plantas y árboles y 30 especies de animales, destacándolo como uno de los solares con mayor biodiversidad dentro del inventario realizado por la autoridad ambiental de Cali, considerándolo como un sitio de gran diversidad biológica y ecológica en el caso urbano.

Reflexiones sbre Religión y Eurocentrismo

Tragedia en Charlie París
 
Nuestro amigo Fernando Sánchez, Obispo de la Iglesia Anglicana nos hace las siguientes reflexiones desde Barranquilla, las cuales comparto con ustedes. Armando Palau Aldana.

Definitivamente el futuro de Europa es terminar en guerra civil entre los europeos originarios y los descendientes de extranjeros nacidos en suelo europeo. Pues es evidente que pese a lo vivido, Europa no aprende de sus errores, como todo el resto de Occidente, pues tras el nefasto Imperio Romano, el diabólico Sacro Imperio, Las Cruzadas asesinas, la Inquisición, el Imperio Napoleonico, y dos Guerras Mundiales, Europa insista en su demencial carrera de creerse dioses o semidioses del Olimpo, autorizados por el diablo, que no por Dios, para burlarse del mundo. Y peor aun de la religiosidad de otras personas, lo cual constituye una violación a la dignidad humana. Cosa nada rara en un continente que en nombre de la Religión ha cometido los peores crímenes de la historia. Y que ahora hipócritamente finge de adalid de la libertad.
Por ello, por mucho que nos duelan los masacrados de Charlie Hebdo, que definitivamente nos duelen, todo esto no es mas que Crónica  de una Muerte Anunciada, que fue advertida por los grupos radicales musulmanes hace mas de dos años. Pero la insensatez y el irrespeto al prójimo pudo mas que la lógica y la razón. Todo lo cual es muestra de que Hitler no era el único europeo que se creía superior a los demás pueblos de la tierra, ni el único racista, ni el único fascista.
Preocupa además, que los grandes crímenes de estado nunca se resuelvan así pasen todos los años del mundo. Pero en casos como este, en menos de 24 horas ya tengan identificado a los culpables. Tan rápido y tan fácil que uno se pregunta si es que simplemente tienen alguien a quien querían inculpar, o peor aún, si son unos culpables verdaderos a los cuales se les tenia identificados hace tiempo, pero se les dejó actuar para posteriormente justificar alguno de los crímenes de estado, bombardeos y masacres, a que nos tienen ya acostumbrados los países de la OTAN, desde el falso positivo de Jesús hasta los 19.000 falsos positivos de Colombia.
Definitivamente, el Armagedon está cada cada vez mas cerca!
Arrepentimiento, arrepentimiento, de las personas, pueblos y naciones que violan la ley de Dios, no amando ni respetando a su prójimo. (Marcos 12.28-34)

viernes, 9 de enero de 2015

El terror en París: raíces profundas y lejanas

A pesar de los sucedido los ilustradores siguen con su creatividad y risas, no prodrán matar la creatividad






El atentado terrorista perpetrado en las oficinas de Charlie Hebdo debe ser condenado sin atenuantes. Es un acto brutal, criminal, que no tiene justificación alguna. Es la expresión contemporánea de un fanatismo religioso que -desde tiempos inmemoriales y en casi todas las religiones conocidas- ha plagado a la humanidad con muertes y sufrimientos indecibles. La barbarie perpetrada en París concitó el repudio universal. Pero parafraseando a un enorme intelectual judío del siglo XVII, Baruch Spinoza, ante tragedias como esta no basta con llorar, es preciso comprender. ¿Cómo dar cuenta de lo sucedido? La respuesta no puede ser simple porque son múltiples los factores que se amalgamaron para producir tan infame masacre. Descartemos de antemano la hipótesis de que fue la obra de un comando de fanáticos que, en un inexplicable rapto de locura religiosa, decidió aplicar un escarmiento ejemplar a un semanario que se permitía criticar ciertas manifestaciones del Islam y también de otras confesiones religiosas. Que son fanáticos no cabe ninguna duda. Creyentes ultraortodoxos abundan en muchas partes, sobre todo en Estados Unidos e Israel. Pero, ¿cómo llegaron los de París al extremo de cometer un acto tan execrable y cobarde como el que estamos comentando? Se impone distinguir los elementos que actuaron como precipitantes o desencadenantes –por ejemplo, las caricaturas publicadas por el Charlie Hebdo, blasfemas para la fe del Islam- de las causas estructurales o de larga duración que se encuentran en la base de una conducta tan aberrante. En otras palabras, es preciso ir más allá del acontecimiento, por doloroso que sea, y bucear en sus determinantes más profundos. 
A partir de esta premisa metodológica hay un factor que merece especial consideración. Nuestra hipótesis es que lo sucedido es un lúgubre síntoma de lo que ha sido la política de Estados Unidos y sus aliados en Medio Oriente desde fines de la Segunda Guerra Mundial. Es el resultado paradojal –pero previsible, para quienes están atentos al movimiento dialéctico de la historia- del apoyo que la Casa Blanca le brindó al radicalismo islámico desde el momento en que, producida la invasión soviética a Afganistán en Diciembre de 1979, la CIA determinó que la mejor manera de repelerla era combinar la guerra de guerrillas librada por los mujaidines con la estigmatización de la Unión Soviética por su ateísmo, convirtiéndola así en una sacrílega excrecencia que debía ser eliminada de la faz de la tierra. En términos concretos esto se tradujo en un apoyo militar, político y económico a los supuestos “combatientes por la libertad” y en la exaltación del fundamentalismo islamista del talibán que, entre otras cosas, veía la incorporación de las niñas a las escuelas afganas dispuesta por el gobierno prosoviético de Kabul como una intolerable apostasía. Al Qaeda y Osama bin Laden son hijos de esta política. En esos aciagos años de Reagan, Thatcher y Juan Pablo II, la CIA era dirigida por William Casey, un católico ultramontano, caballero de la Orden de Malta cuyo celo religioso y su visceral anticomunismo le hicieron creer que, aparte de las armas, el fomento de la religiosidad popular en Afganistán sería lo que acabaría con el sacrílego “imperio del mal” que desde Moscú extendía sus tentáculos sobre el Asia Central. Y la política seguida por Washington fue esa: potenciar el fervor islamista, sin medir sus predecibles consecuencias a mediano plazo. 
Horrorizado por la monstruosidad del genio que se le escapó de la botella y produjo los confusos atentados del 11 de Septiembre (confusos porque las dudas acerca de la autoría del hecho son muchas más que las certidumbres) Washington proclamó una nueva doctrina de seguridad nacional: la “guerra infinita” o la “guerra contra el terrorismo”, que convirtió a las tres cuartas partes de la humanidad en una tenebrosa conspiración de terroristas (o cómplices de ellos) enloquecidos por su afán de destruir a Estados Unidos y el “modo americano de vida” y estimuló el surgimiento de una corriente mundial de la “islamofobia”. Tan vaga y laxa ha sido la definición oficial del terrorismo que en la práctica este y el Islam pasaron a ser sinónimos, y el sayo le cabe a quienquiera que sea un crítico del imperialismo norteamericano. Para calmar a la opinión pública, aterrorizada ante los atentados, los asesores de la Casa Blanca recurrieron al viejo método de buscar un chivo expiatorio, alguien a quien culpar, como a Lee Oswald, el inverosímil asesino de John F. Kennedy. George W. Bush lo encontró en la figura de un antiguo aliado, Saddam Hussein, que había sido encumbrado a la jefatura del estado en Irak para guerrear contra Irán luego del triunfo de la Revolución Islámica en 1979, privando a la Casa Blanca de uno de sus más valiosos peones regionales. Hussein, como Gadaffi años después, pensó que habiendo prestado sus servicios al imperio tendría las manos libres para actuar a voluntad en su entorno geográfico inmediato. Se equivocó al creer que Washington lo recompensaría tolerando la anexión de Kuwait a Irak, ignorando que tal cosa era inaceptable en función de los proyectos estadounidenses en la región. El castigo fue brutal: la primera Guerra del Golfo (Agosto 1990-Febrero 1991), un bloqueo de más de diez años que aniquiló a más de un millón de personas (la mayoría niños) y un país destrozado. Contando con la complicidad de la dirigencia política y la prensa “libre, objetiva e independiente” dentro y fuera de Estados Unidos la Casa Blanca montó una patraña ridícula e increíble por la cual se acusaba a Hussein de poseer armas de destrucción masiva y de haber forjado una alianza con su archienemigo, Osama bin Laden, para atacar a los Estados Unidos. Ni tenía esas armas, cosa que era archisabida; ni podía aliarse con un fanático sunita como el jefe de Al Qaeda, siendo él un ecléctico en cuestiones religiosas y jefe de un estado laico. 
Impertérrito ante estas realidades, en Marzo del 2003 George W. Bush dio inicio a la campaña militar para escarmentar a Hussein: invade el país, destruye sus fabulosos tesoros culturales y lo poco que quedaba en pie luego de años de bloqueo, depone a sus autoridades, monta un simulacro de juicio donde a Hussein lo sentencian a la pena capital y muere en la horca. Pero la ocupación norteamericana, que dura ocho años, no logra estabilizar económica y políticamente al país, acosada por la tenaz resistencia de los patriotas iraquíes. Cuando las tropas de Estados Unidos se retiran se comprueba su humillante derrota: el gobierno queda en manos de los chiítas, aliados del enemigo público número uno de Washington en la región, Irán, e irreconciliablemente enfrentados con la otra principal rama del Islam, los sunitas. A los efectos de disimular el fracaso de la guerra y debilitar a una Bagdad si no enemiga por lo menos inamistosa -y, de paso, controlar el avispero iraquí- la Casa Blanca no tuvo mejor idea que replicar la política seguida en Afganistán en los años ochentas: fomentar el fundamentalismo sunita y atizar la hoguera de los clivajes religiosos y las guerras sectarias dentro del turbulento mundo del Islam. Para ello contó con la activa colaboración de las reaccionarias monarquías del Golfo, y muy especialmente de la troglodita teocracia de Arabia Saudita, enemiga mortal de los chiítas y, por lo tanto, de Irán, Siria y de los gobernantes chiítas de Irak. 
Claro está que el objetivo global de la política estadounidense y, por extensión, de sus clientes europeos, no se limita tan sólo a Irak o Siria. Es de más largo aliento pues procura concretar el rediseño del mapa de Medio Oriente mediante la desmembración de los países artificialmente creados por las potencias triunfantes luego de las dos guerras mundiales. La balcanización de la región dejaría un archipiélago de sectas, milicias, tribus y clanes que, por su desunión y rivalidades mutuas no podrían ofrecer resistencia alguna al principal designio de “humanitario” Occidente: apoderarse de las riquezas petroleras de la región. El caso de Libia luego de la destrucción del régimen de Gadaffi lo prueba con elocuencia y anticipó la fragmentación territorial en curso en Siria e Irak, para nombrar los casos más importantes. Ese es el verdadero, casi único, objetivo: desmembrar a los países y quedarse con el petróleo de Medio Oriente. ¿Promoción de la democracia, los derechos humanos, la libertad, la tolerancia? Esos son cuentos de niños, o para consumo de los espíritus neocolonizados y de la prensa títere del imperio para disimular lo inconfesable: el saqueo petrolero. 
El resto es historia conocida: reclutados, armados y apoyados diplomática y financieramente por Estados Unidos y sus aliados, a poco andar los fundamentalistas sunitas exaltados como “combatientes por la libertad” y utilizados como fuerzas mercenarias para desestabilizar a Siria hicieron lo que en su tiempo Maquiavelo profetizó que harían todos los mercenarios: independizarse de sus mandantes, como antes lo hicieran Al Qaeda y bin Laden, y dar vida a un proyecto propio: el Estado Islámico. Llevados a Siria para montar desde afuera una infame “guerra civil” urdida desde Washington para producir el anhelado “cambio de régimen” en ese país, los fanáticos terminaron ocupando parte del territorio sirio, se apropiaron de un sector de Irak, pusieron en funcionamiento los campos petroleros de esa zona y en connivencia con las multinacionales del sector y los bancos occidentales se dedican a vender el petróleo robado a precio vil y convertirse en la guerrilla más adinerada del planeta, con ingresos estimados de 2.000 millones de dólares anuales para financiar sus crímenes en cualquier país del mundo. Para dar muestras de su fervor religioso las milicias jihadistas degüellan, decapitan y asesinan infieles a diestra y siniestra, no importa si musulmanes de otra secta, cristianos, judíos o agnósticos, árabes o no, todo en abierta profanación de los valores del Islam. Al haber avivado las llamas del sectarismo religioso era cuestión de tiempo que la violencia desatada por esa estúpida y criminal política de Occidente tocara las puertas de Europa o Estados Unidos. Ahora fue en París, pero ya antes Madrid y Londres habían cosechado de manos de los ardientes islamistas lo que sus propios gobernantes habían sembrado inescrupulosamente. 
De lo anterior se desprende con claridad cuál es la génesis oculta de la tragedia del Charlie Hebdo. Quienes fogonearon el radicalismo sectario mal podrían ahora sorprenderse y mucho menos proclamar su falta de responsabilidad por lo ocurrido, como si el asesinato de los periodistas parisinos no tuviera relación alguna con sus políticas. Sus pupilos de antaño responden con las armas y los argumentos que les fueron inescrupulosamente cedidos desde los años de Reagan hasta hoy. Más tarde, los horrores perpetrados durante la ocupación norteamericana en Irak los endurecieron e inflamaron su celo religioso. Otro tanto ocurrió con las diversas formas de “terrorismo de estado” que las democracias capitalistas practicaron, o condonaron, en el mundo árabe: las torturas, vejaciones y humillaciones cometidas en Abu Ghraib, Guantánamo y las cárceles secretas de la CIA; las matanzas consumadas en Libia y en Egipto; el indiscriminado asesinato que a diario cometen los drones estadounidenses en Pakistán y Afganistán, en donde sólo dos de cada cien víctimas alcanzadas por sus misiles son terroristas; el “ejemplarizador” linchamiento de Gadaffi (cuya noticia provocó la repugnante carcajada de Hillary Clinton); el interminable genocidio al que son periódicamente sometidos los palestinos por Israel, con la anuencia y la protección de Estados Unidos y los gobiernos europeos, crímenes, todos estos, de lesa humanidad que sin embargo no conmueven la supuesta conciencia democrática y humanista de Occidente. Repetimos: nada, absolutamente nada, justifica el crimen cometido contra el semanario parisino. Pero como recomendaba Spinoza hay que comprender las causas que hicieron que los jihadistas decidieran pagarle a Occidente con su misma sangrienta moneda. Nos provoca náuseas tener que narrar tanta inmoralidad e hipocresía de parte de los portavoces de gobiernos supuestamente democráticos que no son otra cosa que sórdidas plutocracias. Hubo quienes, en Estados Unidos y Europa, condenaron lo ocurrido con los colegas de Charlie Hebdo por ser, además, un atentado a la libertad de expresión. Efectivamente, una masacre como esa lo es, y en grado sumo. Pero carecen de autoridad moral quienes condenan lo ocurrido en París y nada dicen acerca de la absoluta falta de libertad de expresión en Arabia Saudita, en donde la prensa, la radio, la televisión, la Internet y cualquier medio de comunicación está sometido a una durísima censura. Hipocresía descarada también de quienes ahora se rasgan las vestiduras pero no hicieron absolutamente nada para detener el genocidio perpetrado por Israel hace pocos meses en Gaza. Claro, Israel es uno de los nuestros dirán entre sí y, además, dos mil palestinos, varios centenares de ellos niños, no valen lo mismo que la vida de doce franceses. La cara oculta de la hipocresía es el más desenfrenado racismo. 

* Una versión muy resumida de esta nota, escrita “en caliente” ni bien enterado de los hechos, fue publicada en el día de hoy, 8 de Enero de 2015, por Página/12.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.