19 de octubre de 2022. Por Armando Palau Aldana. En tiempos finales del Siglo XIX y comienzos del XX, la truculenta historia política colombiana estuvo marcada por la “Hegemonía Conservadora” que se caracterizó por un ininterrumpido gobierno nacional entre 1886 y 1930, ocupado por 9 presidentes del Partido Conservador. Durante este régimen ocurrió la “Guerra de los mil días” (octubre de 1899 a noviembre de 1902) originada entre otras por fraude electoral, persecución a los dirigentes liberales y la crisis del precio del café, que tuvo como episodio más cruento la “Batalla de Palonegro” (1900) que arrojó más de 4 mil víctimas (entre muertos y heridos). La mayoría de los historiadores y analistas políticos afirman que, durante este período, la derecha política (grandes terratenientes) de la mano de la Iglesia Católica sumieron en una profunda crisis social a Colombia.
Luego vino la Segunda República Liberal (1930 a 1946) que inició con la presidencia de Enrique Olaya Herrera y terminó con la de Alberto Lleras Camargo, periplo durante el cual López Pumarejo y su “Revolución en Marcha” propuso la “integración nacional a través de la educación” (et al Martha Herrera, Universidad Pedagógica Nacional, 1986), donde sucedieron una serie de transformaciones demográficas y socioeconómicas que influyeron decisivamente en la educación.
Precisamente en esta época la Asamblea del Valle del Cauca creó la Normal de Secundaria (1936), cuyas instalaciones actuales iniciaron en 1946 en el sector La Chanca, para aquella época la segunda construcción más moderna de Cali liderada por el arquitecto Juvenal Mora, fecha para la cual se cedieron los terrenos a la Nación para consolidar la Escuela Normal Nacional de Señoritas que luego paso a llamarse Normal Superior Farallones de Cali (2001), predio con su edificación que quedó dentro del Área de Interés Patrimonial y como Patrimonio Urbano Arquitectónico en el Plan de Ordenamiento Territorial del 2000, luego incorporado en el Plan Especial de Protección Urbano Arquitectónico como Bien de Interés Cultural (Acuerdo Municipal 232 de 2007) ratificado posteriormente por el P.O.T. 2014.
La Normal Superior tiene en la actualidad un área de más de 32 mil metros cuadrados (3 hectáreas) propiedad debidamente soportada con una tradición de títulos inmobiliarios, contando con un pequeño bosque mágico levantado en una tercera parte del predio, es decir de algo así como una hectárea, en donde niños niñas y jóvenes departen en sus descansos y realizan sus prácticas de biología, porque además de árboles notables concurre una importante avifauna cuyo avistamiento disfrutan el estudiantado y los vecinos de la institución educativa entre los barrios Los Libertadores y El Nacional.
En forma inexplicable y precisamente en tiempos del Covid, los directivos del Fondo de Ahorro y Vivienda de los Trabajadores de Emcali, acudieron a una Inspección de Policía para alegar que mediante escritura pública habían comprado en 1993 a la Constructora Impa la mitad del Bosque de la Normal y que luego hicieron una aclaración de los linderos en una notaría en el 2005 pero solamente reclamaron su posesión en junio del 2021. Abordaron al rector con presencia de agentes de la policía quienes autorizaron la invasión a la institución educativa, en donde los impostores levantaron una malla eslabonada y pretenden robarse la mitad del Bosque de la Normal. Los estudios demuestran que el predio que alega haber comprado Fonaviemcali está en El Tablón que queda a más de 1 kilómetro de La Chanca en donde funciona la Normal.
El tema ha vuelto a tomar resonancia, porque en días pasados los directivos del Fondo de Empleados tramitaron un permiso de aprovechamiento, según Franklin Castillo Subdirector de Calidad Ambiental del Dagma, para derribar 72 ejemplares forestales de Leucaena, en medio de un bosque en donde además existen 32 árboles propios nativos en estado de conservación, sin haber corrido traslado de la solicitud a las directivas de la Normal Farallones para que ejercieran el derecho de protección del arboreto. Una vez más la autoridad ambiental distrital pasa de agache convalidando irregularidades, porque hay registros audiovisuales que indican que se está deforestando toda la arboleda.
Por su parte la Gobernación del Valle del Cauca ente a quien pertenece la antigua Normal de Señoritas, emprendió en enero de este año una demanda de reivindicación de la propiedad contra el Fondo de Empleados la cual cursa en el Juzgado 12 Civil del Circuito.
Nos hemos sumado a la causa para recuperar el pequeño bosque mágico y devolverle al estudiantado de la otrora Normal de Señoritas la totalidad de ese arboreto. Desde ya estamos preparando todas las acciones judiciales para enfrentar la perversa osadía de las directivas del Fondo de Empleados de Emcali y hacemos un llamado a toda la ciudadanía para cerrar filas en esta imperiosa batalla. ¡A la carga! Para que entonemos “Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas” del inmortal poeta Federico García Lorca.
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