jueves, 15 de septiembre de 2016

Disertaciones del Crepúsculo – Armando Palau Aldana - Los Acuerdos de La Habana y la Cuestión Agraria



15 septiembre 2016. Salvo mejor opinión en contrario, uno de los puntos de mayor relevancia en el Acuerdo Final suscrito entre el Gobierno Nacional y las FARC, es la Reforma Rural Integral, encabezando el documento acordado entre las partes; toda vez que contiene puntos esenciales de la históricamente cacareada reforma agraria, que nunca vimos materializar durante los años de nuestra vida republicana y especialmente después de la antigua constitución de finales del siglo diecinueve (que rigió por más de una centuria), a la luz de la cual se materializó el despojo de ingente cantidad de minifundios, que fueron inicialmente domesticados por muchas familias campesinas.
Estriba dicha importancia, en que la falta de una trasformación estructural del campo que permita el uso de la tierra y su equitativa restitución al campesinado que laboró en ella y que fue desplazado por la violencia partidista, orientada por unos pocos ajedrecistas del poder, azotando a hombres y mujeres que nos entregaron durante muchos años los productos de nuestra canasta familiar, originaron motivos para la irrupción de la guerrilla en Colombia. 
Diversos investigadores han esbozado las inequitativas cifras sobre la concentración de la tierra en Colombia, que redondeadas evidencian que menos de la mitad del uno por ciento de la población es propietaria de casi la mitad de la tierra de uso agrícola, es decir, que algo así como quince mil familias son las dueñas del suelo que habitamos cuarenta y cinco millones de compatriotas, topándonos con uno de los mayores generadores de desigualdad. Estamos hablando de fincas superiores a quinientas hectáreas, mientras que las parcelas menores a cinco solo abarcan el cinco por ciento de este campo que comprende las zonas rurales, donde vive un poco menos del treinta por ciento del país, que ha padecido las inclemencias ocasionadas en parte por políticas públicas sectoriales que han dado largas al desalojo y expropiación por manos de particulares. Se dice que tenemos ciento trece millones de hectáreas para uso agrícola, de las cuales se perdieron más de setecientas mil (la tercera parte del Valle del Cauca), en la última década de la pasada centuria. Casi cuarenta millones están ocupadas por la ganadería (duplicando el potencial de uso), en sentido contrario solo se utilizan veinte para cultivo. Mientras que en los años noventa, producíamos en nuestros campos el noventa por ciento de nuestros consumos agropecuarios, hoy importamos casi la mitad de nuestra canasta familiar, exponiendo a la patria a no contar con seguridad alimentaria.
En este desalentador y borroso panorama, oculto a los ojos de una cantidad alta de las familias colombianas que encuentran dispuestos en los supermercados los alimentos que requieren, sin saber su foránea procedencia y sin tener en cuenta las cifras oficiales de indicadores de desigualdad, que señalan las distancias entre una creciente pobreza y una reducida riqueza; la acordada Reforma Rural Integral propone estrategias para brindar oportunidades de alimentación y nutrición a la población más vulnerable, entre la que se cuenta la campesina, con planteamientos de participación para las comunidades rurales para su bienestar y buen vivir, encaminados hacia el desarrollo sostenible.

Se proyectan iniciativas agrarias que cierren la frontera agrícola y protejan áreas de especial importancia ambiental, mediante la promoción de la economía campesina, contando para ello con el planeamiento nacional del mejoramiento de las vías terciarias, así como del riego y drenaje, que permitan la integración regional y el acceso a los mercados. Me llama poderosamente la atención, la formulación de bancos de germoplasma para la promoción y protección de las semillas nativas para siembras óptimas bajo la orientación de saberes propios y ancestrales, proyectándola como una alternativa al peligroso, insalubre y excluyente mercado de los organismos de manipulación transgénica, buscando la salvaguarda de nuestro patrimonio genético como elemento de la biodiversidad dentro de la órbita de la soberanía nacional. 
Estos elementos -consignados en uno de los seis puntos del Acuerdo de La Habana- capaces de producir nuevas opciones para que el campo no siga siendo el escenario de la exclusión en donde emerge una riqueza que se acumula a partir del despojo a quien entendió de manera sencilla que la tierra es para quien la trabaja como un libre pensamiento, y no para quien la usurpa y la atesora, son elementos vitales para la trasformación y desarrollo de la cuestión agraria que pueden llevarnos por caminos de progreso y de construcción de otro país posible, proporcionándonos una seguridad alimentaria a toda la nación, en propuestas que no están direccionadas para favorecer a quienes dejan en esta oportunidad las armas, sino para aquellos que han sido excluidos del campo y obligados a formar cordones de miseria en las grandes ciudades, son razones más que suficiente para votar afirmativamente el plebiscito, como un anhelado sueño. Podrá ser una paradoja de interés: mientras la FARC da el primer paso, el ELN estará presto a diálogos en medio de la verificación de los acuerdos.
Por supuesto que en este escenario de búsqueda de la paz, como siempre, incursionan los mismos personajillos del país político con sus oportunistas sonrisas fotografiadas, que pretenden usufructuar un clima de cambio que nunca proporcionaron ni intentaron sacar avante, así como en la otra orilla los detractores de una opción de cambio o de una alternativa para el desarrollo. Para contextualizarlo traigo a colación las palabras de Jorge Eliecer Gaitán: “En la trayectoria que han seguido todas las civilizaciones y en las tormentas donde se han cumplido transformaciones esenciales, han actuado en dramática y fecunda contraposición, dos fuerzas que culminan en dos estados psicológicos. De un lado aquellos a quienes el poder, como siempre, adormece y estanca; a quienes la embriaguez del dominio recorta y amengua en su ambición creadora; a quienes el ejercicio del mando destruye el impulso de la inconformidad; a quienes por actuar en ambientes de beneficiados se les hace sordo el oído para escuchar el clamor subterráneo que se incuba y vibra como un presagio de tempestad. De otro lado aquellos que producen este mismo clamor; los que fuera, en la escuela, en el rancho desolado del campesino, en el taller sonoro del artesano, en el alma de la madre y en el seno de la juventud; en la mente del industrial y del comerciante, van gestando un nuevo destino de vivir; una nueva ansiedad en la forma y en la organización de la sociedad”.

viernes, 12 de agosto de 2016

Las Sagas

Las Sagas. Escrito por Fernando Taseche. 12 agosto 2016. Las Sagas nacen en la profundidad existencial de una gran experiencia humana que se teje en esa relación tan determinante que construimos cuando hacemos música, componemos, cantamos, escuchamos, interpretamos, bailamos y con la misma fascinación con que conjugamos el verbo compuesto hacer-memoria, volvemos a encontrarnos para escuchar la palabra, la historia y echar el cuento.
Hacer-memoria es un verbo que nos invita a que nos extrañemos de nosotros mismos y podamos escuchar a los Otros donde el juego perfecto: Hagamos Memoria, es que lo hemos vivido para poder contar con la memoria y contarla, sentirla, decirla, exponerla, agarrarla, hacerla de todos nosotros y cantarla. También asirla. Cogerla. Ponerla a rodar con la fuerza de lo que contienen unas Sagas cuando toman forma y se vuelven escritura y pueden leerse.
Estas Sagas están hechas de una fuerza vital que ha vivido el juego elemental de la musicalidad de las palabras y la complejidad de sus composiciones. Cada Saga se reinventa en la manera como modula la experiencia de cada historia. Expresa sus valores que sabe condensar. Introduce los elementos que le son afines.
Los nombra y los hace aparecer en el orden simbólico en medio de las diversidades para representar sus ideales, marcar sus diferencias y reafirmarse en ese tejido que le pertenece y que le permite tener identidad. Marca sus rostros, sus lenguajes, sus búsquedas y esas expresiones que le son comunes y a la vez, le son propias.
Añoran auto-reconocerse, recuperar su nombre, su lengua, sus hablas pérdidas en los tatuajes imborrables de una génesis que cada tiempo hay que develarla para que nos permita emanciparnos. Ser lo que fuimos. Lo que hemos sido. Lo que podemos ser.
Encontrarnos con los Otros. Encontrarnos en nosotros mismos, lo que creíamos… (es) más lejano, como dice Michel Foucault, en el capítulo de El Hombre y las Cosas. Alcanzar a develar las certezas que tienen el lenguaje y todos sus universos. Develar sus naturalezas, producir sus significaciones y cada uno de los códigos que tienen sus mensajes, cuando nos dan sus testimonios y nos cuentan en sus propias prosodias, aquellas acciones en las que le dan vida al aliento de las músicas. Las Sagas son fuentes vivas.
Las Sagas son transposiciones poéticas y narrativas de unas Oralidades manifiestas que trascienden de generación en generación y que se tejen en cada puesta en escena de las relaciones entre cada uno de los protagonistas, actores sociales, músicos, cantadoras, compositores, creadores de instrumentos, profesionales de la gastronomía y demás oferentes dentro de los procesos sociomusicales del Festival a través del tiempo.
Estas Sagas están hechas con base a un seguimiento que ha sido realizado y estructurado gracias a un prolongado estudio de observación, -que es una observación participante, que nos ha facilitado el trabajo etnográfico que aporta la Investigación Social, porque se visualiza y proyecta a través de las entrevistas en profundidad, que son adelantadas con los actores que con la urdimbre de sus voces tejen las narrativas de las memorias etnomusicales del Petronio.
Ellos como protagonistas hablan desde el ethos cultural y socio-musical del espacio simbólico de sus territorios, en los lenguajes del cuerpo de sus experiencias y con el centro de los saberes aprendidos en esos aprendizajes que entroncan el alma festiva de las músicas del Pacífico.
Ellos han creado estos diálogos abiertos para interpelar con sus saberes empíricos las culturas vivas de esta tierra. Es el diálogo con el mundo y sus culturas universales como una cultura con muchos elementos formadores de su ancestralidad afrodescendiente, que se reclama como un enorme brazo simbólico de toda la biofísica humana de la madre África, en este lado del planeta en Colombia. Es el diálogo desde un Festival de Música como esté del Pacífico colombiano.
Con ellos renace ese pensamiento fundacional de una memoria que se traduce en las músicas de Marimba, en los Cantos Tradicionales, en los Violines Caucanos, en las Chirimías y en la Contemporaneidad de las nuevas innovaciones de la musicalidad de la gran región simbólica del Pacífico, interiorizada por las nuevas generaciones de toda esta nación que conmemora en sus propias representaciones del sabor, con sus nuevas composiciones, con los mejoramientos armónicos y con el acompañamiento de las voces de las cantadoras que traen la leyenda de toda la ancestralidad en sus memorias musicales, “donde va en su sangre toda la infinita irisación rítmica del sensualismo criollo” de que hablaba Fernando Ortiz, porque hay que saber: “llevar el arte de desenmarañar el prodigioso entretejido de los ritmos y de ligarlos a un verbo cálido, de tropical erotismo, hecho más mórbido aún por las suavizaciones guturales, nasales y labiales, impuestas por la anatomía y por la imitación”[1].
En estas Sagas está inscrito “el secreto de la expresión”, que se transcultura en la voz de estos seres humanos, que saben transculturizar las africanías en las melodías, los ritmos, los tambores, las marimbas, las voces y en esa mitología que crece en una consagración que tiene música en cada palabra y en cada argumento.
Se trata de encontrar la plenitud de la expresividad de su vida simbólica. Está en el virtuosismo de la retórica que entrelazada en las múltiples herencias tribales donde permanece, puesto que hacen parte de la “articulación social de la música”[2] con los territorios y sus biogeografías trashumantes en el África como en el Pacífico, y en ese carácter definitivo que tiene la complejidad de la vida, con los distintos medios de expresión y su fecunda manera de ser en aquella articulación rítmica, armónica, polifónica y melódica, que demuestra la alta capacidad de su adecuada expresión vocal, y su perfecto saboreo.
Estas Sagas es una herramienta comunicacional que es muy asertiva para la Memoria, porque puede ser utilizada como un documento básico que va ayudar a crear en amplios públicos, una mediación estratégica de Información, Comunicación y Educación, ICE, para que puedan de primera mano comprenderse todos los elementos de la compleja estructura de las comunidades del Pacífico y de su importancia en la conformación de nuestras identidades culturales nacionales.
En estas Sagas, están los desarrollos palpables de una serie de conversaciones en situ, y en terreno, que son hechas directamente para abrir los espacios sobre los sentires, las opiniones, los perfiles, las visiones personales, los modos de vida, los pensamientos, las historias, las precisiones, las búsquedas, las convicciones, las confluencias, los significados, los liderazgos, las capacidades y las competencias que han surgido en esa enorme experiencia cultural de prepararse y asistir al Festival de Música del Pacífico.
Estas Sagas, nacen de las entrevistas y las conversaciones que estas propician, porque basan su fundamento en aquello que se traza entre los entrevistados y el entrevistador, siempre destacando la importancia del proceso de comunicación para lograr la comprensión de la muy respetable subjetividad de los actores sociales del proceso intercultural del Petronio Álvarez.
Es muy claro y evidente, que estas Sagas, son el producto de ese instrumento comunicacional de las entrevistas en profundidad, que surgen en la Investigación Social sobre la Memoria de los protagonistas del Festival Petronio, porque parten del espacio de sus historias de vida, de sus biografías musicales, de sus proyectos de vida en los territorios con sus comunidades, de aquello que aparece en la Internet, de los registros que dejan en la Secretaría de Cultura y Turismo de Santiago de Cali, de todas estas posibilidades surgen y renacen estas Sagas, porque recogen el alma viva de un tejido simbólico que es la Memoria.
Son el conjunto de representaciones asociadas de los acontecimientos vividos por el entrevistado y que nos proporciona una cierta orientación significativa de la experiencia social, cultural y política de quiénes se inventan estas Sagas del Petronio.
Las Sagas recogen los comentarios que hace el entrevistado, sin interpretarlos, ni resumirlos.
En las Sagas los contenidos de las biografías de los protagonistas están asociadas a los acontecimientos vividos por el entrevistado y que proporciona esos espacios simbólicos que han guiado las experiencias de sus vidas y su historia cultural y que se diferencia de las obras de los artistas porque hacen parte de sus experiencias existenciales socio-culturales, que les han definido sus comprensiones, sus convivencias, sus valoraciones, sus percepciones y sus representaciones sociales acerca de las relaciones dinámicas de la vida y las culturas.
Las Sagas se construyen a partir de las entrevistas en profundidad donde se presuponen que hay la existencia de unos conocimientos mutuos y la posibilidad de una interacción verbal dinámica dentro del proceso comunicacional instaurado que es una acción recíproca.
La conversación dentro de la entrevista en profundidad como técnica de recopilación de reconstrucción de la Memoria permite la conversación libre, basándose en un guión que corresponde a una carta de navegación que facilita la orientación del diálogo y el libre desarrollo de las conversaciones.
Está técnica nos deja acceder a las informaciones útiles que son muy difíciles de observar directamente y se construyen con la participación activa de los interlocutores[3], como lo son los protagonistas de estas Sagas del Petronio, que han hecho la historia y siguen construyendo con sus prácticas artísticas, esa efectiva e inolvidable historia que han reescrito en ese mapa imaginario que nos muestra la cartografía de un territorio invisible y posible que tiene las herencias africanas heredadas y persistentes a lo largo del tiempo de sus experiencias vitales.
Estas Sagas, son memoria en Profundidad del acontecimiento del Petronio y se caracteriza por un alto respeto sobre las respuestas de los entrevistados, porque son los actores socio-musicales y culturales los que han ofrecido con toda integridad, su confianza en este proceso serio de dejar y reencontrar la Memoria Cultural, que se diferencia pues tiene una importancia documental, que es más que “noticiosa” y tiene un sentido periodístico mucho más profundo, puesto que posee y tiene las claves de una historia transformadora que retoma el curso de la historia de un Festival que es uno de los más representativos del país y de Latinoamérica.
Este trabajo de la memoria cultural de las Sagas, es un gran esfuerzo que busca consolidar una información específica que la complementa con las voces más respetables que han hecho posible esta gran transformación simbólica para el Festival de Música del Pacífico y la nación cultural afrocolombiana.
Estas entrevistas en profundidad se construyen con los protagonistas Las Sagas que hacen parte de las múltiples historias de vida del Festival Petronio, y tienen como objetivo mostrar el proceso innovador y siempre novedoso del Festival en el mundo, con los procesos de gestión intercultural y la enorme acción social que se ha logrado adelantar con las negociaciones culturales desde la música y la Oralidad entre todas las comunidades, como una experiencia simbólica que habla “desde la heterogeneidad de los complejos sociales, de sus contenidos y sus funciones, al construir narratividades de mayor o menor amplitud, desde los cambiables presentes, es decir desde perspectivas diferentes, articulando distintas visiones que juegan funciones sociológicas diversas para los varios grupos nacionales. Es un historiar desde la memoria que se da también sobre otros complejos sociales: grupos varios, comunidades, etnias, organizaciones estatales u otras, espacios transnacionales, etc., son un juego complejo con otras historias, también pueden devenir como parte esencial de las historias regionales”[4].
En esas narrativas se recogen los acumulados de información y reconocimiento de los entes territoriales que poseen varios funcionarios entrevistados, puesto que son los que desde sus diferentes roles como actores claves, ofrecen todo el conocimiento complejo de los Antecedentes del proceso fundamental de conformación del Festival de Música del Pacífico, los aspectos históricos, humanos, sociales, estadísticos, cartográficos, biogeográficos y culturales que hacen posible está restauración sistemática de lo que puede alcanzar el territorio del Pacífico, en el futuro como una oportunidad de materializar nuevos escenarios culturales para el desarrollo territorial integral del sur-occidente colombiano.
En cuanto al tipo de entrevista que realizamos, nos ha parecido muy viable la entrevista narrativa en la cual aplicamos, “un tipo particular de entrevista individual a profundidad estructurada a partir de la cual se anima al informante a contar una historia sobre un evento particular del contexto social del que hace parte como individuo social y colectivo, por cuyos hechos son objeto de estudio de la Investigación Social Cualitativa en cuestión”[5], aparte de que son muy útiles en los estudios culturales que combinan historias de vida y contextos socio-históricos como nuestra investigación en proceso.
Además partiendo de estas entrevistas como dice el texto histórico será más fácil de articular e indagar sobre opiniones, sentimientos y conocimientos. Cabe aclarar que será de alta utilidad para la Investigación, desarrollar este punto, pues cada pregunta ha sido diseñada con base a los aportes que nos ha podido brindar al desarrollo de la Investigación de las fuentes primarias y secundarias de cada objetivo en el proyecto en su estructura fundamental.
En resumen, en estas Sagas encontramos todas las riquezas posibles e infinitas de lo que representa este oro humano de nuestras músicas afrocolombianas, la más grande riqueza espiritual de la ancestralidad africana y afrodescendiente que respira y habla desde su profundidad, es la quinta esencia del vigor creativo de la palabra y de lo que hemos heredado de la madre África, el gran legado de una humanidad entera y resplandeciente que se condensa en el Pacífico con sus músicas y sus culturas. El Pacífico colombiano es África, la otra gran África que renace de muchas formas en las tierras colombianas y en muchos territorios d esta nación que respira musicalidad y belleza y que busca superar el rigor de muchas ignominias y contradicciones. Es el otro Dorado de la Humanidad. ¡Escúchenlo por siempre!
[1] ORTIZ, Fernando, Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1985.
[2] Ob. Citada de Ortiz, pág. 148.
[3] DELGADO, Juan Manuel, GUTIÉRREZ, Juan, Métodos y Técnicas de Investigación en Ciencias Sociales, Editorial Síntesis, España, 1996.
[4] ESGUERRA, Pardo, Nicolás, Nuevas Miradas desde la Historia, un comentario crítico al trabajo Imaginación y Poder: El encuentro del interior con la costa en Urabá.
[5] BONILLA CASTRO, Elssy y RODRÍGUEZ SEHK, Penélope. “Recolección de datos cualitativos”. En: Más allá del dilema de los métodos, la investigación en Ciencias sociales. Santafé de Bogotá, 1997. PP- 171.

jueves, 2 de junio de 2016

Disertaciones del Crepúsculo – ¿Planes de Desarrollo o de Politiquería?


2 junio 2016. La Constitución Política del noventa y uno, elevó a rango constitucional la noción de planes de desarrollo, que ya estaban consagrados para las entidades territoriales desde la ley de reforma urbana en el ochenta y nueve. Su inclusión fue ratificada además con la noción del voto programático, para que aspirantes a alcaldías y gobernaciones presentaran sus planes de gobierno antes de ser elegidos, se aspiraba a que la gente eligiera no simplemente un gobernante sino una idea para gobernar materializada en un plan de desarrollo. Esta fue una de las expresiones del paso de la democracia representativa a la participación democrática, pero una triste realidad nos muestra que lo que menos cuenta es la participación de las gentes que conforman ese conglomerado social, al que denomina la Carta Fundamental el pueblo, en el cual reside la soberanía, según indica el precepto constitucional.
Una evidencia de ello son los planes de desarrollo, especialmente su trámite de aprobación en las asambleas departamentales o en los concejos municipales, lo cual finiquitó recientemente en dichas corporaciones públicas tal como lo establece la ley orgánica.
En Cali por ejemplo, quienes desde la sociedad civil acudieron a intervenir en los espacios abiertos para dicha participación, corroboraron que se trata de simples apariencias para dejar constancia de que hubo una amplia intervención de la ciudadanía, quienes desde su propia percepción y vivencias en el territorio de su barrio o de su comuna o desde el sector en el que se mueven, concibieron una idea o propuesta y la expusieron en las deliberaciones, en las que los concejales estaban pensando en cualquier otra cosa distinta a prestar atención a la voz de las comunidades.
En esta ocasión por lo menos, dicha desilusión de la realidad se ha manifestado a muchas voces en las redes sociales, el descontento se ha expresado y el malestar se siente. Se afirma en el mundillo de los rumores que la puja en los concejos gira alrededor de prebendas, una sofocante realidad que nos lleva a reiterar que la corrupción es un monstruo grande del que solo se ven las sombras para efectos judiciales.
No hay una controversia sobre las propuestas de los sujetos de las comunidades, eso no cuenta, lo valedero es la objeción de los concejales y su poder de voto que se alinea en un concierto que torna dichos planes en espectros de la politiquería, antes que propuestas para el desarrollo de las comunas y sus barrios.
Todo ello nos lleva a pensar que el cacareado proceso de participación democrática, es utilizado y manipulado por los actores del aparato político, quienes después de costosos procesos de elección, toman con los gobernantes, nacional y regionales, las decisiones por donde se lleva el rumbo del caos a las comunidades.
Pocas cosas estimulan la participación del pueblo en la dinámica de las decisiones gubernamentales, es indiscutible la profunda crisis de las expresiones partidistas, los que reclaman por promesas incumplidas como los campesinos son arrasados por fuerzas institucionales como el ESMAD, aunque después el mismo presidente reconozca que en efecto no se cumplieron los acuerdos con los cuales se levantaron otros justos paros y protestas sociales.
La lucha por el cambio debe continuar, en todas las esferas, desde iniciativas por movimientos alternativos que congreguen distintas expresiones que recojan las aspiraciones y necesidades del grueso del pueblo colombiano, así como al interior de los partidos y movimientos, para desenmascarar la realidad de su manipulación por sus dirigentes de turno que se perpetúan con falsos discursos, así como con sus representantes ante el congreso de la república, las asambleas departamentales y los concejos municipales. Tenemos que saber de una vez por todas que asistimos a una farsa contra la que debemos luchar, porque se planifica para mantener el estado de cosas, es decir la politiquería que alimenta y vive la corrupción. La soberanía reside en el pueblo, así lo soñó la Constituyente del noventa y uno, pero la verdad sea dicha, quienes tras bambalinas mandan son los politiqueros en detrimento del interés general. Que la inconformidad y la crisis que ocultan los grandes medios de comunicación, nos haga pensar y llenarnos de valor, para construir otro país posible y mejor.
Cali, dos de junio de dos mil dieciséis.

Disertaciones del Crepúsculo – El desmoronamiento de la política partidista

Armando Palau Aldana. 24 mayo 2016. Es indiscutible que el largo acumulado de tantas inequidades que agobian a nuestra patria, se retroalimenta constantemente con el indebido manejo del Estado en sus distintas expresiones, ocasionando desigualdad y lesionando el alcance y goce de los derechos fundamentales y colectivos, perturbando a la mayoría de comunidades y sujetos que las conforman, lesionando el interés general. Este contexto ha sido caldo de cultivo para la permanencia del conflicto social y armado. Un tortuoso camino que debe finiquitarse, para emprender el sendero hacia la paz, no solamente para el cese de la guerra entre la guerrilla y el ejército colombiano como guardián de los derroteros impuestos por el gobierno nacional, así como las expresiones colaterales como el narcotráfico y el paramilitarismo, como también para alcanzar un desarrollo con justicia social que irradie y llegue al pueblo permitiendo su progreso en todos los aspectos de la vida.
Aunque buena parte del país nacional no crea en ello, en este propósito el papel de los partidos y movimientos políticos es determinante, por supuesto, que la no disposición para ello, es decir, no los meros anuncios y discursos, sino la falta de ejecutorias legales y evidencias para el manejo de la cosa pública, desprestigiada por los escándalos de una corrupción que nadie niega pero que no arroja el punto central de la responsabilidad, dan al traste con las expectativas de esa búsqueda por la paz, desesperanza que se escucha como vox populi por los andenes, parques y conglomerados públicos, en los taxis y en los sistemas masivos de transporte. Sin embargo es necesario seguir luchando por alcanzar la paz.
Una evidencia de enorme impacto negativo, ha sido el irregular manejo dado por sus directivas al Partido Liberal en los últimos años. De haber pasado por un ejercicio de deliberación y construcción colectiva para la confección de una vibrante plataforma ideológica y unos estatutos incluyentes, avalados por la militancia en una consulta abierta hace quince años, se regresó hace un lustro al centralismo y la exclusión violando las reglas del juego, para desconocer los logros de sectores sociales, a los que se les reconoció del derecho de participar en forma equitativa con los sectores políticos, lo que a la postre se logró y se puso en evidencia en el histórico fallo del Consejo de Estado que condenó por violación de la Moralidad Administrativa a la dirección liberal y al Consejo Nacional Electoral.
En esa histórica sentencia, el Consejo de Estado, puso de presente que en el decurso de la política colombiana es a través de los partidos y movimientos como se accede a los cargos de manejo y dirección del establecimiento estatal, incluso cuando se conforman movimientos cívicos o ciudadanos, la presencia de políticos de profesión es una inocultable constancia en esas pasajeras coyunturas.
Que un partido como el liberal, que pregone en la plataforma ideológica la búsqueda de la prosperidad general y la prevalencia del interés general, haga por intermedio de sus voceros y directivos exactamente lo contrario, es un pésimo mensaje para la búsqueda de la paz, porque evidencia una doble moral, la misma que se expuso expresando la oposición a la venta de ISAGEN como patrimonio estratégico nacional, pero negándose a la aplicación de la censura al ministro de hacienda que lideró ese detrimento al erario.
Esa es la triste realidad que muestra el desmoronamiento de los partidos, por lo menos de la colectividad roja, contexto contra el que seguimos luchando quienes comprendimos el mensaje de cambio y transformación social que nos dio Gaitán, como un sueño que fue violentamente truncado por los fríos ajedrecistas del poder disfrazados con tufillo populista, que siguen con el maniqueísmo para truncar esa expectativa de vida a la que tenemos derecho a seguir luchando para alcanzarlo o por lo menos para dejar el testimonio de lo que hicimos en forma indeclinable, porque pensamos que es indispensable cambiar esos aparatos electorales para buscar un posible mejor país.
Cali, veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis.

jueves, 17 de marzo de 2016

Disertaciones del Crepúsculo – ¡Otra defraudación al electorado!

Disertaciones del Crepúsculo – Armando Palau Aldana
¡Otra defraudación al electorado!
Publicado 16 marzo 2016. Triste realidad la de la democracia colombiana, que pone de presente el juicio de valor “Un hombre libre puede acercarse a una urna electoral, solo para romperla”, uno de los pensamientos de José María Vargas Vila, aquel personaje que en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX onduló entre el liberalismo radical, el existencialismo y el anarquismo.
Y esta cruda realidad se evidencia en Cali, cuando la mayor votación la obtuvo un destacado empresario sin ninguna experiencia y formación en la administración pública para regir los destinos de la “Sucursal del Cielo”, ni siquiera con filiación política conocida. Las cifras oficiales indican que en con una población total de dos millones trescientos mil y habilitados para votar un millón seiscientos mil, solo ejercimos el derecho al voto el cuarenta y cinco por ciento de los potenciales votantes, lo cual deslegitima la participación política. De esa comunidad electoral activa en proyectado crecimiento de abstencionismo, el cuarenta por ciento eligió a Maurice Armitage, es decir, solo el dieciséis por ciento de los habilitados para elegir; si se quiere ser más rigurosos, tan solo el once por ciento del total de la población definió al gobernante de turno, otorgándole el poder para desgobernar sobre toda la ciudad.
Más grave aún, es que se corrobora que el establecimiento del voto programático fue un simple sueño de la constituyente del noventa y uno, pero sus efectos jurídicos y políticos se mantienen y serán los estrados judiciales o por lo menos la opinión pública, los que definirán que lo prometido dista de lo ejecutado en la capital del Valle del Cauca.
La primera sorpresa del empresario de la siderurgia “varilla para todo el mundo”, fue la prolongación de la mitad del gabinete del saliente alcalde Rodrigo Guerrero, lo que fraguó un sabor amargo porque una nueva elección conlleva una renovación como es de esperarse. La segunda estocada fue la solicitud de facultades al Concejo para reestructurar la administración municipal, propósito que no fue incorporado en el programa de gobierno inscrito con su candidatura. Los concejales por su parte, con bombos y platillos derramaron toda suerte de objeciones sobre la iniciativa del alcalde, la cual entre otras comprende la dejación del giro legal de sus atribuciones, en cuyos debates participa la opinión pública con las noticias que al respecto nos entregan los medios de comunicación. Pero la aprobación del cheque en blanco para que el burgomaestre haga cambios en la estructura municipal, deja la sensación de que se ejerció presión para el mantenimiento o adquisición de cuotas por parte de los gamonales electorales. Viejas técnicas de constreñimiento y extorsión. Decía Sor Juana de la Cruz “¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar? ¿Pues para qué os espantáis de la culpa que tenéis?”.
De otra parte, se entregó el proyecto de Plan de Desarrollo de Cali al Consejo Municipal de Planeación sin el componente financiero, trasgrediendo los preceptos constitucionales y legales, rompiendo los parámetros elementales de la planificación gubernamental. Para unir ambos despropósitos, debemos indicar que primero debió discutirse y aprobarse el Plan de Desarrollo, estableciendo como un programa prioritario la reestructuración municipal para luego sacarla avante.
En otras latitudes de la administración que son de mi especialidad como la gestión de la autoridad ambiental, se designó a un odontólogo violando el perfil establecido en el manual de funciones, yerro que se quiso enmendar reformando el estatuto municipal pero proyectando su vigencia a partir del tercer mes de la anualidad, lo que constituye una aberrante muestra de corrupción. No faltaron quienes esculpieron con explicaciones no pedidas el desdeñoso interrogante para formular la ingenuidad de las inquietudes en el juego de la doble moral. También se anuncia que está dispuesto a puñalear el Zanjón del Burro, un enclave de humedales al sur de Cali, contando con el bubónico eco de un columnista con apodo de pajarito.
Cumplí con el deber de solicitarle al alcalde que observara las reglas de la moralidad administrativa, por intermedio de una petición de procedibilidad que se exige para interponer una acción popular, mecanismo constitucional en cuyo ejercicio hemos dedicado los primeros veinticinco años de la Fundación Biodiversidad. Pero su cercana corte, que hace parte del séquito de la pasada administración que logró su permanencia en esta, afirma que todo se hizo bien, como si en la noche todo se viera más claro. Tuvimos la intención de hacer las advertencias de rigor con el mejor propósito al alcalde Armitage, porque su desconocimiento del ordenamiento jurídico no lo exime de culpa ni le sirve de excusa.
Todo esto conlleva a pensar en el recrudecimiento de la profunda crisis política de la democracia colombiana, recordándonos del vigente pensamiento de Gaitán: “Cercano está el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es el pueblo y no una multitud anónima de siervos”, para concluir que este sigue siendo una servidumbre ingente.

lunes, 15 de febrero de 2016

Noti Cirpa - Armitage y la reestructuración de Cali

Publicado el 16 febrero 2016

sábado, 13 de febrero de 2016

Beyoncé anota para Black Lives Matter en el Super Bowl


Amy Goodman y Denis Moynihan
Publicado 13 febrero 2016. El Super Bowl 50 fue tal vez la final de la Liga Nacional de Futbol Americano más politizada de la historia. No por el juego en sí, sino por la extraordinaria e intensa actuación que realizó en el entretiempo la superestrella de la música Beyoncé. Este gran espectáculo deportivo, más que ningún otro, es considerado como la cúspide de la fama y del deporte comercial en Estados Unidos, con una audiencia estimada de 110 millones de espectadores en todo el mundo. Beyoncé presentó ante esa gigantesca audiencia una actuación magistral de canto y baile con contenido político que superó ampliamente al juego en sí. La canción que interpretó, “Formation”, ya ha sido consagrada como un himno del black power por una nueva generación, confirmando así a cualquiera que tuviera dudas que el movimiento Black Lives Matter resiste, y con renovado vigor.
Beyoncé no era la estrella central del espectáculo. La atracción principal era la banda británica Coldplay, cuyas melodías pop de años pasados resultaron algo empalagosas en comparación con lo que vino después. En medio de fuegos pirotécnicos, vestida con una chaqueta negra ajustada al cuerpo, dos cinturones de balas cruzados en el pecho y medias de red, Beyoncé irrumpió en el centro de la cancha acompañada de unas 25 bailarinas, mujeres afroestadounidenses que, vestidas de manera similar y con boinas negras, evocaron el recuerdo de las Panteras Negras en la década de 1960. El simbolismo del show se dio a entender cuando las bailarinas formaron una enorme “X” en la cancha, a modo de conmemoración de Malcom X, el ícono del black power asesinado en 1965.
El Super Bowl tuvo lugar el 7 de febrero. Beyoncé lanzó el video de esa canción el día anterior y el 5 de febrero, el día en que habría cumplido 21 años Trayvon Martin, el estudiante de secundaria afroestadounidense asesinado por el vigilante blanco George Zimmerman hace cuatro años, el esposo de Beyoncé, Jay Z, anunció que su servicio de emisión de música on line, Tidal, donará 1,5 millones de dólares a una fundación para que lo distribuya entre diversas organizaciones cuyo trabajo se centra en la justicia social y que apoyan o se inspiran en los objetivos del movimiento Black Lives Matter.
El periodista deportivo Dave Zirin dijo sobre el video en Democracy Now!:“La gente tendría que ver el video. Hay más imágenes inolvidables en los cinco minutos de este video que en cualquier película de Hollywood que haya visto. Es radicalmente audaz. Es un video cuyas raíces yacen en la experiencia negra del sur. No se trata solamente del movimiento Black Lives Matter, sino que se trata de cientos de años de resistencia de las mujeres negras frente a la violencia estatal con un enfoque centrado en las madres que protegen a sus hijos y también en mujeres negras homosexuales que se ponen de pie para poder decir: ‘Aquí estamos. También importamos’”.
El videoclip de “Formation” incluye imágenes de una ciudad inundada, que recuerda a Nueva Orleans tras el paso de Katrina, con Beyoncé cantando sobre una patrulla de policía parcialmente sumergida. El video finaliza con un paneo sobre una pared en la que se ve un grafiti que dice “Paren de dispararnos”. Dave Zirin elogió a Zandria Felice Robinson, una docente de sociología de la Universidad de Memphis, por su explicación de las imágenes del video: “Superpuestos en el paisaje de una Nueva Orleans negra, dura y encantadora a la vez, pasada y presente, los significantes del sur negro surgen constantemente”, redactó Robinson en su blog “New South Negress” o “Negra del Nuevo Sur", en español. Robinson continúa diciendo que Beyoncé “se convierte en cada una de las mujeres negras del sur que le es razonablemente posible encarnar, a través del tiempo, la clase y el espacio”.
El Super Bowl fue fundado en 1966, el mismo año que el Partido de las Panteras Negras. El juego por la obtención del campeonato ha crecido hasta transformarse en un evento característico de la NFL, con ganancias anuales estimadas en más de 7.000 millones de dólares. Por el contrario, las Panteras Negras fueron blanco delFBI por medio de COINTELPRO y sus integrantes fueron acosados, arrestados, encarcelados y en algunos casos hasta asesinados. COINTELPRO fue el “programa de contrainteligencia” del FBI que incursionó en actividades ilícitas bajo la directa supervisión del entonces director del FBI J. Edgar Hoover. Se trata del mismo programa que intentó perjudicar a Martin Luther King Jr. elaborando pruebas falsas de infidelidad y luego presionándolo para que se suicidara a fin de evitar la vergüenza.
Tras la impresionante actuación de Beyoncé, activistas de Black Lives Matter lograron entregar a algunas de sus bailarinas un cartel pintado a mano que decía “Justicia para Mario Woods”. Se han difundido ampliamente un video y una foto de las bailarinas sosteniendo el cartel y haciendo el característico saludo del black-power con los puños en alto. Mario Woods era un afroestadounidense que vivía en San Francisco. Fue baleado por la policía de esa ciudad el 2 de diciembre de 2015. La policía dijo que estaba armado con un cuchillo y que arremetió contra los agentes, versión que fue desmentida por imágenes de video captadas con un teléfono celular por un testigo presencial. En respuesta a la indignación de la comunidad, luego de que no se presentaran cargos contra ninguno de los agentes involucrados, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dará inicio a una “exhaustiva revisión independiente”.
En medio del incesante despliegue comercial que gira en torno al Super Bowl 50, se abrió camino hasta el centro de la cancha la expresión pura y visceral de un poderoso movimiento social. Ecos de otros tiempos encuentran un renacer artístico y reafirman en este año electoral que las vidas de las personas negras importan.

martes, 9 de febrero de 2016

Los retos del Liberalismo Radical



Publicado 9 febrero 2016. En la mitad del siglo diecinueve, el abogado y periodista boyacacuno Ezequiel Rojas Ramírez escribió La Razón de mi Voto y conformó el acta fundacional del Partido Liberal. Doce años después se libró durante tres calendas una de las tantas guerras civiles de nuestra patria, la cual ganaron los liberales promulgando la Constitución de Rionegro en mil ochocientos sesenta y tres, momento que marcó el inicio del Liberalismo Radical que duró casi cinco lustros hasta sucumbir con la República Centralista liderada por el cartagenero Nuñez en el ochenta y seis.
Los Liberales Radicales fueron una generación de políticos, periodistas y escritores anticlericales, que preconizaron los cambios estructurales a los aspectos fundamentales de nuestra sociedad tradicional. Defendieron el civilismo contra las dictaduras, lideraron el federalismo contra el centralismo y proclamaron los Estados Unidos de Colombia con sus nueve provincias, fomentaron el libre ejercicio de los derechos civiles y políticos, lograron la separación del Estado y la iglesia, oficializaron la educación, abolieron la pena de muerte, reconocieron el derecho al voto y conquistaron la libertad de expresión y de asociación. Los Liberales Radicales construyeron la primera infraestructura vial del país trayendo el tren y la navegación a vapor por el Magdalena y el Cauca, instalaron el telégrafo eléctrico, fundaron la Universidad Nacional, continuaron las reformas de José Hilario López, y retomaron el libre cambio que reclamaron Los Comuneros en mil setecientos ochenta y uno.
Transcurrida una década de esta primera República Liberal, se generó la división de la colectividad roja y aparecieron Los Moderados, los que luego se unieron a los godos para imponer la Constitución del ochenta y seis, que rigió durante más de un siglo e instauró una cultura dogmática, autoritaria, clerical y excluyente. 
Después de aquella luminosa república federal, el Radicalismo Liberal reverdecio con las Ideas Socialistas de Jorge Eliecer Gaitán durante los años treinta y cuarenta, quien terminó estrangulado entre la rivalidad de Alfonso López Pumarejo y Laureano Eleuterio Gómez, siendo vilmente asesinado dos años antes de la mitad del siglo veinte. Luego vino la convivencia paritaria del liberalismo y el conservatismo, la dirigencia liberal se alineó por la senda de las mangualas, los acuerdos bajo mesa, las conveniencias, y la corrupción en sus justas proporciones. El capitalismo salvaje tuvo sus defensores de oficio en la Constituyente del noventa y uno. 
Posteriormente la Constituyente Liberal del dos mil, un ejercicio de ilustración política liderado por Edmundo López, canalizó la efervescencia de ideas que se concibieron en las Mesas Temáticas de las capitales de los departamentos, con las cuales confeccionamos la Plataforma Ideológica, el más vanguardista ideario político contemporáneo de Colombia. 
No obstante haberse proscrito el capitalismo salvaje el gavirismo hizo trizas ese postulado y con la complacencia de Serpa copto la Dirección Liberal por dos periodos, encargó a su vástago Pardo e impuso a su hijo Simón el iletrado, quienes rompieron el mandato estatutario y violaron la Moralidad Administrativa como lo sentenció el Consejo de Estado hace siete meses, fallo defraudado por el ultimo Patriarca del Liberalismo y hoy realmente el Director Nacional del Partido.
En la esfera regional, los dirigentes del liberalismo ahogan nuestro Ideario Político, lo burlan y utilizan en la consecución de sus propios intereses burocráticos y contractuales, y son transfugas profesionales. No existe ningún proyecto organizativo que honre nuestra Plataforma, no hay promoción de la participación directa de la juventud en la decisión de los destinos de nuestro Valle del Cauca, para fortalecer la democracia interna y renovar la política. Sólo se avizoran jefecillos de turno y otros haciendo fila, simples Liberales Moderados. Nuestras campañas no responden a una planificación participativa, para el debido aprovechamiento del talento humano y la formación de equipos de trabajo, que identifiquen y consigan los recursos materiales para participar con éxito en las justas electorales. No hay espíritu de inclusión, ni siquiera espacio para que las deliberaciones permeen la crítica y la autocrítica, facilitando el ejercicio pleno del disenso.
Aun así, bajo la égida de buscar y construir otro mundo mejor posible y un país donde se resuelvan verdaderamente los problemas estructurales, económicos, sociales, culturales y políticos, donde se promueva el ser humano y sus derechos, y se respete el derecho colectivo a gozar de un ambiente sano, seguiremos luchando y combatiendo la politiquería, el egocentrismo y la corrupción desde el Colectivo Izquierda Liberal, para que el liberalismo vuelva a ser el Partido del Pueblo, porque si no podemos cambiar nuestra colectividad política jamás lograremos cambiar nuestra atribulada patria. Que viva el Liberalismo Radical. A la carga!