domingo, 9 de abril de 2023

Primera audiencia ambiental de la sociedad civil - Disertaciones del Crepúsculo


9 de abril de 2023. Por Armando Palau Aldana. Definitivamente quien desconoce la historia está condenado a repetirla y la de Colombia ha estado marcada por el sometimiento y la manipulación del pueblo por parte de sus gobernantes a través de: la usurpación de los colonizadores españoles, de la dirigencia emancipadora, así como de la dirigencia partidista. En varios episodios notables poblaciones colombianas han reclamado el respeto por su dignidad, como la lucha emancipadora de Benkos Biohó, líder de la lucha antiesclavista en Cartagena de Indias y precursor de Palenque de San Basilio (1599 a 1621), la población pionera de la libertad en América.

Recordemos también la valiosa incursión libertaria de José Antonio Galán de la mano de la heroína Manuela Beltrán en la Insurrección en Socorro, quien en su exitosa campaña del Ejército Comunero por el río Magdalena declaró libres de tributos a los pueblos indígenas y proclamó la libertad de los negros esclavos (1780 a 1781) enfrentado por el plan pacificador del arzobispo Antonio Caballero y Góngora y sus misioneros capuchinos en su misión de salvar a la región de la ‘infidelidad’ de Galán en nombre de la fe católica.

Evoquemos al general tolimense José María Melo (1854) y su insubordinada gesta logrando la reconfiguración temporal del poder en la vida republicana de Colombia, en la que con el apoyo de los artesanos intentó un gobierno sin la pequeña burguesía criolla que desfiguró el legado libertario de Bolívar. Melo fue sometido a tres falsos juicios y luego deportado, pasando por Costa Rica, El Salvador, Guatemala llegando a México donde le fue reconocido su grado militar por Benito Juárez y reposan sus restos mortales luego de defender a las comunidades indígenas mexicanas y caer en una emboscada.

De la Patria Boba de principios del Siglo XIX en la que se elegía el gobierno mediante colegios electorales conformados por terratenientes letrados (requisito habilitante para elegir y ser electo), pasando por el nacimiento de los partidos liberal y conservador a mediados de esa centuria, arribando por la institucionalización del centralismo donde la soberanía residía en el abstracto concepto de la Nación (1886), hasta llegar al reconocimiento del pueblo como soberano desde donde emanan las ramas del poder y la función pública (1991) hemos girado alrededor de la democracia representativa y machista.

Prohombres del presidencialismo dirigiendo nuestra atribulada patria durante dos siglos. Con el sofisma de distracción de la participación democrática como remedo de la democracia directa ya cumplimos veinte y tres años de la Carta Política del 91. Ya pasó un lustro de la ciudadanía de su primera generación y desde las barriadas nos recordaron por un instante la Comuna de París (1871) ese movimiento social revolucionario obrero que gobernó la capital francesa durante 60 días como rechazo a las marcadas desigualdades sociales y que finalizó con ingentes muertos y apresamientos, como los estudiantes y obreros parisinos del “Mayo del 68”, aunque aquí faltó “La imaginación al poder”.

En la evolución internacional de los derechos fundamentales (individuales) solo llevamos un año de reconocer el medio ambiente saludable como derecho humano desde el Consejo de Derechos Humanos y Asamblea General de Naciones Unidas, al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque Ciro Angarita desde la Corte Constitucional así lo justipreció en 1992, el establecimiento se niega a implementarlo, incluso desde el gobierno del Pacto Histórico, no permiten que la ciudadanía participe en la toma de decisiones ambientales como la base Mini Base Militar Gorgona.

Para superar esa esclerótica representatividad no podemos quedarnos sentados esperando que nos abran el espacio, porque los Congresistas de la nueva alianza nacional no le contestan a la ciudadanía (ni una simple llamada) siguen aferrados al viejo esquema de la politiquería y nunca tienen tiempo para atender las causas ambientales, salvo contadas excepciones en otras bancadas. Tenemos la oportunidad de ejercer nuestra soberanía popular en espacios de deliberación y acción, sabiendo que lo más importante es la identificación de los problemas para proponer sus consensuadas soluciones.

En la poética sugerencia de Benedetti “Y en la calle codo a codo somos muchos más que dos”, sabemos que muchas causas ambientales de multitudes tienen trasfondo protagónico, partidista, electoral o comercial. Preferimos enarbolar el pensamiento de Gaitán inmolado hoy hace 75 años: “'No creo que por grandes que sean las cualidades individuales, haya nadie capaz de lograr que sus pasiones, sus pensamientos o sus determinaciones sean la pasión, la determinación y el pensamiento del alma colectiva”, por ello les convocamos y esperamos en la Primera Audiencia Ambiental sobre Gorgona en Cali en la mañana del venidero viernes 21 de abril en la Sociedad de Mejoras Públicas.


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