martes, 30 de enero de 2024

La Negra Negrura de la Negrería - Disertaciones del Crepúsculo

21 de enero de 2024.Por Armando Palau Aldana. Conocí a Piedad en diciembre de 1993, con ocasión de la Ley 70 de Negritudes mediante la cual se desarrolló el artículo transitorio 55 de la Constitución, que reconoció la propiedad colectiva de los imprescriptibles territorios baldíos de la Reserva Forestal del Pacífico, ocupados ancestralmente por las Comunidades Negras. Hicimos una alianza electoral entre el santero Agustín H. Valencia y Piedad, quien saltaría de la Cámara al Senado y Agustín a la Circunscripción Nacional de Representantes por las y los hijos de Changó el Gran Putas.

La Negra Piedad era una chocoana nacida en Medellín, sobrina del legendario Diego Luis Córdoba, otro de los grandes liberales, Representante y Senador inspirador de la departamentalización del Chocó y de su Universidad Tecnológica: “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre; por la educación se asciende a la libertad”, decía. Diego Luis, quien redactó con Gerardo Molina la Reforma Constitucional de 1936, que reconoció los derechos a la salud, la nacionalidad, la educación, el trabajo, la asociación y la libertad de prensa. Fue su estirpe.

El gran poeta Helcías Martán Góngora escribió Loa del Currulao: “Me hacía guiños tu fugaz cintura Negra Negrura de la Negrería. Era en Buenaventura y una salvaje melodía trenzaba mi amargura y destrenzaba tu alegría … Te me ibas, corza herida perseguida gacela dejando en pos la estela de la marimba ardiente y los roncos tambores … Todo era curva, menos la desgarrada voz de las canciones. Y ardías con el fuego de los hondos ancestros abismales”, así era Piedad, la Negra Negrura de la Negrería, como yo le llamaba y escribía en las madrugadas.

"Colombianas y Colombianos por la Paz" fue una iniciativa ciudadana de intercambio epistolar inspirada y liderada por Piedad entre el 2008 y 2012, mediante la cual voceros de la sociedad civil firmamos la histórica carta que apoyó el intercambio humanitario y la liberación de secuestrados de las FARC, fue sin duda alguna la génesis del armisticio con este Ejército del Pueblo. Tuve la histórica oportunidad de acompañarle a Cuba a dialogar con los comandantes de este legendario grupo insurgente y los camaradas dirigentes de la Isla de Martí.

En sus inicios fue una destacada dirigente liberal antioqueña, desde donde enfrentó con coraje a Álvaro Uribe, sufriendo como consecuencia de ello su secuestro por parte de Carlos Castaño líder del Paramilitarismo y su exilio a Canadá. El Hombre de las Tinieblas la declaró su enemiga y le granjeó odios que hoy después de su deceso se destilan con malquerencia. Mientras que los mensajes por las redes sociales registran el inmenso cariño del pueblo colombiano a la Negra Piedad, por su compromiso con las y los excluidos.

Piedad me permitió ser asesor político de ella durante ese periplo del canje humanitario y le acompañé por muchos rincones de esta Colombia Mágica. Desde Poder Ciudadano, su movimiento político que nació en el Partido Liberal y migró hacia Marcha Patriótica, arribó hasta el Pacto Histórico donde regreso al Senado. Fue una mujer aguerrida, valiente e inteligente. Fueron muchas las divergencias que tuvimos y superamos. El pasado 29 de septiembre, almorzamos juntos en su apartamento en Bogotá, donde supe del sufrimiento de su desamor.

La Negra Piedad se opuso a la Base Militar en Gorgona, en su misiva a Petro del 6 de diciembre de 2022, escribió: “Mi lucha es por la igualdad, por la libertad, que exige compromiso activo con las luchas emancipadoras y de liberación de trabajadores y pueblos étnicos, por la desmilitarización de la sociedad colombiana. En esa medida, me defino abiertamente en favor de la prohibición de toda base militar extranjera, por una naturaleza en paz y por la soberanía nacional simbolizada en la bandera de la autodeterminación que llevamos como Nación”.

Ahora que Petro inicia su gira por el Litoral Pacífico (El Charco, Timbiquí, El Diviso, Barbacoas, Tumaco, López de Micay y Guapi), después de haber emitido su mensaje sobre Piedad, tiene el deber moral y político de dar una clara respuesta póstuma a Piedad, para demostrar que no hay doble rasero en su discurso ambiental mundial, mientras que permite que su Ministra de Ambiente y su Director de la Autoridad de Licencias sigan defendiendo la Base en Gorgona, mientras exhibía una Ballena Jorobada en el mural de la costosa casa de Davos.

Me impactó saber que su deceso ocurrió en la soledad de su apartamento en Medellín, en medio de la presión de la inexplicable inculpación de su ingenuo hermano ante los depredadores gringos. Su intimidad fue expuesta incluso por los Senadores del Pacto Histórico que no se opusieron de viva voz a la censura política que se gestó en medio de las intrigas y envidias cuando le pidieron separarse de la campaña presidencial. Claro, ahora todos emiten reconocimientos a la figura que ha partido hacia otras dimensiones, cuando no lo hicieron en vida.

Solitario he hecho duelo por la partida de la fraterna y polémica amiga, escuchando los conciertos de Cortés en México con la Sinfónica Juvenil (2009) y el último de Serrat en Madrid (2022) y no he podido contenerme escuchando: “Cuando una amiga se va / queda un tizón encendido / que no se puede apagar / ni con las aguas de un río” y Aquellas Pequeñas Cosas: “Que el viento arrastra allá o aquí / Que te sonríen tristes y / Nos hacen que / Lloremos cuando nadie nos ve”. Que Eleguá dios de los caminos y las encrucijadas, depare tu sendero Negra Negrura de la Negrería.

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