sábado, 9 de septiembre de 2017

Disertaciones del Crepúsculo - ¡El Cementero ataque al Bosque Seco Tropical del Río Lili!

1° septiembre 2017. Armando Palau Aldana - La polémica ciudadana desatada con ocasión de la construcción del Terminal Sur del MIO en las inmediaciones del río Lili, ha puesto sobre la franja de opinión pública el nivel de ignorancia del Alcalde Cali, del Presidente de Metro Cali y del Director Regional de la C.V.C., iletrada posición que sumada a la arrogancia de sus determinaciones al respecto, evidencian su vocación de poder más no de servicio público. Vamos a hacerles un sutil atentado con unos pequeños dardos de ilustración, para que cese levemente el reino de la oscuridad que pulula en sus palacios mentales, recurriendo al Instituto Alexander Humboldt organismo científico estatal adscrito al Ministerio de Ambiente, que publicó hace apenas 3 años el libro Bosque Seco Tropical con la colaboración de 40 científicos nacionales e internacionales.
El Bosque seco Tropical, es aquella formación vegetal o ecosistema de semidensa o densa vegetación arbórea que presenta una cobertura boscosa continua y que se distribuye entre la zona intertropical alrededor de los 1000 metros de altitud en pisos térmicos cálidos que alternan climas estacionales lluviosos breves con climas secos más prolongados, muchos de ellos con alto régimen de inundaciones y capacidad de recarga generada por los humedales asociados a los BST, uno de los catorce biomas con los que el WWF clasifica las ecorregiones terrestres.
El Bosque Seco Tropical tiene una alta biodiversidad con complejos procesos que aseguran la funcionabilidad de este bioma, que presta servicios de regulación del agua, conservación de la avifauna, protección del suelo a la erosión, polinización, control biológico de plagas y provisión de alimentos, reciclaje de nutrientes y captura de carbono. El Bosque Seco Tropical corre peligro inminente de desaparecer, queda menos del 4% de su cobertura original en Colombia y un 5% corresponde a remanentes con un algún grado de intervención, lo cual quiere decir que más del 90% del BST colombiano ha sido talado. Dado que está representado por áreas diminutas en paisajes fragmentados, la conservación de este ecosistema requiere de un esfuerzo significativo de restauración.
El lugar de construcción del Terminal de Sur, corresponde al Bosque Seco Tropical del río Lili que cuenta con una importante biodiversidad de avifauna, sobresaliente con el registro de 43 especies de aves pertenecientes a 24 familias, 5 de estas restringidas a los hábitats acuáticos presentes en la pequeña quebrada interna y el Humedal El Cortijo, tal como lo corrobora la Caracterización Ecosistémica del Plan Parcial del lote hecho por la Alcaldía de Cali y Metro Cali en mayo de 2011, y el Acta de Concertación Ambiental del Plan Parcial entre Planeación Municipal de Cali y la C.V.C. de junio del mismo año, como pruebas documentales auténticas. Verdad sabida buena fe guardada.
Ante estas innegables evidencias, porque tanta insistencia y terquedad en desconocer esta frágil área de especial importancia ecológica, es la pregunta que ronda. El Presidente de Metro Cali y el Alcalde de Cali, defienden en forma obstinada un negocio que se gestó en el predio que fuera de un extraditado personaje, luego vendido a un habilidoso comerciante estatal y finalmente comprado por Metro Cali que pago diez veces más por su tercera parte, con base en un irregular avalúo corporativo que no presenta los antecedentes del valor inicial y la justificación de su escabroso incremento. Esta es la turbia filigrana que no deja ver transparencia alguna en esta determinación que aunque tomada por administraciones anteriores, tiene como férreos espadachines de turno a Armitage y Orejuela. Similitud que ocurre con el humedal léntico al que el bello Bosque Seco Tropical no permite ver desde las alturas, porque está inmerso entre la masa arbórea, cuyos valores generacionales son incalculables, frente al dinero de corrupción ya derrochado en este desértico negocio, en donde se forza prevalecer la rigidez y venta de la mezcla de cemento con varillas de hierro invocando el nombre de San Marcos, aquel evangelista y primer obispo de la Iglesia de Alejandría, discípulo indirecto del Hombre de las Sandalias por las enseñanzas de Pedro. Es decir, la autoritaria gobernabilidad contra la diversidad biológica, la eterna lucha entre la muerte y la vida.
A este coro de insensatos se suman otros, desde los organismos de control como el Ministerio Público o la Contraloría, pues su aquiescencia es utilizada por la alcaldía y Metro Cali como patente de corso para continuar con la consumación del hecho punible ambiental.
Pero la vida continua su peregrinar en un pequeño relicto del Bosque Seco Tropical del Río Lili, mientras el hormigón hace sus estragos, como ya los ha hecho sobre la unidad estructural y funcional del sistema nervioso de los gobernantes, lesionando su soma, sus dendritas o su axón, tornándoles sus neuronas en una argamasa que pretende arrasar una avifauna que alegra la vida, por unos cuantos parques artificiales para darle curso a los exponentes masivos del petróleo, como una triste evidencia de una economía fósil en decadencia. Seguiremos indeclinables con el estoicismo de siempre y daremos cuenta de estas arbitrariedades a los pajarólogos del mundo que visitan la Sucursal del Cielo, para que la denuncia tome un impulso mundial. Para ello entonaremos una vez más de Santos Discépolo 2 de sus hermosos tangos que dicen “Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición da lo mismo que sea cura colchonero rey de bastos caradura o polizón” y “Si la vida es el infierno y el honrao vive entre lágrimas, ¿cuál es el bien...del que lucha en nombre tuyo, limpio, puro?... ¿para qué?...Si hoy la infamia da el sendero y el amor mata en tu nombre, ¡Dios!, lo que has besao... Enséñame una flor que haya nacido del esfuerzo de seguirte, ¡Dios! Para no odiar: al mundo que me desprecia, porque no aprendo a robar”.

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