sábado, 20 de abril de 2024

La Universidad del Sur de California silencia a su mejor estudiante, pero ella promete seguir luchando


20 de abril de 2024. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. En el centro del campus de la Universidad del Sur de California, situada en la ciudad de Los Ángeles, se encuentra una estatua de Hécuba, reina de la antigua Troya. En el sitio web de la universidad se afirma que dicha estatua “rinde tributo a las mujeres de Troya”. Y más adelante se agrega: “Hécuba defendía a sus hijos y a su ciudad con inmensa pasión y lealtad. Ella instaba a los troyanos a seguir luchando, aunque estuvieran en inferioridad numérica, se sintieran exhaustos o enfrentaran obstáculos aparentemente insuperables”. La Universidad del Sur de California está repleta de imágenes de Troya, una ciudad amurallada que, según los escritores antiguos, como Homero, fue saqueada por los griegos tras infiltrarse en ella escondidos dentro del legendario “caballo de Troya”. El lema de los equipos deportivos de la universidad —Los Troyanos— es “¡Sigamos luchando!”. Sin embargo, la Universidad del Sur de California decidió esta semana abandonar a una de sus estudiantes más destacadas, la joven que fue distinguida como “estudiante ejemplar” de la promoción 2024: Asna Tabassum. La universidad optó por renunciar a la lucha y se doblegó ante la creciente ola de neomacartismo que azota actualmente los campus universitarios de todo Estados Unidos.

El lunes pasado, la institución anunció que cancelaba el discurso de graduación de Tabassum. “La intensidad de las emociones, exacerbada tanto por las redes sociales como por el conflicto en curso en Medio Oriente, ha escalado al punto de crear riesgos sustanciales relacionados con la seguridad y el normal desarrollo de la ceremonia de graduación”, explicó en un comunicado el rector del centro educativo, Andrew Guzman, y agregó: “Para ser claros: esta decisión no tiene nada que ver con la libertad de expresión. No existe el derecho a la libertad de expresión para hablar en una ceremonia de graduación”.

Asna Tabassum es una musulmana estadounidense cuya familia es originaria del sudeste asiático, que se graduó con una especialización en ingeniería biomédica y una especialización secundaria en Resistencia al Genocidio. En el sitio web del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, por sus siglas en inglés), la joven compartió una respuesta al comunicado emitido por la universidad, en la que expresa, entre otras cosas: “No me sorprende que haya quienes intentan propagar el odio. Me sorprende que mi propia universidad —que fue mi hogar durante cuatro años— me haya abandonado. […] El 14 de abril, les consulté [a las autoridades] sobre las supuestas preocupaciones de seguridad y se me informó que la universidad disponía de los recursos necesarios para implementar las medidas de seguridad adecuadas durante mi discurso de graduación, pero que no iban a tomarlas porque aumentar esas medidas de protección no encajaba con 'la imagen que la universidad desea proyectar'”.

En conversación con Democracy Now!, Asna describió la virulenta campaña a la que se vio sometida después de ser distinguida como estudiante ejemplar: “Apenas unas horas después [de que se hizo el anuncio de que yo había sido designada como estudiante ejemplar 2024] se desató una campaña muy generalizada —y, sinceramente, muy violenta y decepcionante— para que me retiren la distinción”.

Las autoridades de la Universidad del Sur de California no quisieron compartir detalles de las amenazas que supuestamente recibieron. Asna dijo al respecto: “No me brindaron ninguna información [acerca de las amenazas] y me dijeron que no era apropiado que yo me enterara de ellas”.

Su área de estudio principal y su especialización secundaria pueden parecer completamente discrepantes, pero Asna expresó: “Mi especialización en Resistencia al Genocidio me da la oportunidad de estudiar la condición humana en lo que posiblemente sea una de las peores condiciones que se puedan experimentar”.

Y agregó: “Y la ingeniería biomédica es mi forma de aprender procesos y aplicaciones técnicas para mejorar la condición humana al aumentar el acceso a la salud […], de modo de que podamos mejorar la forma en que las personas experimentan la atención sanitaria cuando más la necesitan”.

Una de las razones más probables por la que Asna estuvo en el punto de mira, y que las autoridades de la universidad no mencionaron, es la solidaridad de la joven con el pueblo palestino. En su biografía de Instagram, Asna proporciona un enlace a un sitio web en el que se expone en detalle el conflicto entre Israel y Palestina. En ese sitio se describen tanto la solución de dos Estados como la de un Estado, las dos principales propuestas para una paz permanente en la región. En una de las oraciones incluidas en el contenido del sitio se expresa que “un Estado palestino significaría la liberación del pueblo palestino y la abolición completa del Estado de Israel”.

Durante la entrevista que mantuvo con Democracy Now!, Asna señaló al respecto: “La frase que sigue [..] habla de la coexistencia entre árabes y judíos. Aquí hay muchos factores. […] Solo estoy abogando por la igualdad humana y por la sacralidad de la vida humana cuando afirmo que los palestinos, así como los judíos, los musulmanes y cualquier otra persona que se haya visto involucrada en este conflicto, tienen el mismo derecho a la vida y el mismo derecho a disfrutar plenamente de sus vidas”.

En medio de los incesantes bombardeos israelíes contra la población civil de Gaza, la solidaridad de Asna con el pueblo palestino, especialmente como mujer musulmana que usa el hiyab, podría ser la imagen que, en efecto, la Universidad del Sur de California no desea “proyectar”.

Todo esto ocurre mientras, en el Congreso, los republicanos han montado una campaña de carácter neomacartista en la que acusan a las universidades liberales de élite de tolerar el antisemitismo en sus campus. Aunque el antisemitismo genuino existe, esta actual caza de brujas parece estar dirigida a los centros universitarios donde la solidaridad con Palestina y los movimientos contra la guerra están cobrando fuerza.

Un grupo de 23 profesores judíos de la universidad de Barnard/Columbia le envió una detallada carta abierta a la rectora de la Universidad de Columbia, Minouche Shafik, antes de que esta compareciera el miércoles ante el mismo comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que provocó la dimisión de otras dos rectoras mujeres, la de la Universidad de Harvard y la de la Universidad de Pensilvania. En la carta, los docentes señalan: “Nos oponemos a que el antisemitismo sea utilizado como un arma para silenciar. Y abogamos por una universidad en donde todos los estudiantes, ya sean judíos, palestinos o de cualquier otro origen, puedan aprender y prosperar en un entorno abierto y honesto de investigación y debate riguroso”.

El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses ha pedido a la ciudadanía que se sume a la campaña para que la Universidad del Sur de California restituya a Asna Tabassum como oradora en la ceremonia de graduación. Fiel al espíritu de la reina Hécuba, Asna promete seguir luchando.

Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org. Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.


martes, 16 de abril de 2024

¿“Hombre nuevo” a la vista?


16 de abril de 2024. Por Marcelo Colussi. El solo hecho de plantearlo así ya invita a un cuestionamiento: ¿“hombre” como sinónimo de “humanidad”? ¿No se filtra ahí un prejuicio machista?

La cultura capitalista, hoy ya difundida por todo el orbe, trae consigo la idea del “éxito” por sobre todas las cosas. Si no se es “exitoso”, se es “perdedor”. Derrotar esos valores, esa cultura consumista y esa apología sin par del individualismo que trajo este sistema (recuérdese esa fantasía de “todo depende de mi propio esfuerzo”, “soy libre y decido mi vida”, “el que quiere, puede”) y que fueron ganando terreno en estos últimos dos siglos, parece una tarea titánica, quizá imposible a primera vista. De hecho, la psicología hegemónica en el mundo capitalista apuesta por esa forma de tratar lo humano: todo depende del esfuerzo personal, con lo que se afirma una presunta “libertad” originaria de cada individuo que, según esa visión, sería inalienable, pretendido valor supremo. “Todo depende de nuestro propio esfuerzo” (¡monumental falacia que ya parece entronizada!).

Desde una mirada más realista -o, mejor aún: crítica- puede observarse que el sujeto humano no es espontáneamente un heroico revolucionario que lo quiere cambiar todo, comprometido a toda hora con la transformación social, sino un ser adaptado, más bien conservador, que vive básicamente en rutinas que le permiten su sobrevivencia. En otros términos: uno más del rebaño. Homero Simpson puede ser su ícono representativo. “Los pueblos no son revolucionarios, pero a veces se ponen revolucionarios”, pudo leerse en una pintada callejera durante la Guerra Civil de España en la década de 1930. La idea de “hombre nuevo” que comenzó a impulsarse con el socialismo, en los albores de la revolución rusa y luego con los aportes de Ernesto Che Guevara en Cuba, fomentando una nueva ética basada en la solidaridad, la abnegación total y el internacionalismo, de momento no parece prosperar. La observación objetiva del actual desempeño humano está más cerca de lo descripto por Voltaire, uno de los principales ideólogos de la burguesía revolucionaria de su momento, mentor principal del Iluminismo dieciochesco, quien reflexionaba en su obra magna “Cándido o el optimismo”: “¿Creéis que en todo tiempo los hombres se han matado unos a otros como lo hacen actualmente? ¿Que siempre han sido mentirosos, bellacos, pérfidos, ingratos, ladrones, débiles, cobardes, envidiosos, glotones, borrachos, avaros, ambiciosos, sanguinarios, calumniadores, desenfrenados, fanáticos, hipócritas y necios?” 

Sin dudas, la puntualización hecha por este autor parece no alejarse mucho de la realidad. Las sociedades clasistas, por lo que puede constatarse (desde el surgimiento de la agricultura en adelante, hace 8,000 años), generan eso: masas que pueden ser manipuladas con bastante facilidad, donde esa descripción de cada individuo parece bastante acertada. El socialismo aspira a algo distinto. No debemos olvidar nunca que el ideario socialista, los nuevos valores que pretende crear esta novedosa cultura revolucionaria o, dicho de otra manera: los cuadros encargados de conducir ese cambio y los pueblos que serían los realizadores del mismo en tanto masas en movimiento que aportan esa energía decisiva para la transformación, provienen en todos los casos de este mundo, de esta realidad social, de esta historia. Nadie está exento de ello. Nadie puede, bajo ningún punto de vista, estar exento. Por tanto, todo el mundo adolece de estas normas a las que, con criterio objetivo y riguroso, no se le podría llamar simplemente “lacras”, sino elementos de nuestra actual condición humana. Más que “adolecer”, debería decirse “somos producto de ellas”.

Sin repetir exactamente lo apuntado por Voltaire -quizá algo exagerado en su descripción…, o quizá no-, pero sin negar que también existen a veces fabulosas expresiones de solidaridad, de comunitarismo espontáneo de la más profunda honestidad, no puede menos que reconocerse que en todos los habitantes del planeta -hoy día, salvo los pequeños grupos neolíticos con sociedades no estratificadas en clases sociales que por allí persisten- se dan estas formaciones civilizatorias de individualismo, patriarcado, desconfianza/discriminación de lo distinto, autoritarismo, homofobia, espíritu conservador y algún otro etcétera no muy encomiable. No existen los superhombres que hayan superado todo esto. Los “revolucionarios” -categoría difícil de definir, ¿quiénes son en realidad?, ¿los hay?- no están al margen de todo esto. Incluso se ha dicho que Marx (el joven Marx al menos) pecaba de eurocéntrico, pues veía como países “civilizados” solo a las potencias industriales de Europa; sin dudas, así fue, aunque posteriormente amplió su mirada “colonial”. La cuestión a no olvidar nunca es que los seres humanos, todos y todas por igual, somos irremediablemente hijos de nuestro tiempo, es decir: de nuestro ambiente cultural, civilizatorio. ¿Cómo escapar a eso? Es imposible.

Las luchas de poder y esas “lacras” mencionadas están en los humanos. Es con esa madera, con esa materia prima, y no con otra, con lo que podrá emprenderse la construcción de la nueva sociedad. Por tanto, en esa construcción se repetirán indefectiblemente esos patrones. Eso es lo que vemos en las primeras, balbuceantes, muy tímidas, primerizas experiencias del siglo XX, con sus temerosos pasos, abriendo un camino nuevo, inventando sin un bagaje previo, como sí tiene hoy el capitalismo: siete siglos. La historia, definitivamente, pesa mucho. Una vez más entonces, y sin el más mínimo ánimo de justificar sus tropiezos: qué se esperaba de este socialismo inicial, ¿la perfección, el paraíso terrenal? El único paraíso es el paraíso perdido: lo que nos puede esperar es un mundo de mayor justicia, de mayor equidad, lo cual no es poco. La invitación es a construirlo.

mmcolussi@gmail.com, https://www.facebook.com/marcelo.colussi.33 https://www.facebook.com/Marcelo-Colussi-720520518155774/ https://mcolussi.blogspot.com/ https://www.instagram.com/marcelocolussi8/

La Consulta a las Comunidades Negras del Litoral Pacífico - Disertaciones del Crepúsculo

Guapi, 14 de abril de 2024. Por Armando Palau Aldana. En una histórica Sentencia, el Tribunal de Bogotá amparó los derechos constitucionales al Debido Proceso y a la Consulta Previa, al Consejo Comunitario Guapi Abajo que preside Domingo Cuero, un joven dirigente guapireño que se la jugó para abrir la compuerta a la verdadera participación de las Comunidades Negras del Pacífico, especialmente a las de influencia del Parque Natural Gorgona, la Isla Ciencia que han defendido la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, y el Comité Científico de Gorgona.

Domingo Cuero se la jugó, porque de no haber prosperado en segunda instancia la acción de tutela que en su nombre y el de su Consejo Comunitario interpuse (en el ámbito de abogado de oficio de las Ballenas Jorobadas), habríamos sufrido una terrible derrota política. La voz de aliento y júbilo que ha dado la providencia proyectada por la Magistrada Claudia Angélica Martínez Castillo, a las y los ambientalistas, activistas sociales y particularmente a lideresas y líderes de la diáspora de la cultura Bantú, es luminosa e invierte las cargas a nuestro favor.

Viernes y sábado pasados, el Ministerio de Ambiente convocó al “Diálogo social con las comunidades” en la deteriorada Normal Superior de Guapi, donde concurrieron unas 50 personas de Consejos Comunitarios y organizaciones sociales de los municipios de López de Micay, Timbiquí, Guapi, Iscuandé, El Charco, La Tola, Olaya Herrera y Mosquera, para el seguimiento a los proyectos que la Vicepresidenta Francia les ofreció en la reciente gira presidencial, mientras Petro no escuchaba el rechazo comunitario a las obras militares en Gorgona.

Quedó en evidencia, según las palabras de la Viceministra de Defensa, abogada Ana Catalina Cano, que las lanchas de la Armada que operan en las Estaciones Guardacostas son Unidades de Reacción Rápida tipo Defender, que están dotadas de ametralladora M240B de 7,62 mm, contrario a lo afirmado por la Minambiente en reunión virtual con organizaciones ambientales y ambientalistas en torno a la COP16 el pasado 6 de abril. Por lo tanto, se violaría el Derecho Internacional Humanitario, al pretender compartir el muelle con turistas en la Isla Ciencia.

No obstante que los Ministerios de Ambiente y Defensa, así como la Autoridad de Licencias Ambientales, se opusieron en el proceso a la Consulta Previa, indicando que no existe afectación directa a las Comunidades Negras, el Tribunal de Bogotá, justipreció: “la procedencia de la consulta previa se determina por la posible incidencia en sus derechos y no en las coordenadas geográficas, ya que, el concepto de territorio deviene de una construcción cultural, con independencia de si las comunidades se encuentran ubicadas geográficamente en esas zonas”.

También recalcó el Tribunal que: "en casos de duda sobre un posible detrimento medio ambiental, como puede ser la migración de fauna marina o el derrame de sustancias toxicas en el medio acuático, legitimará la posibilidad suspender la aplicación de los actos administrativos que representen un peligro a los recursos naturales de la Isla Gorgona, dado que, puede suponer una lesión a su territorio o asentamiento ancestral", lo que abre el camino a la medida cautelar en la Acción Popular de Salvemos Gorgona que coadyuvamos en el Tribunal de Cundinamarca.

No obstante, la réplica a la Minambiente y su contestataria estrategia de victimización, en la que sus contradicciones afloran al afirmar que ella no está defendiendo las obras militares de la Estación Guardacostas; la Viceministra del Interior, Lilian Solano, atendió la exigencia de los Consejos Comunitarios y se acordó una próxima reunión en Gorgona el 27 de abril, para trazar la hoja de ruta de la Consulta Conjunta desde la “Mesa para la Gobernanza Ambiental del Territorio Insular y Étnico Gorgona-Sanquianga". Un logro.

Ciertamente estamos estrenando la exclusiva residencia popular consagrada en el artículo 3° de nuestra Constitución, tenemos que ser visionarios, tácticos y estratégicos, porque independientemente de este Proceso de Consulta, es pertinente que se exija la materialización y publicación del Plan de Desarrollo de las Comunidades Negras ordenado en la Ley 70 de 1993 que dicen está aforado en 5,9 billones, pero que aún no se promulga como tal, pero son dos cosas independientes, no vayamos a pedirle peras al olmo, vamos por las Ostras del Pacífico.  

En este logro colectivo de los pueblos del Litoral Pacífico, viene ahora el reto de hilar en filigrana los vasos comunicantes de defensa para poner en escena la tradición de uso en el territorio amparada en sus prácticas tradicionales, pues Gorgona además de ser parte de su "hacer", connota la puesta en escena de los conocimientos heredados generacionalmente, es refugio y fuente de agua. Mientras tanto: “Silencio en la noche. / Ya todo está en calma. / El músculo duerme. / La ambición descansa” como compusieron Gardel y Le Pera en 1932.




La Consulta Previa y la Base Militar en Gorgona



Bogotá, 13de abril de 2024. Por Darío González Posso. La sentencia del Tribunal Superior de Bogotá -fruto de Acción de Tutela presentada por el Abogado Armando Palau-, que suspende el proyecto militar en la Isla Gorgona, por ausencia de la consulta previa, es un triunfo parcial, pero con amplias resonancias. En primer lugar, del Pueblo negro y del Consejo Comunitario de Guapi Abajo. A este triunfo se opone la oferta (sutil o explícita no importa) de “inversión social”, a cambio de la aceptación de tal proyecto que atenta contra el medio natural, que es opuesto a la independencia del país y a los derechos territoriales de los Pueblos ancestrales, cuya garantía es obligación incondicional del Estado. 

Esta negación de derechos vale para una denuncia en organismos internacionales. La ministra de Ambiente Susana Muhammad argumenta que la reunión en Guapi para el diálogo con las comunidades (abril de 2024) “estaba organizada antes del fallo" del Tribunal. Pero hay antecedentes, entre ellos, la rueda de prensa del Gobierno (del 12 febrero de 2024), que pinta de “verde” el proyecto, como un plan de “modernización”, “ecoturismo mundial”, “investigación científica”, “reconversión energética”, sin abandonar el discurso de “control” del narcotráfico (guerra fracasada e hipócrita). Bienvenida una inversión social que sea legítima, para lo cual se cancele primero, de manera definitiva, la base militar y luego se hable del resto. Este intercambio sí generaría confianza, más en un país donde históricamente es costumbre defraudar el cumplimiento de los acuerdos con los Pueblos.

En entrevista con la revista Raya (15 de febrero), la ministra Muhammad reconoce que en el “Corredor Marítimo del Pacífico Tropical Oriental” al cual pertenece la Isla Gorgona, hay intereses de “defensa” estratégica de los EE. UU., en disputa con potencias extracontinentales, en especial China, más algunos asuntos relacionados con extracción de recursos naturales, como pesca. Y anuncia un tratado de los países del mencionado “corredor”, para afirmar “soberanía”. ¿De cuál “soberanía” habla la ministra?, cuando nuestros países están subordinados a un proyecto regional, financiado por los Estados Unidos, en un contexto de alianzas militares, que es finalmente lo que enfrentamos: Comando Sur de EE. UU., asociación a la OTAN, vinculación de Colombia a la “Fuerza Marítima Combinada” (41 países bajo el mando de EE. UU.). Es una vergüenza este proyecto en Gorgona, en un gobierno proclamado del “cambio” y de “la vida”, que honra ante todo los compromisos militares de "fuerza conjunta", con la potencia neocolonialista hegemónica en función de sus intereses geopolíticos, en una condición de “aliados estratégicos” de la cual se vanagloria, entre otros, Luis Gilberto Murillo hoy ministro encargado de Relaciones exteriores, embajador en EE. UU.; impulsor, como ministro de Ambiente del expresidente Juan Manuel Santos, de la licencia exprés, ilegítima, de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales. Por lo cual también Murillo aún debe explicaciones. 

Hemos dicho y reiteramos: no es aceptable este proyecto militar -manejado por personal colombiano, al servicio de los intereses geopolíticos de los EE. UU-, en la Isla Gorgona; ni en otro lugar alternativo, ni con el mejor y más ajustado, aun si fuera posible, “plan de manejo ambiental”. ¡Lo único aceptable es la cancelación definitiva del proyecto de base militar. 

¡Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe! - Disertaciones del Crepúsculo

Embalse de Calima, 7 de abril de 2024. Por Armando Palau Aldana. En el derrotero de defensa de los derechos ambientales, propósito que nos dimos desde enero de 1991 en la Fundación Biodiversidad (nuestra pequeña trinchera), hemos tenido como instrumento de lucha las acciones de cumplimiento y las populares, ésta última, institución jurídica que nació en el Derecho Romano y en el Viejo Derecho Anglosajón, la cual fue incorporada a nuestra legislación en el Código Civil que rigió después de 1857 en los Estados de Santander, Cauca, Panamá y Bolívar. 

La institución de las acciones populares ha pasado por distintas piezas legales, hasta obtener rango constitucional en la Carta de 1991 para la defensa de los derechos colectivos, entre ellos, el medio ambiente con sus recursos naturales para alcanzar su equilibrio ecológico, manejo y aprovechamiento racional, garantizando su desarrollo sostenible, su conservación y restauración de fauna y flora, además de la protección de áreas de especial importancia ecológica. 

Tuve la oportunidad de trabajar en la redacción de la ley estatutaria de las acciones populares en la Cámara de Representantes, siendo asesor de Agustín H. Valencia M., uno de los dos primeros congresistas por las Comunidades Negras (1994-1998). Nuestra ponencia sustancial fue derrotada por el esclerótico proyecto que lideraron Vivian Morales y Mario Uribe. Luego acudí a la Corte Constitucional para que declarara inconstitucional la caducidad de estas acciones populares, lo cual logramos con beneplácito.  

En el devenir de estas acciones constitucionales durante estos 33 años, hemos logrado, entre otras: abordar protección de la calidad del aire en Cali y Valle del Cauca (exhostos de buses, camiones, y quemas de cañaduzales), audiencia para clausura del Basuro de Navarro, defensa de los Humedales de Chiribico, Plan Maestro de Ciclorrutas de Cali, cierre de una explotación minera ilegal, remoción de Director General de CVC,  Bosque de Niebla de la Reserva Forestal La Elvira y Bosque Seco Tropical del Cortijo.  

La semana pasada, logramos que por fin el Tribunal de Cundinamarca, nos admitiera acción popular en defensa de los derechos de las comunidades campesinas de San Marcos, Mulaló y Manga Vieja, a quienes la Cementera Argos ha puesto en riesgo las aguas subterráneas que les proveen sus aljibes y riegos, con la perforación de sus suelos con el beneplácito de la Autoridad de Licencias Ambientales, una entidad defensora de grandes proyectos contaminantes como el radar y muelle militares en Isla Gorgona. 

Sea la oportunidad para contar, que este pasado sábado, la Ministra de Ambiente hablando de conflictos socioambientales (una fatídica noción antropocentrista que promueven algunos politólogos como ella), aseguró en reunión con las ONGs, que la Armada tendrá unas pequeñas lanchas en Gorgona sin armamento, entonces: ¿Qué diablos hará la Armada Nacional en los mares de esta Isla Ciencia, pudiendo cumplir este rol la Unidad de Parques Nacionales como órgano estatal civil?  

Esperamos que también se admita la acción popular que hemos interpuesto ante el mismo Tribunal de Cundinamarca (por tratarse de acciones contra entidades del orden nacional), en defensa del Cerro El Morro, un Relicto de Bosque Seco Tropical en las estribaciones de la Comuna 18 que acoge a Meléndez y otros barrios de Cali, Hito geomorfológico y paisajístico de Cali, con gran importancia cultural y recreativa, al que el Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Vivienda de Cali pretenden urbanizar. 

La égida de las acciones populares requiere de ardua perseverancia, enfrentando la férrea tradición de los derechos individuales que anteponen el interés particular al bienestar general, son como las ingentes cantidades de semillas que los frutos de la tierra brindan al suelo donde germinan unas pocas. En la evolución de las especies, la mejor adaptación, por pequeño que sea el grado, a las condiciones físicas ambientes, harán a la larga inclinar la balanza a su favor (Darwin, 1859), es la lucha por la supervivencia. 

Hemos reiterado que el disenso es creador, porque la adaptación implica retar el máximo aprovechamiento del entorno con la herramienta de la duda, sin perder el equilibrio interno. Para ello la falibilidad, el diálogo racional, y el principio de acercamiento a la verdad con la ayuda del debate, nos permitirán superar el conocimiento de la ignorancia (Popper, 2001), en este sendero llevamos 33 años de resistencia al mortuorio de verdades impuestas, es un ejercicio de lucha en defensa de la vida. 

Para aliviar esta indeclinable lucha, escuchar el arrullo del tango El día que me quieras (Gardel y Lepera, 1934): “Acaricia mi ensueño / el suave murmullo de tu suspirar, / ¡como ríe la vida / si tus ojos negros me quieren mirar! / Y si es mío el amparo / de tu risa leve que es como un cantar / ella aquieta mi herida, / ¡todo, todo se olvida..! / El día que me quieras / la rosa que engalana / se vestirá de fiesta / con su mejor color”. 

 



¡Gestión ambiental estatal sin democracia participativa! - Disertaciones del Crepúsculo

31 de marzo de 2024. Por Armando Palau Aldana. No obstante las 56 reformas hechas durante los últimos 22 años por el Congreso de la República a la Constitución del 91 (26 durante los gobiernos de Santos y Uribe), está claro que nuestra Carta Fundamental sigue sin estrenarse en muchos aspectos, particularmente en la materialización de la exclusiva soberanía popular de donde emana el poder público (artículo 3°), que modificó el viejo concepto supérstite durante 170 años y consagrado desde la primera Constitución de 1821, que ubicaba la soberanía en cabeza del abstracto concepto de la Nación.

Desde esta soberanía popular se confecciono en la Constituyente del 91 la participación democrática para superar la hegemonía de la democracia representativa, pero esta meta se quedó en ciernes; así como la categoría de servidores públicos a disposición del pueblo, pues persiste el omnímodo poder gubernamental, legislativo y judicial de los funcionarios de alto nivel: presidente, ministros, magistrados, congresistas, gobernadores, alcaldes y secretarios departamentales y municipales, perturbando la gestión ambiental estatal.

Aunque nuestra Carta ordena que es fin esencial del Estado facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural, en concordancia con el mandado de garantía de participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectar el derecho colectivo a derecho a gozar de un ambiente sano, el Congreso legisló hace 3 décadas limitando las audiencias públicas ambientales como instancia no deliberativa y no vinculante, lesionando a la postre el Tratado de Escazú.

Una retórica falaz estatal intenta conducir al pueblo colombiano por el camino de imposición de decisiones ambientales, que solo son comunicadas, pero jamás consultadas previamente al soberano poder popular, prueba de ello, la Ministra de Ambiente Susana Muhamad, nos impone la convalidación de la licencia otorgada por Santos para construir una Estación Guardacostas con un Radar y un Muelle militares en Gorgona; también está pensando notificarnos su Plan Nacional de Biodiversidad, sin que este provenga de las comunidades populares y ancestrales.

Mientras se impulso y sancionó, durante este gobierno, la ratificación legal del Tratado de Escazú como herramienta para acceder y facilitar ampliamente la información y la justicia ambientales, entre otras razones para detener el homicidio de líderes ambientalistas, en el que Colombia ocupa el primer lugar, la realidad es que el acceso a la información ambiental sigue siendo lacónico y no se promueve la democracia, debilitando el acceso a los derechos procedimentales direccionados a la participación y a la justicia.

El Tratado de Escazú, es una materialización del Décimo Principio de la Declaración de Río (1991), que estableció que el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda, para tener acceso adecuado a la información sin confidencialidad sobre materiales y actividades que encierran peligro, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones sobre la salud, la seguridad humana y el medio ambiente.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. Un ejercicio de dialogo y participación convocado por la Ministra de Ambiente en Cali con las organizaciones ambientales y ambientalistas ha sido truncado por el mismo gobierno, pues las que llevamos tiempo haciendo activismo en defensa del entorno y sus recursos naturales hemos logrado provocar un escenario crítico de disenso creador, mientras que muchas de las organizaciones ambientales están a la espera de seguir aplicando a los procesos contractuales “el dinero es el estiércol del diablo”.

En el Congreso de la República una inscripción en latín dice “Vox populi vox dei” (la voz del pueblo es la voz de Dios), porque en la práctica la voz de los gobernantes en materia ambiental es la traidora voz de la oscuridad, como en el espectáculo comercial de la COP16. Como anillo el tango Yira Yira (1930) de Santos Discépolo dice: “Verás que todo es mentira / Verás que nada es amor / Que al mundo nada le importa / ¡Yira, yira! / Aunque te quiebre la vida / Aunque te muerda un dolor / No esperes nunca una ayuda / Ni una mano, ni un favor”.