martes, 16 de abril de 2024

¡Tanto va el cántaro al agua, hasta que se rompe! - Disertaciones del Crepúsculo

Embalse de Calima, 7 de abril de 2024. Por Armando Palau Aldana. En el derrotero de defensa de los derechos ambientales, propósito que nos dimos desde enero de 1991 en la Fundación Biodiversidad (nuestra pequeña trinchera), hemos tenido como instrumento de lucha las acciones de cumplimiento y las populares, ésta última, institución jurídica que nació en el Derecho Romano y en el Viejo Derecho Anglosajón, la cual fue incorporada a nuestra legislación en el Código Civil que rigió después de 1857 en los Estados de Santander, Cauca, Panamá y Bolívar. 

La institución de las acciones populares ha pasado por distintas piezas legales, hasta obtener rango constitucional en la Carta de 1991 para la defensa de los derechos colectivos, entre ellos, el medio ambiente con sus recursos naturales para alcanzar su equilibrio ecológico, manejo y aprovechamiento racional, garantizando su desarrollo sostenible, su conservación y restauración de fauna y flora, además de la protección de áreas de especial importancia ecológica. 

Tuve la oportunidad de trabajar en la redacción de la ley estatutaria de las acciones populares en la Cámara de Representantes, siendo asesor de Agustín H. Valencia M., uno de los dos primeros congresistas por las Comunidades Negras (1994-1998). Nuestra ponencia sustancial fue derrotada por el esclerótico proyecto que lideraron Vivian Morales y Mario Uribe. Luego acudí a la Corte Constitucional para que declarara inconstitucional la caducidad de estas acciones populares, lo cual logramos con beneplácito.  

En el devenir de estas acciones constitucionales durante estos 33 años, hemos logrado, entre otras: abordar protección de la calidad del aire en Cali y Valle del Cauca (exhostos de buses, camiones, y quemas de cañaduzales), audiencia para clausura del Basuro de Navarro, defensa de los Humedales de Chiribico, Plan Maestro de Ciclorrutas de Cali, cierre de una explotación minera ilegal, remoción de Director General de CVC,  Bosque de Niebla de la Reserva Forestal La Elvira y Bosque Seco Tropical del Cortijo.  

La semana pasada, logramos que por fin el Tribunal de Cundinamarca, nos admitiera acción popular en defensa de los derechos de las comunidades campesinas de San Marcos, Mulaló y Manga Vieja, a quienes la Cementera Argos ha puesto en riesgo las aguas subterráneas que les proveen sus aljibes y riegos, con la perforación de sus suelos con el beneplácito de la Autoridad de Licencias Ambientales, una entidad defensora de grandes proyectos contaminantes como el radar y muelle militares en Isla Gorgona. 

Sea la oportunidad para contar, que este pasado sábado, la Ministra de Ambiente hablando de conflictos socioambientales (una fatídica noción antropocentrista que promueven algunos politólogos como ella), aseguró en reunión con las ONGs, que la Armada tendrá unas pequeñas lanchas en Gorgona sin armamento, entonces: ¿Qué diablos hará la Armada Nacional en los mares de esta Isla Ciencia, pudiendo cumplir este rol la Unidad de Parques Nacionales como órgano estatal civil?  

Esperamos que también se admita la acción popular que hemos interpuesto ante el mismo Tribunal de Cundinamarca (por tratarse de acciones contra entidades del orden nacional), en defensa del Cerro El Morro, un Relicto de Bosque Seco Tropical en las estribaciones de la Comuna 18 que acoge a Meléndez y otros barrios de Cali, Hito geomorfológico y paisajístico de Cali, con gran importancia cultural y recreativa, al que el Ministerio de Hacienda y la Secretaría de Vivienda de Cali pretenden urbanizar. 

La égida de las acciones populares requiere de ardua perseverancia, enfrentando la férrea tradición de los derechos individuales que anteponen el interés particular al bienestar general, son como las ingentes cantidades de semillas que los frutos de la tierra brindan al suelo donde germinan unas pocas. En la evolución de las especies, la mejor adaptación, por pequeño que sea el grado, a las condiciones físicas ambientes, harán a la larga inclinar la balanza a su favor (Darwin, 1859), es la lucha por la supervivencia. 

Hemos reiterado que el disenso es creador, porque la adaptación implica retar el máximo aprovechamiento del entorno con la herramienta de la duda, sin perder el equilibrio interno. Para ello la falibilidad, el diálogo racional, y el principio de acercamiento a la verdad con la ayuda del debate, nos permitirán superar el conocimiento de la ignorancia (Popper, 2001), en este sendero llevamos 33 años de resistencia al mortuorio de verdades impuestas, es un ejercicio de lucha en defensa de la vida. 

Para aliviar esta indeclinable lucha, escuchar el arrullo del tango El día que me quieras (Gardel y Lepera, 1934): “Acaricia mi ensueño / el suave murmullo de tu suspirar, / ¡como ríe la vida / si tus ojos negros me quieren mirar! / Y si es mío el amparo / de tu risa leve que es como un cantar / ella aquieta mi herida, / ¡todo, todo se olvida..! / El día que me quieras / la rosa que engalana / se vestirá de fiesta / con su mejor color”. 

 



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