miércoles, 11 de marzo de 2015

¡Crónica de un arbitrario e infame desalojo!



Disertaciones del Crepúsculo – Armando Palau Aldana


¡Crónica de un arbitrario e infame desalojo!

En el trayecto de la Portada al Mar hacia la carretera Cabal Pombo que conduce a Buenaventura, es decir, a un lado de la parte baja de Terrón Colorado, se ubica un asentamiento poblacional de gentes que llegaron de varios rincones de nuestra geografía nacional, especialmente del sur y del litoral Pacífico, lo que corrobora que Cali como Sucursal del Cielo sigue siendo el histórico cruce de caminos. Estas comunidades que llegaron en el año de mil novecientos ochenta y tres -ciento treinta y siete familias, según los distintos censos que se han realizado en la última década- conformaron el barrio La Fortuna, como lo reconoció hace un lustro el acto administrativo mediante el cual laSecretaría de Bienestar Social y Desarrollo Territorial reconoció a su Junta de Acción Comunal, el cual ha sido víctima de varios intentos de desalojo policivo, el más brutal por parte del ESMAD y bajo la corta alcaldía de Ramiro Tafur, que derribó a porra las construcciones en ladrillo. Simultáneamente han sido esquilmados por las promesas politiqueras como la de Jorge Iván Ospina, cuando en el afán de ser el siguiente alcalde, se comprometió con el casi millar de habitantes a legalizarles la posesión del bien fiscal que ocupan estos compatriotas hace treinta y dos años, para adjudicárselos formalizando su vivienda de interés social, lo que nunca cumplió.

El predio fue adquirido en mil novecientos sesenta y nueve a la familia Garcés por la Empresa de Servicios Varios de Cali (que otrora prestaba el servicio de aseo), que luego se lo cedió al municipio en el año de mil novecientos setenta y dos. Esta localizado después del barrio Santa Rita, entre el Club de Trabajadores de Emcali y el barrio Palermo, entre la carretera al mar y al otro lado del Zoológico con el río Cali de por medio, esa deplorable cárcel de animales salvajes enclavada en un predio que la municipalidad le ha entregado en administración y que dirige Clara Domínguez (nadie puede ufanarse de que este es un proyecto de educación ambiental ni de preservación), quien ha sido laprincipal promotora del desalojo, y de Mario Fernando Prado el columnista Sirirí de El País quien vive en el altamente estratificado barrio y que se cree de mejor familia que las humildes y trabajadoras familias de La Fortuna. En un pequeño lote contiguo se construyó una costosa urbanización de casas de alcancía y se pretendió que la comunidad se enclaustrara en estas y pagara cuotas desconociéndole su tenencia y sus mejoras.

El proceso policivo se adelanta hace varios años ilegalmente ante la Inspectora Inés Crina, bajo el trámite de restitución de bien de uso público, no obstante que la Dirección de Bienes Inmuebles de la alcaldía ha certificado que se trata de un bien fiscal, que por ser una especie de propiedad privada de la municipalidad debía intentarse su recuperación mediante un proceso reivindicatorio ante la jurisdicción civil ordinaria. Sin embargo no ha sido posible que los juzgados municipales ante los cuales se han interpuesto un puñado de acciones de tutela se refieran a este aspecto y han sido declaradas improcedentes, a pesar que la Corte Constitucional y el Consejo de Estado han ratificado que el debido proceso es el de restitución.

Sumado a estas irregularidades, retomando la ley mil uno del año dos mil cinco, el Concejo de Cali autorizó hace dos años al alcalde Guerrero, para que cediera a título gratuito a las familias que viene ocupando para vivienda de interés social bienes fiscales del municipio hace por lo menos doce años, pero el burgomaestre del Vivo Bobo se ha negado alegando que el terreno está en alto riesgo, contrario al hecho notorio de no haber ocurrido ningún deslizamiento enLa Fortuna, a pesar de la permanente vibración que ocasiona el alto tráfico vehicular hacia el principal puerto marítimo de Colombia, así como el estudio de sismo resistencia que hizo el geólogo Luis Eduardo Padilla que demuestra que el terreno está en un macizo rocoso estable. Tampoco logramos la prosperidad de acción de cumplimiento que fue despachada negativamente con pobres argumentaciones jurídicas por el magistrado Oscar Valero quien preside el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca y otrora se desempeñó como director jurídico de laalcaldía prestándole sus servicios al mismo partido conservador de Guerrero Velasco.

Desde la Fundación Biodiversidad, hace ocho años vengo acompañando y asistiendo jurídicamente a las gentes de LaFortuna en un voluntariado social, logrando aplazar los reiterados intentos de desalojo; el pasado viernes primero de marzo intervine como opositor a la nueva diligencia de desalojo policivo, en la que mediante argucias la Domínguez reclama una porción del asentamiento para la construcción de un sendero ecológico y el levantamiento de un muro, como el de la infamia que se derribó en Berlín. Demostré que no se contaba con licencia de construcción expedido por Curaduría Urbana, ni Plan de Manejo Ambiental avalado por el Dagma como autoridad ambiental. En el intermezzo dela diligencia se origino una violenta trifulca en que los moradores de La Fortuna se enfrentaron a la centena de policías que intentó intimidarlos, en una atropellada diligencia avalada por una funcionaria de la Personería Municipal en la que estuvo expuesta mi integridad física. Las mujeres cabeza de familia y sus hijos más jóvenes demostraron su coraje y arrojo defendieron su techo, hicieron uso de la soberanía popular y logramos detener el operativo, que estaba monitoreado por agentes antiterrorismo de la policía dotados con armamento de última generación. Fue uno de mis más honrosos triunfos profesionales.

Detrás de estos desmanes estuvo una Subsecretaria de Gobierno y contaron con el aval de la Secretaria de Gobierno Laura Beatriz Lugo, cuota política de la Concejal Noralba García del Partido Cambio Radical, a quien tendremos que preguntare si ella y su movimiento hoy dirigido por uno de los hijos de Luis Carlos Galán, avalan el ultraje del derecho constitucional a una vivienda digna en tiempos de los Diálogos de La Habana por la paz de Colombia, para que cese no solo el conflicto armado como también el social, del cual son víctimas las nobles gentes de La Fortuna.

Cali, ocho de marzo de dos mil quince, día internacional de la mujer.

0 comentarios:

Publicar un comentario