lunes, 26 de febrero de 2018

Disertaciones del Crepúsculo – ¡La Colegiatura Obligatoria!

26 febrero 2018. Por Armando Palau Aldana. Un tema recurrente en el ejercicio de la profesión de los abogados, es la falta de autonomía de los mismos para llevar la base oficial de datos, expedir sus propias tarjetas profesionales y dirimir la aplicación de sanciones disciplinarias por faltas a la ética, como ocurre en resto del continente americano, excepción de Colombia y Chile, dos países latinos con muchas similitudes.
En los distintos departamentos y municipios, existen alrededor de sesenta colegios, asociaciones y afines de profesionales del derecho, que egresan de unas ciento veinte facultades, quienes estamos sometidos al poder disciplinario de jueces y magistrados, que en el decurso de los procesos intimidan a aquellos litigantes que cuestionan a los togados por la deplorable administración de justicia, cometiendo en la mayoría de los eventos inaceptables excesos.
Ocurre también en Salas Disciplinarias de los Consejos de la Judicatura, quienes desde la Constitución del noventa y uno ejercen este poder sancionador, que amedrentan a los rebeldes abogados, lo cual no debe seguir ocurriendo, pues si un operador judicial considera que el litigante le ha faltado al respeto, debe suspender la diligencia y formular la queja al organismo autónomo de los abogados como ocurre en Colombia con los médicos, contadores, ingenieros, arquitectos y demás profesionales, que tienen en sus propias organizaciones gremiales obligatorias, órganos disciplinarios.
Veteranos juristas han intentado de tiempo atrás organizar un colegio mayor de abogados de carácter nacional y obligatorio, que sea como en las mentadas profesiones, el organismo que expide la tarjeta profesional y lleve el registro de todos, además de conformar los Consejos Nacional y Regionales de Ética.
Tuve la oportunidad de hacer una intervención bastante crítica en la segunda jornada del evento, manifestando mi pertenencia a la Asociación Americana de Juristas, pero llevando la vocería del Círculo de Pensamiento Ambiental de Cali, en la cual abordé, bajo la égida del "disenso es creador", la enorme responsabilidad de los abogados en la larga historia de la corrupción en Colombia, que data desde el famoso decreto de pena de muerte a los corruptos dictado por el Libertador Simón Bolívar en el Palacio de Perú en mil ochocientos veinticuatro; un fuerte llamado de atención a los colegas bogotanos que se refieren despectivamente a las regiones autónomas como simples provincias, fortaleciendo el centralismo en detrimento de la federación de los departamentos y municipios; al reto de abordar en forma coetánea, la organización de las colegiaturas, con la necesidad de lograr ante la rama legislativa la autonomía organizacional y la administración de la base de datos de los abogados, así como la función sancionadora por temas disciplinarios; la invocación ante la rama legislativa, del derecho a la igualdad continental que predica que las colegiaturas de abogados conservan la facultad disciplinaria conforme lo estipulado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Pacto de San José de Costa Rica, y el artículo sesenta tres de nuestra Constitución que prescribe que los tratados internacionales sobre derechos humanos aprobados por leyes colombianas prevalecen en el derecho interno; la concordancia entre el ejercicio de la profesión de abogado y la libertad de expresión, conforme jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; la inclusión en el proyecto de ley por la Colegiatura Obligatoria de la derogatoria de las facultades disciplinarias de los jueces en el trámite de los procesos, porque constituyen herramientas de intimidación; la necesidad de conformar una Presidencia Colegiada en la que participen tres delegados de igual número de regiones, para tornarla participativa e incluyente.
Finalmente, hice la invitación a los abogados a sumarse a la "Caravana Jurídica en defensa de la vida de los niños indígenas Wayúu", que son víctimas de exterminio y genocidio por parte del Consorcio Transnacional que explota la mina de carbón a cielo abierto de El Cerrejón, la más grande del mundo, para conformar un consorcio de abogados para preparar y presentar las acciones constitucionales en defensa de la vida.
Finalmente se acordó en esta reunión: "Defensa de la defensa", veeduría procesal, coadyuvancia a la Defensoría Pública, fortalecimiento de la academia., respeto e igualdad de trato a los abogados en todos los órdenes, defender la profesión y recuperar el prestigio y dignidad de la misma, y combatir frontalmente la corrupción, son varios de los postulados que se proponen en la nueva federación de abogados convocada a través de los colegios y asociaciones gremiales, constituyéndose la Federación de Colegios y Asociaciones de Abogados, que trabajará por la independencia de sus pares, buscando la autonomía nacional con su propia base de datos, para que se organice, discipline y coadyuve a la recta y cumplida administración de justicia como aportes para el cambio e independencia del poder judicial que garantice justicia y paz en Colombia.
Ya es hora que se empujen con dinamismo este tipo de cambios, para que los abogados tengamos la opción de luchar contra la corrupción que campea por los estrados judiciales, en estos tiempos del visible Cartel de la Toga, porque la mediocridad y la falta de justicia son también expresiones de la crisis estatal.

lunes, 19 de febrero de 2018

Segundo Conversatorio Ambiental del 2018

19 febrero 2018. Por Cirpa. La Alianza Estratégica Ambiental conformada por el Círculo de Pensamiento Ambiental (Cirpa), el Centro de Asistencia Legal Ambiental (Cela) y el Centro de Pensamiento de Prospectiva (CPP), invitan a toda la sociedad civil de Cali y el Valle del Cauca a la realización del Segundo Conversatorio Ambiental del 2018 el próximo jueves 22 de febrero en la Sociedad de Mejoras Públicas a las 4 p.m., alrededor del tema "Perspectivas de los Humedales" sobre el que disertarán la bióloga Luz Angela Forero, el ingeniero magíster y experto en cuencas hidrográficas Jairo Alfonso Tezna y el abogado y doctorado Alberto Ramos Garbiras. Este conversatorio será moderado por los abogados ambientalistas Armando Palau Aldana y José María Borrero Navia.

La despiadada crueldad del presupuesto de Trump

19 febrero 2018. Por Amy Goodman y Denis Moynihan. El lunes, el presidente Donald Trump presentó su propuesta de presupuesto para el 2019. Siguiendo el camino de su único logro legislativo hasta la fecha —el gran recorte impositivo que favorece a las corporaciones y personas más adineradas—, el presupuesto de Trump pretende recortar o eliminar por completo los programas contra la pobreza que conforman el núcleo de la red de seguridad social de Estados Unidos. Estos programas abarcan desde la nutrición infantil, hasta el cuidado de las personas mayores y la capacitación laboral. Este presupuesto viola descaradamente una de sus promesas de campaña fundamentales: dejar intactos los programas Medicare, Medicaid y la seguridad social. El presupuesto de Trump es un documento de gran inmoralidad, una lista de recortes en el gasto federal que cumple ampliamente con los deseos de la extrema derecha y que podría destruir un siglo de logros legislativos progresistas. El Congreso estará en receso durante la semana próxima y los representantes electos que apoyan los crueles proyectos de Trump deberían esperar una ola de oposición: en todo el país se está organizando la resistencia.
“Este es el presupuesto de los hermanos Koch. Es el presupuesto de la clase multimillonaria. Y el pueblo estadounidense lo comprende”. Esas son declaraciones del senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, quien critica a Charles y David Koch, los hermanos empresarios multimillonarios que han invertido cientos de millones de dólares en las elecciones de Estados Unidos para propagar su agenda de extrema derecha.
Sanders continuó: “Este es un presupuesto que hará más difícil que nuestros hijos obtengan una educación decente, que las familias trabajadoras obtengan la atención médica que realmente necesitan, que podamos proteger el aire que respiramos y el agua que bebemos, y que los ancianos vivan sus años de jubilación con dignidad y respeto. Este no es un presupuesto que ataque a la clase dirigente política, como Donald Trump prometió cuando era candidato. Este es un presupuesto de la clase dirigente política. Es el principio de Robin Hood a la inversa: es un presupuesto que le quita a los pobres para darles a los adinerados”.
En una metáfora deportiva, la congresista de Seattle Pramila Jayapal lo llama “el presupuesto ‘tres strikes y afuera’”, haciendo referencia al béisbol, el popular deporte estadounidense. Estas son las declaraciones de Pramila Jayapal, importante miembro del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes y vicepresidenta del Bloque Progresista del Congreso: “El strike uno fue transferir 1,3 billones de dólares de los trabajadores y los pobres a los más ricos mediante de la estafa impositiva del Partido Republicano. Cabe destacar que, con este presupuesto, finalmente están diciendo que esos recortes impositivos promovidos por el Partido Republicano no se pagan por sí mismos, porque están proyectando estos enormes déficits que son consecuencia de los recortes impositivos. El strike dos es que básicamente van a inflar el déficit; siete billones en 10 años, un billón solo el año próximo. Y el strike tres es recortar todos los programas que permiten a las personas vivir con algo de dignidad, una pizca de esperanza, una mínima oportunidad”.
El presupuesto federal es un documento gigante, que representa un gasto de 4,4 billones de dólares en solo un año. Los republicanos han mantenido durante mucho tiempo el recorte presupuestario y la eliminación del déficit fiscal como su razón de ser. Ahora, con la Casa Blanca y las dos cámaras del Congreso bajo control republicano, aparentemente han abandonado sus principios. Una ley de gastos aprobada con apoyo bipartidario el pasado 9 de febrero, para evitar la paralización de los servicios de gobierno, aumentó el gasto militar, lo cual era prioridad de Trump; así como el gasto en programas nacionales, algo que buscaban los demócratas. También aumentó los límites federales de endeudamiento y de gasto.
Sin embargo, este acuerdo no obliga al gobierno a gastar los fondos según lo acordado. El diablo se esconde en los detalles, como dice el refrán anglosajón, y es en las leyes de asignación presupuestaria y otros proyectos de ley de gran envergadura, como la inminente ley agrícola, donde se ultiman esos detalles.
Nuevamente, la congresista Pramila Jayapal se expresa sobre el tema en una entrevista para Democracy Now!: “Tomemos de ejemplo el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP. Están proponiendo un recorte de 213.000 millones de dólares en este programa, [por lo que] la gente tendrá que trabajar para obtener estos beneficios. Y recordemos que las tres cuartas partes de los beneficiarios del SNAP son personas mayores, personas con discapacidades y familias con niños, y que el beneficio promedio por persona y por comida que obtiene la gente a través del SNAP es de un dólar con 40 centavos”.
Se proponen otros cambios similares que reducirían la financiación de Medicaid, el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI, por su sigla en inglés) y la asistencia para la vivienda, así como incluir requisitos de trabajo onerosos a los beneficiarios, pese a la evidencia de que estos receptores con frecuencia no tienen posibilidad de trabajar.
Varios analistas del entorno político de Washington D.C. admiten que el presupuesto de Trump tiene muy pocas posibilidades de ser aprobado. Pero, por supuesto, estas son las mismas personas que aseguraron que Trump no tenía ninguna posibilidad de resultar electo. Este presupuesto transmite la visión que tienen del país el presidente y el Partido Republicano. Este presupuesto señala un futuro oscuro, despiadado y cruel, que exacerba la pobreza, la desigualdad y el sufrimiento. Es un presupuesto que el pueblo estadounidense no puede pagar.
© 2018 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org